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Habla con los brazos cruzados, transmite calma e ilusión a la vez, hilvana un discurso que combina pasado, presente y futuro y encierra un profundo ... amor al Athletic. Julen Agirrezabala atiende a EL CORREO en Lezama, justo antes de los tres días libres concedidos a la plantilla por Ernesto Valverde. Nada de viajes exóticos ni escapadas de lujo, al portero rojiblanco le brillan los ojos solo con pensar en la vuelta al pueblo. Allí empezó todo, en las calles de Rentería, en el Touring, aunque también tiene mucho que ver una playa de Peñíscola en la que el guardameta descubrió lo que quería ser de mayor.
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- Da la sensación de tranquilidad total. ¿Es algo que le viene de serie o lo trabaja?
- Me viene de serie. Soy una persona tranquila tanto en el fútbol como en otros ámbitos de la vida. Tanto mi familia como mis amigos me dicen que soy una persona tranquila así que supongo que lo llevo incorporado.
- ¿Nunca se pone nervioso?
- Eso es mucho decir. Siempre hay nervios. Un poco de nervios viene bien para activarse antes de los partidos. Lo bueno de un portero es que no se le note ese nerviosismo que lleva por dentro.
- Tiene 23 años y hace tres jugaba en Primera Federación. Ahora está en la élite, en Europa, ha ganado la Copa. ¿Cómo gestiona todo lo que le ha pasado en tan poco tiempo?
- A pesar de ser joven, gracias a la educación que me han dado mis padres, soy un chico maduro. Lo llevo con naturalidad. En poco tiempo pasas de jugar en una categoría no profesional a estar en la élite, con los mejores. Es un paso muy grande, pero con el trabajo y el esfuerzo diario, uno se adapta. Estoy contento por haber podido avanzar tanto en este espacio de tiempo tan corto.
2027 es el año
en el que acaba contrato Agirrezabala, aunque prorrogable hasta 2029
- ¿No le abruma?
- Es un proceso de adaptación. Al principio piensas: 'Ostras, esto es otro mundo, algo muy grande'. Ves la repercusión que tiene el fútbol, la afición, los medios de comunicación. Hay que ir poco a poco, centrarse en lo que está en tus manos, trabajar en el día a día y ayudar al equipo.
- De pequeño no le interesaba el fútbol, prefería dibujar animales. ¿Era mejor ilustrador que portero?
- Dibujar se me daba muy bien, pero una vez que empecé a jugar el fútbol aparqué los dibujos. Fueron etapas diferentes. Digamos que el portero fue ganando al dibujante. Así fue.
- Muchas veces ha contado que se hizo portero en la playa de Peñíscola, donde su primo chutaba y usted paraba. ¿Suelen hablar de ello, recordarlo?
- Sí. Tenemos un buen recuerdo de esas vacaciones. Hasta ese momento apenas había tocado el fútbol. Tenía unos diez años. Todos los amigos del pueblo iban a los campus de verano y a mí no me gustaba mucho. En el 'cole' me ponían de defensa. Intentaba estorbar un poco y no daba una. Aquel verano lo cambió todo.
- Y el Touring.
- Fue el inicio. Allí empezó todo, en el equipo del pueblo, con los amigos. Disfrutaba de un deporte tan bonito como el fútbol. El primer año jugué el fútbol siete y luego, en alevines, ya era el fútbol once. Todos éramos chavales del pueblo, nos conocíamos.
- ¿Nunca le dio por seguir los pasos de su aita, Juanjo, quien fue portavoz de EA en el Parlamento? ¿Se lo ha planteado?
- Nunca. Mi padre era de letras, mi madre de ciencias. A mí me tiraba más el tema de números y tiré por Matemáticas y Física.
Julen Agirrezabala es de Rentería. Cumplirá 24 años el 26 de diciembre.
Trayectoria. Touring, Antiguoko y Athletic.
En el Athletic. Llegó a Lezama en 2018. Pasó por el Juvenil División de Honor, Basconia y Bilbao Athletic. Debutó con el primer equipo el 16 de agosto de 2021. 50 partidos, 40 goles encajados y 20 porterías a cero.
- Empezó con la Ingeniería Mecánica y luego se pasó a la Administración y Dirección de Empresas. ¿Qué tal?
- No le voy a engañar: ahora mismo no estoy estudiando. Quiero retomarlo, pero cuando pasas a dedicarte exclusivamente al fútbol, la ingeniería es difícil. No puedes ir a clase, hacer prácticas, los exámenes coinciden con partidos. Decidí apartarlo un tiempo con la perspectiva de retomar los estudios; no sé si lo que estaba haciendo o algo nuevo. En casa, desde pequeño, me han inculcado la importancia de los estudios. El fútbol era algo secundario porque este mundo es difícil y llegar a ser profesional también, pero cuando llegué al primer equipo tuve que centrarme en el fútbol. No dejo de pensar en hacer algo más, en estudiar.
- Vayamos con los temas deportivos. ¿Pasó miedo con la lesión en las vértebras?
- Sí. Fue un golpe entrenando. Un golpe duro, pero piensas que no sería mucho más. Pasó a tres días del partido contra el Burgos, el primero de la pretemporada, y pensaba que llegaría al siguiente. Luego te dan la noticia. Fue duro. Una lesión dolorosa, justo en el momento en que consideraba que podía tener mi oportunidad.
- Porque Unai Simón se acababa de operar de la muñeca.
- Sí. Por suerte, en el club se está haciendo un gran trabajo con la portería. De la cantera salen chicos con un potencial terrible. Fue un momento duro porque, además, dos años antes cuando Unai estaba un poco 'tocado' del hombro podía tener mi oportunidad y me rompí el dedo. Le das vueltas y te preguntas: '¿Por qué a mí?'. Luego te das cuenta de que es una lesión de mes y medio, nada grave. Ya pasó y estoy contento de estar con el grupo.
- Está haciendo una buena temporada, con paradas de mérito. ¿Alimentan su confianza?
- Por supuesto. Esto es la élite. Hay que competir al máximo nivel, dar tu mejor rendimiento. Me costó empezar. Después de la lesión, con pocos días de entrenamiento, en los primeros partidos no estaba con las mejores sensaciones. Ya es pasado. Sigo siendo el mismo que hace varios meses y confío en mi. Las sensaciones son buenas. Dejar porterías a cero te da confianza.
- ¿Qué pasará cuando vuelva Simón? ¿Valverde les ha dicho qué planes tiene, cómo repartirán las competiciones? ¿Saben algo?
- No. Yo no sé nada. Estamos viendo que Unai va incorporándose al grupo haciendo cada vez más cosas. Cuando se recupere, obviamente la decisión es del míster. Tanto Unai como Álex Padilla y yo estamos preparados para defender la portería del Athletic. Hay que seguir trabajando a diario y cuando llegue la oportunidad dar lo máximo posible.
- Tiene a un compañero que es campeón de Europa, de la Liga de las Naciones, vigente Zamora, segundo mejor portero del mundo. ¿Eso le inspira o lo ve como un muro?
- Tenemos una competencia muy sana. Por una parte dices: 'Qué difícil'. Quieres jugar en el Athletic porque es el club que te lo ha dado todo, en el que has ido creciendo, y ves que tienes delante al portero de la selección, que acaba de ganar una Copa de Europa, que ha quedado segundo en la gala del Balón de Oro -«creo que podía haber quedado primero», apostilla-. Pero por otro lado te retroalimenta el hecho de tener a un compañero que está al máximo nivel.
- ¿Le hace mejor?
- Por supuesto. No tengo ninguna duda de que entrenar con él día a día me ayuda a ver distintos aspectos de cada portero. ¿En qué puedo mejorar? ¿Cómo hacer las cosas? Ayuda.
- ¿Quién ha sido su modelo a seguir como portero?
- El que más, Buffon. Luego Casillas, Neuer... Intento fijarme en distintas características de cada portero. Todos tenemos nuestras fortalezas y debilidades y se trata de reforzar las primeras, de mejorar.
- ¿Los porteros están hechos de otra pasta? ¿Son una especie diferente, un poco...?
- ¿Zumbados? (risas). Siempre se ha dicho que los porteros tenemos ese toque de locos, que somos diferentes. ¡Yo no me veo con ese toque! Igual es lo que me vendría bien, no se sabe, pero me considero muy tranquilo, una persona normal.
- ¿Un portero es 20% fútbol y 80% psicología?
- Hoy en día, la psicología tiene una importancia enorme en todas las posiciones. Es verdad que la del portero es diferente: somos los únicos que podemos coger el balón con las manos, vestimos distinto. Hay que estar concentrado los 90 minutos y pico que dura el partido y saber que siempre habrá errores. A la mínima que cometas uno acaba en gol. Por eso hay que ser fuerte mentalmente, para seguir siendo la misma persona. Un error no cambia al portero.
- Contra el Valladolid jugó su partido 50 con el Athletic. El balance es de 40 goles encajados y 20 porterías a cero. ¿Bien?
- Sí, en cuanto a datos no está mal. Siempre respetando al rival, hay que decir que en las primeras eliminatorias de Copa juegas contra equipos inferiores. ¡A veces también lo hemos pasado mal contra ellos! Son campos difíciles. Estoy contento con mi progreso. A pesar de no haber disfrutado en las temporadas anteriores de tantos minutos como Unai, me siento valorado por el club. Valoro mucho que en una competición como la Copa se me haya mantenido hasta el final. Es de agradecer teniendo a un compañero de tan alto nivel.
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