Un equipo sin reacción

La apuesta por los tres centrales se reveló un éxito al principio. Sacar un punto en el Bernabéu, repetir en el Pizjuán... Sin embargo, con el trascurrir de las jornadas, se ha convertido en el sistema preferido por Garitano. Le ha sonreído en la Copa, es cierto, con dos victorias -Barcelona y Granada-, pero en la Liga su aportación se limita a tres puntos de 15 posibles -empleado en cinco de los ocho duelos jugados desde el Bernabéu-: tres empates y dos derrotas, consecutivas (Osasuna y Alavés). En suma, que ha dejado de funcionar en el pasado más reciente, pero Garitano lo mantiene a pesar de que los adversarios no sean netamente superiores: ¿lo era el entonces colista Espanyol, por ejemplo? ¿O un Alavés que, es verdad, jugaba con dos de los puntas más en forma de la Liga; aunque una vez que el partido va empate quizá era instante de meter más ataque en el campo? Pero no sucedió. De hecho, ninguno de los tres centrales ha sido sustituido en lo que va de temporada.

Y si se mira a lo que sucedió ayer, Garitano se demoró en reaccionar con el empate. Realizó la primera variación en el minuto 76, el primer cambio más tardío en lo que va de temporada. Y sustituyó una pieza defensiva, Ander Capa, por otro futbolista que se mueve en la zaga, Iñigo Lekue. Y solo sacó un delantero, Aritz Aduriz, a falta de diez minutos para el final. Tampoco es que tuviera mucha pólvora en el banquillo, debido a que el preparador deriotarra había dejado en Bilbao a Kenan Kodro a pesar de la lesión de Asier Villalibre. Pero con un empate, en un tramo de la temporada tan apretado y angustioso en cuanto a puntos... Quizá era el momento de tirar antes del '20', o de Ibai en un partido en el que los centros no estaban siendo precisos. Pero si no se quita un central, resulta complicado realizar cambios ofensivos, que aporten más peligro en ataque, y eso impide que el Athletic reaccione con goles.