Este equipo es una máquina: 18 partidos, 12 victorias y una sola derrota

Cuando echa la vista atrás, en su hoja de servicios solo ve una marca roja –la rocambolesca derrota en Montilivi frente al Girona– desde que el calendario se adentró en el mes de septiembre. Tras caer el 31 de agosto frente al Atlético en el descuento de su encuentro de Liga en San Mamés, el Athletic ha disputado hasta ayer 18 encuentros. Y el balance es de los que llama la atención. Son 12 victorias, cinco empates y solo una derrota, en la que los rojiblancos desperdiciaron hasta tres penaltis y cayeron en el minuto 100, también de lanzamiento de pena máxima.

Esa es la carta de presentación de un equipo al que no le afectan los esfuerzos ni la acumulación de encuentros, que se comporta como una máquina perfectamente engrasada que a veces arrolla a sus rivales con una presión e intensidad asfixiante como frente al Real Madrid el pasado miércoles o opta por tirar de orden y pegada como ayer contra el Villarreal. El resultado, al final, es el mismo, los tres puntos caen al casillero de un equipo que ya acumula 32 –con una jornada más– y que se asienta cada vez más en la zona Champions.

Viajemos desde aquel 31 de agosto hacia el encuentro de ayer. Tras perder contra el Atlético, el Athletic reaccionó de la mejor forma posible, con tres victorias consecutivas –dos de ellas fuera de San Mamés– frente a Leganés, Las Palmas y Celta, a las que añadió dos empates frente a la Roma en el Olímpico y Sevilla en casa, y la primera victoria europea –contra el AZ Alkmaar–.

El descalabro de Girona impidió hacer un tramo perfecto entre parones por los compromisos internacionales de las selecciones, pero el Athletic regresó a la tarea con paso firme, un 4-1 al Espanyol en San Mamés que abrió una serie que se mantiene vigente. Los de Valverde no pierden desde el seis de octubre, es decir, desde hace dos meses. Y en este tiempo la maquinaria rojiblanca se ha engrasado todavía más, al punto de convertirse en el equipo más en forma del fútbol nacional con una racha de ocho victorias y tres empates en sus últimos once partidos.

¿Más datos para la felicidad de la familia rojiblanca? El Athletic cuenta sus cinco últimos compromisos por victorias, cuatro de Liga –Real Sociedad, Rayo, Real Madrid y Villarreal– y uno de Europa League –frente al Elfsborg–. Ante la acumulación de partidos que está afrontando en este tramo, la capacidad resolutiva del Athletic crece, dejando por tierra las dudas existentes en torno al equipo sobre su capacidad para afrontar dos competiciones al mismo tiempo. En estos momentos nadie viaja a la velocidad de los rojiblancos, a los que les quedan tres partidos –Fenerbahce, Alavés y Osasuna– para cerrar un 2024 que se está convirtiendo en inolvidable para el grupo que entrena Ernesto Valverde.

Centrando la mirada en la Liga, la trayectoria del Athletic es la de un equipo que asciende a todo tren por las escaleras hacia la zona noble de la competición. Tras la derrota frente al Girona, en la jornada 9, el Athletic se encontraba a 10 puntos del Barcelona, a 7 del Real Madrid, a 3 del Atlético y a 3 del Villarreal. Ocho partidos después, el Athletic ha reducido su distancia con el Barcelona, líder de la competición, a seis puntos, y nadie ha sido capaz de tomar ventaja con un Athletic que parece imparable. Si tomamos como referencia al rival de ayer, el Villarreal tenía tres puntos de renta en aquella octava fecha y hoy aparece a seis de distancia del grupo rojiblanco.

¿Aguantará el Athletic este ritmo de equipo más en forma de la Liga? De momento, los aficionados rojiblancos prefieren centrarse en el presente, ese que les hace disfrutar con la marcha de un equipo que ha sumado 28 de los últimos 39 puntos posibles, y 18 de los últimos 24. ¡Que siga la fiesta!.