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Nunca fue fácil regatear a Andoni Iraola, el cuarto jugador que más partidos ha disputado con el Athletic (510), sólo superado por Iribar (614), Txetxu Rojo (541) y Joseba Etxeberria (514). Ahora que es entrenador del Mirandés, la Cofradía Mirandesa de Bilbao le ha dado ... un homenaje en la sede de la Peña Athletic Juvenil, en la calle Licenciado Poza, con San Mamés al fondo. Iraola tiene 37 años y tras entrenar al AEK Larnaca en Chipre crece como técnico en Segunda División con el conjunto burgalés. Miranda de Ebro es una ciudad ferroviaria. ¿Será estación de paso antes de desembarcar en el banquillo del Athletic? La pregunta era obligada. La respuesta es la esperada. «Ahora mismo, bastante trabajo tengo con el Mirandés. Aquí se trata, como cuando era jugador, de ir quemando etapas y pasando objetivos. Ahora tengo un reto muy bonito y no me planteo más», contesta. Buen defensa.
Por las escaleras de la Peña Juvenil bajan rojiblancos como Carlos Gurpegui y el presidente del club, Aitor Elizegi. Corren por la barra del bar platos con delgadillas, las morcillas hechas con tripas de cordero, típicas de Miranda. Han venido el presidente del conjunto castellano, Alfredo de Miguel, y varios consejeros. Los mirandeses de la Cofradía bilbaína son de los dos equipos. «El Mirandés tiene que tener como modelo al Eibar. Si los escopeteros han podido subir a Primera, por qué no lo vamos a hacer los ferroviarios», lanza Jesús Fernández Urbina, que conduce el acto. Iraola recibe la txapela de honor. «Me hace mucha ilusión -agradece-. En Miranda, como en Bilbao, he comprobado que hay ese sentimiento de orgullo por la tierra». Miranda ronda los 35.000 vecinos y el club tiene 3.400 socios, casi el 10% de la población. Es patrimonio popular.
El homenaje es en Bilbao y a Iraola, claro, le insisten con el Athletic, al que ve «bien» esta temporada. «Defensivamente, es un equipo muy fiable. Presiona bien. Tiene personalidad. El objetivo debe ser el de siempre, luchar por los puestos europeos», apunta. Su actual equipo, el Mirandés, anda por la mitad de la tabla en Segunda. «Nos costó arrancar. A nivel de juego hemos estado bien, pero cometimos errores que nos quitaron puntos al inicio de la campaña. Ahora llevamos tiempo en una línea ascendente», subraya.
Ya esgrime el discurso de los entrenadores, su nuevo oficio. «Es una profesión completamente distinta. Es como empezar de cero, aunque aprovechando la experiencia como jugador. Es otra historia», compara. Los socios de la Cofradía mirandesa le reclaman que, aprovechando la presencia en el homenaje de Elizegi, le pida algún jugador cedido, como Íñigo Vicente, que ya está en el equipo del Ebro. «A Íñigo le veo bien. Está participando cada vez más y confío en que siga en esta línea». Vicente fue en su día el más regular del Athletic juvenil. Su nombre figura en la tabla con los apellidos de todos los vencedores que decora una de las paredes de la Peña.
Una vez sentados en la mesa, Fernández Urbina coge el micrófono y, puestos a pedir, se arranca: «Ya que estamos en Licenciado Poza, con San Mamés al final de la calle, a ver si pronto podemos ir al campo a ver al Mirandés en Primera». Ese es el destino soñado por el equipo ferroviario que ahora conduce el exrojiblanco Andoni Iraola.
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