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Rosalía, en el partido que jugamos hoy nos meterás un gol».
- Es que nunca he marcado un gol y además vienen a verme mis padres.
- Pues hoy nos lo vas a meter.
Esta es la conversación que mantuvieron el pasado domingo en el ... salón de desayunos del hotel Ilunion de Bilbao Esteban Feijoó (Bilbao, 65 años) y Rosalía, una joven con síndrome de Down jugadora del Sporting. El Athletic se medía a los asturianos unas horas después en la fase final de la Liga Genuine en Lezama.
Feijoó dio instrucciones a sus jugadores para que facilitaran un gol a la asturiana. «Hay que hacerle más feliz», les pidió. Cumplieron encantados. Rosalía marcó. «Nos fuimos a celebrarlo los dos equipos juntos. Luego le cogí de la mano, la llevé a la tribuna, la coloqué ante el público y sus familiares y le dije 'este momento es para ti'. Era la persona más feliz del mundo», evoca emocionado.
Lo sucedido con Rosalía es el tipo de anécdotas que reflejan la forma en la que Feijoó ha llevado desde su nacimiento hace cuatro años el Athletic Genuine.
El proyecto arranca en 2013 con Ritxi Mendiguren como responsable de la Fundación Athletic. Feijoó acumula una amplia experiencia en los banquillos de Lezama, pero siempre ha dedicado una gran parte de su tiempo a colaborar con asociaciones benéficas. Le proponen trabajar con un grupo de muchachos con discapacidad intelectual los viernes en el polideportivo de Zorroza y se apunta encantado.
En 2018 la Liga Profesional se convierte en la primera, y aún única en Europa, que pone en marcha una competición para jugadores con discapacidad funcional. Feijoó toma la dirección del equipo y logra el premio que más le satisface, el Fair Play, que se otorga por los puntos que dan los rivales, los árbitros y la organización para valorar el comportamiento de los conjuntos participantes. «Lo hemos ganado los cuatro años. Es un orgullo tremendo», se felicita.
Feijoó lo ha tenido claro. Nada de competir. Lo importante es que sus 45 jugadores de ambos sexos «disfruten en Lezama, que hagan amigos y que sus padres estén felices de verles así». Así se explica que se tome con un humor tremendo una situación que vivió el pasado fin de semana. «De repente me fijé en que estábamos siete jugadores en lugar de los ocho habituales. Miré a un lado y vi a uno de los nuestros bailando delante de la grada. Me encantó y emocionó. 'Sigue bailando', le grité».
Feijoó se ha encontrado con equipos que potencian la capacidad competitiva de sus jugadores. No quiere dar nombres, pero advierte de que eso no le va, que no es el espíritu del Genuine. «Los chicos tienen que ganar amigos, respeto y felicidad. Y que sus padres se muestren orgullosos de ellos. Siempre les digo '¿te lo has pasado bien?, ¿has hecho amigos?' Pues eso es más importante que ganar un partido».
Por eso ha sido muy estricto: la inclusión es admitir a todos los que quieren jugar y repartir los minutos de forma equitativa, con independencia del nivel de cada uno. «Mi competición no es ganar, es que los chicos disfruten. Otros equipos calentaban como los profesionales. Nosotros lo hacíamos bailando».
El domingo 5 puso fin en Lezama a su etapa en el Athletic. Se cerró con un emotivo homenaje de sus jugadores, que le mantearon, el reconocimiento de la Liga, que le dio el premio Legend, y también del club. «Fue la despedida soñada, la mejor que podía tener. Entré en Lezama con 15 años y me voy con 65 con cuatro títulos consecutivos de Fair Play», explica.
Feijoó se jubiló en marzo en ASEMAS, la mutua de los arquitectos, y cree llegado el momento de descansar. «Me levantaba a las seis de la mañana para trabajar, venía a Lezama y me acostaba a las once de la noche». Eso sí, que nadie espere que lo deje del todo. Mantendrá su colaboración con asociaciones benéficas.
El técnico dice haber recibido más de lo que ha dado. «Gracias a estos chicos relativizas la vida. Les ves con su gran espíritu de superación pese a sus dificultades y te emociona. Les llevaré siempre conmigo».
Como jugador. Tres campañas en el juvenil del Athletic, dos en Bilbao Athletic, Arenas, Mungia, Basconia, Alavés y Getxo.
Entrenador. Loiola Indautxu durante siete años. En 2002 entra en Lezama, en donde ha entrenado a alevines. Ha trabajado en el Departamento de Tecnificación de la Fundación y fue responsable de etapa alevín e infantil. Llevó además escuelas y colegios.
Athletic Genuine. Ha sido su único entrenador entre 2018 y 2022.
En mayo de 2018 los jugadores del equipo masculino Aritz Aduriz, Sabin Merino y las futbolistas del femenino Damaris Egurrola y Ainhoa Tirapu se subieron hasta el campo 7 de Lezama a entrenar con los muchachos del Genuine, que se llevaron una tremenda sorpresa al verles entrar en el campo y participar en los rondos y en el partidillo con ellos. La sesión acabó con todo el grupo haciendo piña en el centro del campo. «Aduriz me dijo 'es el mejor entrenamiento que he hecho en mi vida'». Es la única vez en la que jugadores de los primeros equipos masculino y femenino han trabajado con estos chicos.
Aduriz se implicó más. En el año 2020 hizo una videollamada a Josu, uno de los jugadores, para mostrarle el cromo digital de la colección de esta competición.
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