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El Athletic atraviesa por una profunda crisis de juego y resultados y Eduardo Berizzo vive su peor momento desde que llegó en verano a Bilbao, donde pese a todo percibe «paciencia de la gente» y la convicción de que las aguas volverán ... a su cauce. Es lo que suele comentar en sus comparecencias y también el convencimiento de que el equipo dará el salto y que pondrá tierra de por medio con la zona baja de la clasificación para aproximarse a los puestos acordes con su potencial ya que, según alega, hay material más que suficiente que permite mirar al futuro con optimismo. Evidentemente, no es la primera vez que los rojiblancos pasan por una situación semejante y siempre han salido adelante, con más o menos sufrimiento, pero la reacción acababa llegando y con ella la impagable sensación de alivio. Curiosamente, y después del repaso a las ligas de los tres puntos y la detección de torneos parecidos al actual, el arrebato se ha producido justo a estas alturas del campeonato, a partir de la jornada 12, cuando los bilbaínos encadenaron varios encuentros sin perder y tomaron una bocanada de aire fresco.
Está claro que el equipo no puede demorar ni un partido más su reacción y que el bloque de los cinco encuentros siguientes -Getafe, Levante, Girona, Alavés y Valladolid- se revela como fundamental para poner remedio a una crisis que se ha alargado demasiado. Nada menos que casi tres meses y 11 choques sin conocer la victoria, una mochila con exceso de peso que urge aligerar cuanto antes y bajar el volumen de las alarmas. La buena noticia es que los rojiblancos están a tiempo de cambiar el rumbo y entrar en las aguas más tranquilas, la mala es que tienen que hacerlo ya porque de lo contrario la presión y los nervios de verse clavados ahí abajo atenazarían aún más a unos jugadores que -la inmensa mayoría de ellos- no están acostumbrados a caminar sobre el precipicio.
Pero el Athletic siempre ha salido adelante y lo ha demostrado en infinidad de ocasiones. Ahora es el momento de enseñar los dientes y empezar con la remontada. Ya.
2005-2006
La temporada 2005-2006 fue la que dio inicio al famoso 'bienio negro', una de las épocas deportivas más delicadas en la historia del club. Al igual que ahora, el Athletic solo había sumado una victoria en las primeras 12 jornadas -iba último- y, además, se había producido el cese de José Luis Mendilibar y el nombramiento de Javier Clemente. Los rojiblancos tenían siete puntos, fruto de una victoria y cuatro empates, y las sensaciones que transmitían eran más que preocupantes, pero hubo una reacción a partir de la decimotercera jornada y la traca final que dejaron al equipo decimosegundo.
7 puntos tenía el equipo en la jornada 12. Reaccionó a partir de la 13 con dos victorias y dos empates en cuatro partidos.
A la conclusión de la décima jornada, Ibaigane despidió a Mendilibar, quien tampoco tuvo una buena relación con el vestuario, y Clemente cogió al equipo. Empató con el Espanyol, perdió frente al Alavés y entonces llegó la reacción en Mallorca. Los bilbaínos encadenaron cuatro encuentros sin perder en los que ganaron al conjunto bermellón y al Betis e igualaron frente al Atlético y el Valencia. Lo hicieron a estas alturas del campeonato, justo lo que necesitan los hombres de Berizzo, recuperarse con unos cuantos triunfos y construir sobre ellos su recuperación.
Aquel curso estuvo marcado por mucho sufrimiento y miedo al descenso, pero pese a todas las adversidades el Athletic consiguió cerrar el año en el puesto 12 gracias a una traca final de tres triunfos en otros tantos partidos -Zaragoza, Deportivo y Barcelona-. Ahora las sensaciones son otras, al igual que el equipo, que confía en despegar ante el Getafe y volar.
2006-2007
Después de una temporada ruinosa, la campaña 2006-2007 trajo incluso más sufrimiento y miedos que la anterior y acabó por cerrar la maldita entrega del 'bienio negro'. Con Félix Sarriugarte en el banquillo, cesado precisamente en la jornada 12 tras perder en casa ante el Sevilla (1-3), el equipo apenas sumaba ocho puntos y solo había ganado un partido. José Manuel Esnal 'Mane' cogió las riendas de la plantilla y, tras perder contra el Real Madrid, los rojiblancos reaccionaron y firmaron una serie de resultados positivos que les dieron aire. En los siguientes siete partidos sacaron 14 puntos -cuatro victorias y dos empates-, aunque no lograron mantenerse en la ola buena y volvieron a caer.
8 puntos sumaba el Athletic a estas alturas de la Liga. Luego ganó tres partidos y empató un0 y cerró la jornada 20 con 22 puntos.
Tras 13 encuentros y solo un triunfo, el Athletic recibió al Recreativo a mediados de diciembre de 2006 y se impuso por 4-2. Los tres puntos fueron festejados con mucha alegría por una plantilla castigada por los malos resultados y necesitada de buenas noticias. Luego se ganó al Deportivo en Riazor (0-2), se empató con el Zaragoza (0-0) y se superó al Mallorca (1-3). El equipo tropezó en San Mamés frente al Villarreal (0-1), pero reaccionó de nuevo e igualó fuera con el Levante (0-0) y se anotó el derbi en Anoeta (0-2).
Una racha semejante o mejor necesita ahora la tropa de Berizzo para salir de los bajos fondos y, a diferencia de lo que ocurrió entonces, solidificar sus cimientos y crecer. Porque aquel año se sufrió hasta la última jornada, en la que el Athletic se salvó 'in extremis' con una victoria ante el Levante.
2008-2009
Andaba el Athletic sumido en una grave crisis de resultados y en las 12 primeras jornadas apenas había logrado nueve puntos que le bajaron hasta la zona del descenso (18º). Era el segundo año de Joaquín Caparrós al frente del equipo que, metido en una situación parecida a la actual, reaccionó de manera formidable a partir del decimotercer encuentro liguero y se situó en la parte delantera de la tabla. Con siete derrotas en 12 choques -ahora son cuatro-, los rojiblancos despertaron y rubricaron una serie de siete duelos sin perder que resolvieron además con cinco victorias y dos empates.
9 puntos totalizaban los rojiblancos una vez cerrada la jornada 12, y entonces encadenaron siete partidos sin perder
Todo empezó en la jornada 13, cuando los bilbaínos derrotaron en San Mamés al Numancia (2-0) y mitigaron sus cuadros de ansiedad. Luego se empató con el Racing y el Espanyol y se ganó al Sporting, Betis, Atlético (en el Calderón) y Valencia. ¿Consecuencia? El Athletic cerró la primera vuelta noveno con 26 puntos, a cinco de Europa y a 11 del descenso, donde había estado solo mes y medio antes. Además, en este tramo del calendario, justo al que va a afrontar la tropa de Berizzo, se sacaron 17 puntos de los 21 posibles, se marcaron 14 goles y apenas se encajaron seis.
El equipo demostró una gran capacidad de reacción y prácticamente no volvió a mirar abajo. Incluso podía haber aspirado a mucho más que al definitivo puesto 13 de no haber sido por una floja segunda vuelta en la que se ganaron cuatro partidos y se perdieron los tres últimos. Pero, una vez más, la reacción llegó a partir de la jornada 12.
2017-2018
El Athletic firmó el año pasado su segunda peor clasificación de la historia -acabó decimosexto empatado con el decimoséptimo-, aunque no pasó apuros clasificatorios en ningún momento y casi siempre estuvo a una distancia más que prudencial de la zona teñida en rojo. Es verdad que el equipo no sabía a lo que jugaba y le faltaba un modelo definido en el que acomodar su fútbol, un estilo que no llegó a construir nunca José Ángel Ziganda, quien tampoco contó con la confianza absoluta de sus hombres. A estas alturas del campeonato, y presentes en Europa, un factor a tener en cuenta, los rojiblancos solo totalizaban dos puntos más que ahora. Aquello no avanzaba y los resultados no llegaban, pero al menos hubo un momento en el que los bilbaínos se armaron y estuvieron más de dos meses sin perder.
12 puntos era el botín del equipo a la conclusión de la duodécima jornada. Luego el equipo estuvo diez jornadas sin perder
Una vez más, la reacción se produjo prácticamente en el mismo momento en el que se encuentra ahora el bloque de Berizzo, necesitado de buenas noticias y puntos que alimenten su casillero. En la jornada 12 se igualó ante el Villarreal y los rojiblancos encadenaron diez encuentros sin perder. En este tiempo, entre el 19 de noviembre y el 26 de enero, los bilbaínos consiguieron tres victorias y siete empates. Iban en el puesto 12 y estaban a seis puntos de Europa y a 10 del descenso.
Ahora el equipo está sufriendo y la confianza es la que es, pero el Athletic siempre ha salido adelante. Llegan cinco partidos fundamentales en los que Berizzo puede zanjar la crisis, respirar y ver la vida de otro color.
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