Williams no tiene nada que envidiar a Aduriz

La campaña, por tanto, es un gran triunfo para Williams. Ha demostrado a los escépticos que es capaz de asumir el puesto de delantero centro del Athletic, y el miedo al vacío tras Aduriz ha sido apagado por sus goles. Cuando el delantero donostiarra estuvo en condiciones al inicio de curso, Williams se movió por la banda derecha, una posición en la que no está a gusto. Le falta espacio para salir y correr. «Donde mejor me siento es de nueve», insistió tras firmar dos goles ante el Rayo, los que elevan su registro en esta Liga a 14, su mejor marca personal desde que debutó en la primera plantilla con Ernesto Valverde.

Gaizka Garitano conversó con él nada más relevar a Eduardo Berizzo.Le dijo que lo quería como referente en el ataque y le favoreció con un esquema que dejaba espacios abiertos a los delanteros.Además, le dio un consejo que el jugador lleva a rajatabla. «No corras por todos los balones. Reserva energías para el tramo final de los partidos cuando los rivales están cansados», le pidió. «Lo hago y me viene bien», destaca el máximo goleador del Athletic.

Williams enlaza con la excelente tradición de delanteros rojiblancos que han ocupado su lugar en los últimos tiempos, aunque sea el más distinto de todos ellos. No es un nueve de referencia y 'cazagoles', sino un jugador que necesita espacios para rendir.

Aun así, la comparación con sus antecesores le refuerza. Williams tiene hoy 24 años y 10 meses.En ese tiempo ha anotado 48 goles en 198 partidos. Sólo le supera por poco Fernando Llorente, quien a estas mismas alturas de su vida había alcanzado las 55 dianas. Y aparece por encima de Aduriz y Urzaiz, que llegaron al Athletic con la misma edad que tiene hoy el máximo goleador rojiblanco. No tenían tanto currículo como él, pero el Athletic pagó un considerable traspaso por ambos, 3 millones por Aduriz y 3,3 por Urzaiz.

Con 24 años y 10 meses,Aduriz jugaba en diciembre de 2005 sus últimos partidos con el Valladolid en Segunda A. Fue fichado por Fernando Lamikiz para el Athletic, con el que se estrenó en enero. Fue decisivo en la salvación, pero hasta entonces su recorrido en Primera era muy pobre, cuatro partidos antes de salir de Bilbao y cero goles. Urzaiz, por su parte, no encontró su sitio hasta que llegó al Espanyol, en donde explotó con 13 dianas. El Athletic lo fichó y aterrizó en Lezama con 16 goles en Primera.

Su capacidad realizadora viene de perlas al Athletic. Aparece empatado en el puesto once de la clasificación del Pichichi con Oyarzabal (Real Sociedad), Roger (Levante), Sarabia (Sevilla) y Borja Iglesias (Espanyol). Pero de todos ellos es el más rentable para su equipo. En la clasificación de 'goles decisivos' Williams se encuentra en tercera posición con 13 puntos, al lado de Benzema (Real Madrid) y Griezmann (Atlético de Madrid). Sólo les superan Messi (Barça) y Stuani (Girona).

Un crecimiento el de esta temporada que tiene impresionados a tres de los grandes goleadores de la historia del Athletic, como son Dani, Sarabia yCarlos. Daniel Ruiz-Bazán resalta que estamos ante un jugador «con unas posibilidades extraordinarias y que aún no ha explotado su tope. Creo que está a un 70 de su potencial porque aún tiene cosas a pulir, como que es un poco nervioso en los momentos decisivos y tiene dificultades cuando le tapan los rivales». Eso sí, elogia que ha mejorado «mucho en el golpeo de cabeza y en retener el balón, dos cosas que no hacía bien».

Manolo Sarabia cree que el gran avance de Williams es que tiene más argumentos. «Lo más importante del delantero son los recursos para finalizar y los empieza a tener.Eso le hace más peligroso. Antes todo era fuerza, potencia y velocidad para explotar espacios.Además de eso, que es su grandeza, ya se le ve pausa, calma y que elige mejor el tipo de golpeo y la superficie de contacto a utilizar. Eso es imprescindible para un jugador con tantos mano a mano. Se nota que ha ido cogiendo confianza ante la portería y eso hace que sus números sean mejores».

Carlos Ruiz, por su parte, resalta lo que ha avanzado Williams. «Al principio no tenía movimientos de 9. No iba bien por arriba ni sujetaba el balón de espaldas. Hoy hace cosas que antes no hacía. Su juego de cabeza y de espaldas es mejor. Sucede lo mismo con la definición. Antes llegaba y pegaba un zurriagazo.Ahora levanta la cabeza y mira dónde está el portero», destaca.