Los socios deciden hoy en San Mamés qué Athletic quieren para los próximos cuatro años

Las elecciones, que por primera vez se celebrarán en San Mamés, llegan en un momento trascendental para el club porque deberá hacer frente a un escenario muy complejo en todos los ámbitos. Un contexto nuevo que obligará a equilibrar las cuentas, a volver a Europa para no perder peso respecto a los equipos de la Liga en permanente crecimiento y a garantizar la autosuficiencia de futbolistas a través del trabajo de cantera frente a un mercado prohibitivo y con un escaparate muy limitado.

Hasta que se ha conocido el entrenador por el que han apostado los aspirantes -Ernesto Valverde, en el caso del empresario bilbaíno y del máximo responsable de la Autoridad Portuaria, y Marcelo Bielsa en el del ejecutivo deustoarra- el baile de nombres ha sido constante para el banquillo. La campaña en este sentido ha sido muy similar a las anteriores. Pero el guion de la que acaba de terminar ha sido diferente al resto en la intensidad mayor o menor de los tiempos.

Por regla general el momento culminante solía llegar tres o cuatro días antes de los comicios, con una parte final más tranquila que servía a los candidatos para recuperar fuerzas. Más allá de la lógica expectación por la identidad del técnico tras la era Marcelino, elemento determinante para la masa social a la hora de pronunciarse, en esta ocasión el nudo se ha desarrollado con cierta calma y ha sido en las horas previas al desenlace cuando se ha desatado la tormenta. De hecho, ayer mismo, en los actos de cierre de campaña, Arechabaleta desveló el nombre de su director deportivo, Óscar Perarnau, Barkala avanzó que pagará la cláusula de 22 millones por el osasunista Jon Moncayola y Uriarte reafirmó su independencia.

Han pasado quince años desde la última vez que los socios pudieron elegir entre tres presidenciables. Fue en 2007, cuando concurrieron Fernando García Macua -a la postre ganador-, Juan Carlos Ercoreka y Javier González. La arena electoral de este 2022 ha tenido muchos frentes antes del desarrollo hoy de una jornada de resultado abierto que se dilucidará en La Catedral con las urnas abiertas desde las nueve de la mañana hasta las nueve de la noche.

Hace quince días Uriarte se llevó la batalla de las firmas, de fuerte carga simbólica, después de que la junta electoral le validara 6.041 papeletas, 387 menos que las presentadas. Barkala recibió el visto bueno a 4.054 avales, con una 'pérdida' de 407. Mientras que Arechabaleta obtuvo el 'sí' a 2.987 apoyos, 274 menos de los depositados en Ibaigane.

Los tres mantuvieron por tanto su estatus inicial en el que supuso el pistoletazo oficial de salida en la carrera hacia el gobierno de la entidad rojiblanca. Desde entonces han pasado muchas cosas, vaivenes constantes en la comunicación de los mensajes y en la defensa de los proyectos que impiden hablar de un claro favorito para relevar a Aitor Elizegi al frente del club.

La grada de animación y los nuevos Estatutos, principales legados del empresario en sus tres años y medio de mandato, afectarán directamente a los próximos gestores del club. La junta directiva entrante tendrá que perfilar los últimos detalles de la mencionada grada joven y su legislatura habrá de acoplarse a una reglamentación que incluye cambios de calado. Como la profundización en la transparencia en la rendición de cuentas y la concesión de más poder a los socios, entre otros capítulos.

Descartada la continuidad de Marcelino García Toral, que se echó a un lado al no sentir un interés claro de ninguna de las planchas, el primer nombre que se conoció para gestionar la caseta rojiblanca fue el de Marcelo Bielsa, la apuesta de Arechabaleta. Barkala y Uriarte se han decantado por Ernesto Valverde. Por tanto, gane quien gane y se convierta en el presidente número 33 del Athletic, el banquillo recaerá en un técnico con experiencia en Bilbao. Sería la segunda etapa para el argentino y la tercera para el de Viandar de la Vera.

Y, por supuesto, ha habido polémicas. Como la designación y la 'destitución' en poco más de 12 horas de quien iba ser el director deportivo del empresario bilbaíno, el mexicano Carlos Aviña, por unos antiguos tuits de carácter machista, homófobo y racista.