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Todo cambio de entrenador deja en las plantillas algún que otro damnificado. Es inevitable y tampoco hay que darle demasiada importancia. Lo importante es siempre el crecimiento del equipo, no las molestias particulares que pueda sufrir alguno de sus integrantes. El caso de Unai Vencedor, ... sin embargo, merece un punto y aparte por lo que tiene de llamativo y sorprendente. No se ve muchas veces -y menos en una joya de Lezama que ya parece asentada en el once titular- un cambio de rol tan grande como el que está viviendo esta temporada el futbolista de Rekalde. Ha pasado de ser titular con Marcelino a ser el centrocampista menos utilizado de la plantilla con Valverde.
Los datos no pueden ser más esclarecedores. Vencedor fue titular en las cinco primeras jornadas de la Liga anterior. Hasta la sexta, cuando el técnico de Careñes decidió darles descanso a él y Dani García y alineó en su lugar ante el Rayo a Vesga y Zarraga, no vio el banquillo. El Athletic, como se recordará, perdió aquel partido con un gol de Falcao sobre la bocina y en la siguiente jornada, en Mestalla, Vencedor y Dani García volvieron al once titular. Al final de temporada, el joven canterano sumó 33 partidos y fue titular en 28 de ellos, lo que le convirtió en el centrocampista más utilizado por Marcelino. Y a nadie le sorprendió. El asturiano había confiado en él desde el primer día.
El caso es que Unai Vencedor terminó la pasada temporada feliz y satisfecho. Las cosas no podían irle mejor. A sus 21 años (cumple 22 el 15 de noviembre), se había convertido en una pieza fija del equipo -el cuarto jugador en minutos disputados- y era asiduo a las convocatorias de la selección sub21. Era tal el peso que había adquirido que el club decidió renovarle su contrato y ampliarlo dos años más, hasta 2027. La foto protocolaria con Aitor Elizegi y Rafa Alkorta se tomó el pasado 13 de mayo.
Fue aquélla una de esas decisiones a las que, desde el principio, les cuelga encima un gran interrogante. Al fin y al cabo, faltaba poco más de un mes para que el Athletic celebrará las elecciones y tuviera una nueva junta directiva y unos nuevos responsables deportivos. Teniendo en cuenta que el contrato de Vencedor terminaba en 2025, mucha urgencia por renovarle tampoco parecía haber, salvo que al club le pareciese baja y peligrosa su cláusula de rescisión de 40 millones y quisiera firmarle un nuevo contrato sin cláusula, como finalmente hizo. Sea como fuere, tampoco hubo tantos que se rasgaran las vestiduras. Vencedor parecía un valor seguro.
renovación
Cuatro meses después de aquella foto muy sonriente en San Mamés con el presidente y el director deportivo, el jugador de Rekalde vive la otra cara de moneda. El contraste con su situación de hace apenas unos meses es tan grande que el chaval no puede disimular su pesadumbre. Incluso cuando se unió a todos sus compañeros para saludar a la grada de animación tras la victoria ante el Rayo no pudo evitar un gesto serio y dolido. Valverde sólo ha contado con él en dos partidos, ante el Valencia y el Espanyol, y apenas le dio una calderilla de minutos, 36 en total, una cifra que le convierte en el decimonoveno jugador de la plantilla, sólo por delante de Morcillo (30 minutos) y Herrera (los 25 que jugó ante el Rayo). En los dos últimos encuentros, además, ni siquiera fue uno de los cinco cambios. ¿El motivo? Lo lógico es suponer que Txingurri busca más velocidad, dinamismo y llegada desde la sala de máquinas. Y que, a la hora de buscar solidez y equilibrio, Vesga y Dani García le convencen más.
No es extraño que Vencedor lo esté pasando mal. Y es que, a día de hoy, el panorama está muy claro y no le invita al optimismo. Valverde, como acabamos de decir, ha apostado por Vesga como medio centro defensivo titular y por Dani García como segunda opción en esa parcela, por delante de los centrales. Y ha apostado también por Sancet como mediocentro más ofensivo o volante, un puesto que va a disputar Herrera y que es también el natural de Zarraga. Unai Vencedor, en fin, se encuentra en una situación muy complicada. Es el último de la cola y está obligado de nuevo a abrirse paso para hacerse un hueco en el once titular. Si lo hace, si es capaz de «tragar veneno» como dice Marcelo Bielsa, progresar contra viento y marea y superar esta dura prueba con la que se ha encontrado de repente, significará que el Athletic tiene en él un futbolista para muchos años. Y al contrario, por supuesto. Si se rinde, su carrera en el club podría correr peligro.
28 partidos de Liga jugó de titular la pasada campaña el joven canterano de Rekalde
36 minutos, repartidos en dos partidos, ha disputado en estas seis primeras jornadas
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