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Miércoles, 20 de noviembre 2024, 23:32
Su líder era Juan Astorquia. Allí estaba, jugando con la camiseta blanca del Bizcaya, aquel 'team' formado por futbolistas del Athletic y del Bilbao FC que acabaría ganando la Copa de la Coronación de Alfonso XIII. En la imagen inédita a la que ha tenido acceso EL CORREO se le ve a Astorquia en plena acción por primera vez. La fotografía es del 31 de marzo e 1902 y corresponde al partido Bizcaya-Burdigala, una devolución de visita ya que ambos equipos se había enfrentado tres semanas antes en Burdeos. En las páginas del diario 'Nervión', se decía que a aquel partido, que terminó 7-0 para los bilbaínos, acudieron 3.500 personas y que, por primera vez, se instalaron un centenar de sillas en un lateral a cargo de la casa de Misericordia.
Según recoge el Athletic, la primera constancia escrita del uso de las campas de Lamiako para jugar a fútbol datan del año 1892, cuando los miembros del Club Atleta de los Astilleros del Nervión pusieron los ojos en un terreno que hasta el momento era un hipódromo. El 27 de octubre de 1892 solicitaron permiso para disputar el partido más antiguo del que se tiene constancia en Bizkaia. El permiso alcanzaba para jugar exclusivamente «los sábados por la tarde y los días festivos». De este modo, el hipódromo de Lamiako pasó a convertirse en el campo de fútbol de Lamiako, un terreno acondicionado de forma involuntaria, pues su destino hasta el momento había sido otro. Con el tiempo y ante la gran cantidad de público que se desplazaba a ver los partidos, los trenes acabaron por hacer paradas programadas junto al campo. Los primeros amantes del fútbol en Bizkaia, muchos de ellos miembros de esas familias bilbaínas que veraneaban en Las Arenas y otros que hasta allí se acercaban, encontraron en Lamiako lo más parecido a un campo de fútbol como los que habían visto en Inglaterra.
Fue a partir de 1901 cuando los los zurigorris disputaron sus partidos en Lamiako, ya que hasta entonces se jugaban en campas. El campo de Lamiako lo usaban además otros clubes como el Bilbao Foot-ball Club. Aunque en este terreno de juego no se celebraron encuentros de competiciones oficiales, sí que se jugaron partidos 'formales' frente a equipos punteros de la época, como el Stade Bordelais y el Real Santander. El último duelo que jugó el Athletic en el campo de la Margen Derecha fue el 19 de marzo de 1911, frente a los franceses La Vie au grand air du Medoc, partido que el conjunto rojiblanco ganó por 3-0.
Hablamos de un personaje fundamental en la historia del Athletic. Nacido en 1876, hijo de una familia de comerciantes bilbaínos, el mayor de siete hermanos, 'Juanito' aprendió a jugar al fútbol en el College Católico de Manchester donde completó sus estudios y aprendió inglés. Desde el principio, destacó por su habilidad, su dominio del balón y su carácter competitivo. Ya con 20 años, de regreso a casa, fue una pieza clave para impulsar el fútbol en la capital vizcaína. Su entusiasmo contagioso prendió entre sus amigos y compañeros de tertulia en el Café García. Juntos comenzaron a jugar en la campa de Lamiako y juntos participaron en la creación del Athletic.
Aparte de ser uno de los 33 padres fundadores, fue el primer capitán del equipo y su presidente en 1903. Su muerte en 1905, a los 29 años, la misma edad por cierto a la que murió Pichichi, causó una gran conmoción. En las pocas fotografías que se conservan de él aparece siempre con una mirada retadora, el ceño fruncido y el pelotón en las manos o hundido entre sus piernas. Basta un simple vistazo para reconocerle como el jefe de la banda. Los demás miembros del equipo posan sonrientes, serios, despistados o expectantes. Astorquia, en cambio, ofrece una imagen imponente. Parece que te va a saltar al cuello. Viéndole, sus rivales sólo podían extraer una impresión: la de peligro inminente.
Otro de los mitos del Athletic fundacional. Nacido en Sunderland, Dyer llegó con sólo un año a Bilbao, donde su padre Sydney J. Dyer abrió una empresa de exportación de hierro para las fundiciones de Gales y del noreste de Inglaterra. Lo cierto es que Dyer fue un niño bilbaíno más, residente en la calle Henao, que se acabaría convirtiendo en un delantero letal y en uno de los grandes protagonistas de la Copa de la Coronación de Alfonso XIII. Curiosamente, de este inglés que vino a Bilbao no se ha conservado una foto como jugador. Es extraño, pero no posó en ninguna de las formaciones que se conocen del Bizcaya, del Bilbao o del Athletic. En alguna publicación, en concreto en el pie de la fotografía de la alineación del Bizcaya en su partido en Burdeos el 9 de marzo de 1902, se le confunde con su compatriota Carlton Levick, y hubo que subsanar el error.
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