Una defensa inédita para contener al Barça 'post Messi'

Marcelino García Toral lleva varios días preparando el choque contra los blaugrana, quienes todavía aturdidos por la salida de Messi rumbo a París se regalaron una goleada balsámica ante la Real Sociedad. Nada menos que cuatro tantos en su estreno liguero en el Camp Nou, que disfrutó con el doblete de Braithwaite y las inmejorables sensaciones de Memphis Depay. El argentino ya no está, pero el ataque azulgrana funcionó a las mil maravillas y la respuesta del equipo a la marcha de su icono fue coral y convincente. El Athletic es consciente de ello y, aunque aliviado por la ausencia del rosarino, una de sus grandes bestias negras, sabe que deberá hilar muy fino para contener a la delantera culé y al siempre inspirado Griezmann cada vez que pisa San Mamés o se mide a los bilbaínos.

Habrá que ver cómo evoluciona la semana, el comportamiento de los lesionados y los 'tocados', pero lo que está claro es que el Athletic no podrá alinear a su defensa de gala, donde solo se mantiene Iñigo Martínez. Unai Simón disfruta de unos días de vacaciones, Yuri es baja de larga duración y Yeray lleva semanas fuera de la dinámica colectiva. Aquí no acaban los contratiempos: De Marcos se lesionó en Elche, Vivian también ha tenido que parar por unas contusiones -se espera que juegue-, Capa sigue con su recuperación y Petxarroman no pudo estar en Elche por unas molestias en los isquiotibiales. Es el escenario actual, aunque podría mejorar de aquí al sábado.

En cualquier caso, el técnico asturiano se verá obligado a improvisar de nuevo una línea para tratar de cerrar los espacios que llevan a la portería de Julen Agirrezabala. Con Balenziaga e Iñigo disponibles, el técnico confía en poder contar con Vivian y Petxarroman o De Marcos para poder formar su línea de cuatro.

El Athletic se verá las caras con un Barcelona sacudido por los últimos acontecimientos y asfixiado por su ruinosa situación económica. De hecho, el club sigue intentado sacar a futbolistas de la plantilla para reducir la masa salarial, algo que de momento no consigue. Pero su buena puesta en escena contra la Real renovó los ánimos en el vestuario, en el que Piqué se bajó el sueldo para que el Barça pudiese inscribir a Depay y a Éric García. Incluso con todas las dificultades del mundo, que ahí están, los blaugrana llegarán a San Mamés con un ataque que infunde respeto. Sin Messi y con Agüero, Dembélé y Ansu Fati lesionados, Ronald Koeman estará en condiciones de repetir con el tridente Griezmann-Depay-Braithwaite. Contra los donostiarras demostraron que se entienden y que son capaces de hacer daño en los metros finales.

Tanto el Athletic como el Barça están inmersos en sus respectivos procesos de puesta a punto, aunque en el caso de los rojiblancos se trata de dar con la tecla que permita expresarse de una manera diferente en el campo. Los azulgrana son un rival de postín, un desafío mayúsculo, una de las batallas más antiguas de la Liga, que los bilbaínos han afrontado muchas veces asumiendo que Messi estaría enfrente con la capucha de verdugo. No hay que negar que su ausencia es un alivio, la de un hombre que ha hecho siete goles en San Mamés, seis en las finales de Copa y tres en la Supercopa. El Athletic es el cuarto equipo al que más tantos ha marcado el argentino (29) después del Sevilla (38), Atlético (32) y Valencia (31). Una pesadilla con la que sueñan ahora en Francia.

Messi jugó su primer partido en San Mamés el 30 de septiembre de 2006. El Barcelona ganó (1-3), pero él no marcó. De hecho, tardó más de un lustro en hacerlo en La Catedral. El 6 de noviembre de 2011 hizo el empate a dos en el tiempo de descuento de aquel partido pasado por agua y envuelto en épica. Desde entonces no ha parado de facturar contra los rojiblancos, en casa, fuera y en diferentes escenarios de las finales coperas. El sábado no estará después de 15 años de enfrentamientos con el Athletic. Un total de 41 partidos, de batallas, en las que anotó 29 tantos y repartió 11 asistencias. Empieza una nueva era, que los hombres de Marcelino quieren inaugurar con una victoria.