El declive de Unai Nuñez

Se trata, ni qué decirlo, de la peor de las cinco campañas del este central de 25 años en el primer equipo. En las cuatro anteriores había superado al menos los 1.000 minutos. De hecho, su listón más bajo estaba en los 1.276 del curso 2018-19, dos veces y media más de los que ha jugado esta campaña.

Ha pasado de soñar con una carrera amplia en La Roja a ser el cuarto central en el Athletic. Muy lejos queda aquel deslumbrante ascenso, con Cuco Ziganda de entrenador, y aquellos 3.167 minutos en una campaña en la que sólo se perdió cinco partidos de Liga y dos de ellos por lesión. También se ve muy atrás el momento en el que en septiembre de 2019 tocó el cielo del debut con la selección de España.

Nuñez era el tercer central del Athletic. Y era algo que le sacaba de sus casillas. En septiembre de 2020, tras jugar 2.053 minutos la campaña anterior, cuatro veces más que en ésta, lanzó un pulso al club al pedir en público ir cedido «porque no puedo permitir un año más sin continuidad».

Hoy su situación es peor. Ha caído en la jerarquía a la cuarta posición entre los centrales. Los otros tres juegan muchísimo más que él. Iñigo Martínez lleva 2.463 minutos, Yeray, 1.800; y Vivian, 1.697.

La pregunta con Nuñez es ver si sigue como cuarto central para Marcelino García Toral o ha caído a la quinta posición. De hecho, el último jugador que se colocó en esa zona ajeno al trío Iñigo Martínez-Yeray-Vivian fue Balenziaga.

Sucedió en Mallorca en un partido que marca el tramo final de la campaña de Nuñez. Es un gran central, pero al que le cuesta asumir un rol secundario y rendir cuando se le requiere. Es un papel que, por ejemplo, hace a la perfección Dani Vivian. El portugalujo sale demasiado tenso, como con ganas de ajustar cuentas por su situación y eso le lleva a caer en errores. En Mallorca cometió el penalti del primer gol por llegar tarde y fue superado en un salto en el área en el segundo. El entrenador le señaló al sustituirle en el descanso, acabó con Balenziaga como central y no le ha dado ningún minuto más en los seis partidos siguientes.

Apenas dos meses después de vincular su renovación a jugar, Nuñez dio marcha atrás y en noviembre firmó hasta 2025. Este periódico reveló que la cuarta oferta que se le presentó, en octubre, era de 1,6 millones netos, que se podían elevar a dos millones si jugaba mucho, lo que no ha sucedido.

El caso del futbolista rojiblanco es un asunto que debe abordar el próximo presidente del Athletic. Su ficha es alta para ser un cuarto central en un club que ha firmado sus últimas renovaciones a la baja y en una época de crisis. ¿Interesa mantenerle o es mejor buscarle una salida? Es una decisión que quedará en manos del futuro presidente del Athletic.