El día en que dio su segunda asistencia de gol de la temporada dejó un pésimo recuerdo a Iker Muniain, que recibió la segunda expulsión de su carrera. La anterior llegó hace casi siete años, el 26 de mayo de 2013 ante el Levante en ... San Mamés. La jugada sucedió en el tramo final del encuentro. Muniain se lanzó a por Oyarzabal abajo. Le cazó en el tobillo. El realista quedó tendido en el suelo y por unos momentos hubo temor a que estuviera ante una grave lesión. La roja, mostrada de forma inmediata por Munuera Montero, no fue discutida por nadie en el vestuario rojiblanco. «Iker es un jugador que no pega ni una patada. Ha ido fuerte abajo a barrer el balón y ha llegado tarde. No ha ido a hacer daño. Eso es seguro, pero la expulsión es justa. Además, luego ha pedido disculpas», le defendió su entrenador, Gaizka Garitano.
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«He hablado con Mikel (Oyarzabal) me ha dicho que no le ha cogido con el pie apoyado. Muniain también ha hablado con él y se ha disculpado. Sí que es verdad que ha llegado tarde, pero Oyarzabal y el árbitro saben que no ha ido a hacer daño», insistió su compañero Iñigo Lekue. Muniain enfiló el camino de vestuarios. El delegado del Athletic, Sendoa Aguirre, se puso a su lado y comenzó a hablar con él. Le indicó que era conveniente que pidiera disculpas. El navarro regresó al campo y se excusó ante el eibarrés, lo que le valió la felicitación del árbitro y puede servir para aliviar su pena.
El Comité de Competición resolverá el castigo que le impone. Si se atiende a los precedentes, le caerán dos partidos, que cumpliría ante el Osasuna y el Alavés en Liga. Eso significa que podrá jugar el miércoles en Copa. El artículo 56 del Código Disciplinario de la Federación marca que las sanciones se cumplen «en la misma competición en la que la infracción sea cometida» a no ser que sea tipificada como de carácter grave y que, por tanto, conlleve más de tres partidos. Sólo si le caen cuatro, algo muy improbable, se perderá el choque ante el Granada.
La roja de Muniain dio paso a una tangana en la que se vieron implicados la mayor parte de los jugadores. Portu y Capa se llevaron una amarilla cada uno. «Los derbis son calientes. Vamos con las pulsaciones a tope. No ha pasado nada para llevarnos una tarjeta, pero son las cosas de los derbis», se justificó el delantero murciano de la Real.
La participación de Muniain en el partido arrancó de la mejor manera posible. Saltó al campo en el descanso por Kodro. Firmó una gran conducción y asistió a Williams, quien se fue en velocidad y superó a Remiro. Intentaron al poco otra jugada similar, pero la pelota pegó en el tacón del atacante y dio paso a una tormenta perfecta contra los rojiblancos. La Real cogió el balón, cruzó al campo rojiblanco y marcó el gol del triunfo.
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Muniain se fue irritado del terreno de juego. Es la segunda vez que le muestran una roja en sus once años en el primer equipo. La anterior se remonta al último partido en el viejo San Mamés, cerrado con 0-1 para el Levante. Aquel día pegó una patada sin balón en juego a Héctor Rodas. Bielsa le disculpó: «Es un jugador muy apasionado, muy fogoso, combativo y joven. Esa combinación en jugadores creativos, que normalmente son maltratados, genera alguna reacción inconveniente».
No será Muniain la única baja rojiblanca en el vital partido ante Osasuna en el que el Athletic pretende poner fin a su racha de ocho partidos sin ganar en Liga. Tampoco estará ante los navarros en el once el centrocampista Dani García, que ayer vio su quinta amarilla. Garitano se queda así sin dos piezas indiscutibles.
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