Cuatro goles como cuatro soles

En este partido el Athletic no solo se jugaba tres puntos, ni tan siquiera el honor de poder salir victorioso ante el vecino. Una victoria muy importante en casa, ante un rival directo en la clasificación de Liga, que acerca al Athletic a zona europea. Bien puede ser Europa League o Champions, eso lo dirán los próximos partidos y ahí ya hablamos de palabras mayores.

Muniain perdonaba un penalti, Álex Remiro adivinaba el disparo del navarro y disfrutaba en esos momentos porque no sabía lo que estaba por llegar. Uno, dos, tres y cuatro, todo seguido y sin dar tiempo a reaccionar. Una vez más la estrategia volvía a ser decisiva. Gracias a dos saques de esquina el Athletic subía dos goles al marcador y, a partir de aquí, los leones se divertían y con ellos la afición, menuda fiesta. Cómo nos acordamos de la final de Copa, ¿por qué no fue así?