¡Que alguien marque un gol!

Pues el navarro insiste y sigue resolviendo. Es decisivo contar con jugadores que inyectan esperanza y ánimo en un momento del partido en el que los leones empiezan a notar el desgaste físico y, especialmente, psicológico porque ves que el balón no quiere entrar y eso es demoledor. Y la afición también se contagia del nerviosismo y la incredulidad. Cuando pedimos un cambio, cuando la grada mira al banderín del córner, donde se encuentran los suplentes calentando, esperando a ver quién es el elegido, no pierdes de vista a Valverde desesperado viendo cómo se falla una ocasión tras otra. Por favor, que alguien salga a solucionar esto.

El Athletic está jugando a un grandísimo nivel, eso nadie lo puede discutir. Pero las victorias se quedan en el camino. Esta temporada no sabes qué tipo de partido va a salir. En Europa toca marcar. Lo de jugar bien, lo podemos dar por hecho. Pero la visita a Bulgaria tiene que resolverse con goles. En liga, el equipo anfitrión es un equipo competitivo pero en Europa no están encontrando el camino del gol. Es el momento ideal para que el Athletic consiga una nueva victoria europea y deje su nombre en los primeros puestos. Te enfrentas al líder de la liga búlgara, cierto, pero el nivel de la competición doméstica es muchísimo inferior.

Puede ser Berenguer, puede ser Djaló, Nico, Iñaki, Vivian... nos da igual, les queremos a todos, pero que alguien sea capaz de hacer que el balón entre en la portería contraria. Y no hay que olvidarse del goal average, es el que te va a dar el puesto en caso de empate. Hay que reengancharse al olfato goleador.