Me alegra escuchar palabras bonitas hacia el Athletic

Salidas de jugadores que ya estaban en la cuerda floja las últimas temporadas pero que han aprovechado esta pasarela para salir del club de forma ideal. Renovaciones en duda por si me dan lo que ahora creo que me merezco. Posible continuidad de jugadores que no lo tienen del todo claro porque piensan que igual ha llegado el momento de cerrar de forma bonita una gran etapa. Vamos, continuo movimiento de despachos.

Y sobre el terreno de juego, expulsiones sin sentido, goles inexplicables y resistencia. Si repasas mentalmente el choque en el Coliseum, es una maravilla. Efectividad total con dos goles, golazos. Impensable antes del partido el hecho de ponerse por delante en el marcador con esos dos zarpazos. Y en la portería guardando la ropa, Don Unai Simón que tiene la capacidad de alternar en el mismo partido paradas increíbles y salidas a por uvas, igual es por darle emoción. Menos mal, que la primera opción superó a la segunda. A estas alturas de la competición hasta el mismo Bordalás dice cosas bonitas y agradables del conjunto de Valverde. Y es digno de destacar. Hemos pasado de las provocaciones y enfrentamientos a las alabanzas por el trabajo bien hecho. Y no es fácil, a nadie le gusta perder y encima tener palabras de elogio hacia el contrario. Sentir la impotencia de no haber superado a un equipo de nueve jugadores, en tu casa, ante tu público, y ¿ser José Bordalás? Me alegra escuchar palabras bonitas hacia el Athletic, al final esto es un deporte que lo que busca es dar alegrías, vengan de donde vengan. Así que sigamos rompiendo barreras y luchando por metas que todavía están al alcance. Pero el plazo se acaba y los puntos no se regalan. Visita de Osasuna con tres puntos de oro en juego y de nuevo, todo encaja en esta temporada de celebraciones y despedidas. Gran ocasión para homenajear como se merece a Raúl García.