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¿Qué le pasa al Athletic? ¿Por qué marcha penúltimo, con solo una victoria en cuatro jornadas, y una alarmante falta de fútbol, de pegada ... y se ha resquebrajado una defensa que era sinónimo de fiabilidad? ¿Cuál es la solución para un escenario deportivo en el que se han encendido las alarmas? EL CORREO ha solicitado a los redactores que, de forma habitual, narran los encuentros de la escuadra de Gaizka Garitano en la radio y la televisión para que efectúen un diagnóstico de esta crisis. Y todos coinciden: no existe un único culpable. No se puede señalar solo al entrenador o a los jugadores, aunque la mayoría apuntan a estos dos actores. También reprochan a la junta directiva y al director deportivo la falta de planificación, la ausencia de fichajes y su incapacidad para tomar cierta decisiones. Indican, al mismo tiempo, que el club es víctima de un pasado en el que se pensaba solo en el instante, con contratos a los futbolistas fuera de mercado y solicitan que se revisen para cobrar en función del rendimiento. Se pecó, dicen, de «cortoplacismo». ¿Y qué hay que hacer? Algunos hablan de cesar al técnico de Derio. Pero no todos. Muchos piden paciencia, recuerdan la singularidad de la entidad, que el calendario en la jornada cuatro y que todavía hay tiempo. Que el entrenador señalado ahora mismo fue el que hace dos años salvó al Athletic del desastre.
«Cada sector del club e incluso el entorno tenemos nuestra parte de responsabilidad», expone Gorka Acitores, de Onda Cero. Habla de jugadores, «que no están, por mucho nombre que tengan. Y dudo de si se les espera», comenta. También mira a Gaizka Garitano, como hacen muchos de los periodistas consultados. «Se ha renovado a un entrenador por un único motivo: meter al equipo en una final de Copa, sin tener en cuenta que el fútbol que desarrolla el equipo es nulo», expone Eduardo Velasco, de Telebilbao. Ahí, en la falta de juego se detiene también Ramón Hernández, de Radio Nacional. «El equipo lleva mucho tiempo sin tener una referencia en el centro del campo, una brújula. Y en ausencia de esa figura, Garitano apenas ha abierto el abanico para encontrarla. Le ha faltado valentía», comenta. «La propuesta –incide Miguel Ángel Puente, de Radio Nervión– es conservadora y pobre en juego y en recursos tácticos que puedan cambiar la dinámica de un partido. Eso ha terminado por empequeñecer a unos jugadores que, con sus carencias, bastantes más de las que sus sueldos indican, están rindiendo muy por debajo de lo habitual».
Jugadores que se vienen abajo ante cualquier adversidad, banquillo con una idea poco atractiva y escasa capacidad de innovación... «La causa fundamental sería el juego sinsentido de un equipo anodino que no es capaz de corregir desde el banquillo el entrenador, en el que parecen no creer, y al que no se le ofrecen soluciones desde una extraviada cúpula del club», aporta Juan Carlos Abascal, de Antena 3. Surge la junta directiva, por tanto. «Hay que cargar de responsabilidad a los dirigentes tanto en el plano deportivo como en el institucional. Su 'ausencia' en la toma de decisiones y en la vida del club en los últimos meses es más que palpable», expone Acitores. «El cóctel lo compondrían la ausencia de un plan realmente sólido y concreto emanado de las altas instancia del club, de donde surgen decisiones más efectistas que efectivas. La falta de previsión y planificación ante carencias evidentes –un sucesor de Aduriz–...», expresa Rafa Beato, de Radio Marca.
El pasado, de este modo, tampoco queda impune. «El problema viene de atrás. Ya con Valverde se notó que el equipo iba para abajo. El equipo no responde y la plantilla pierde competitividad», aporta José Manuel Monje, de Onda Vasca. «Estamos más pendientes –corrobora Paco Prieto, de Radio 7- de récords y otras minucias individuales que del rendimiento en sí. Se ha producido, además, un endiosamiento de ciertos jugadores admitido por los que deben poner la exigencia como obligación».
Los periodistas reparten culpas, por tanto, y no se olvidan de la ausencia de público en San Mamés, como remarca Jorge Cerrato, de ETB, y de una pretemporada tan extraña, recuerda Raúl Jiménez, de Radio Popular. «Ha sido anómala, con menos tiempo, y en el caso del Athletic con lesiones y casos de coronavirus. Muchos jugadores están muy lejos de su mejor nivel y, por tanto, el equipo carece de intensidad, velocidad y ritmo que permite a ganar a cualquiera. Tampoco ha habido fichajes. Yo creo que con tiempo, los futbolistas se pondrán en forma».
Tiempo, es una de las opciones que aportan otros compañeros de la prensa, como José Ángel Peña, de la Cope, que mira al pasado. «Si lo que preocupa son las malas sensaciones y un fútbol de escasa 'calidad', entonces las alarmas deberían haber estado permanentemente encendidas desde hace cuatro temporadas. Así pues me inclinaría a pensar que la presente coyuntura responde más a cuestiones subjetivas, relacionadas con la frustración y un alto grado de crispación general, que a una problemática deportiva real. Personalmente apostaría por otorgar más margen a Garitano. Una postura que, eso sí, debe de ir acompañada por un respaldo convincente y público por parte de Aitor Elizegi y Rafa Alkorta», solicita. Le respalda Cerrato. «Sinceramente, cesar al entrenador después de cuatro partidos me parece muy precipitado. Si a algún club hay que pedirle paciencia es al Athletic, que tiene que ser diferente también en eso. No es momento de cirugías, aunque está claro que nadie tiene el crédito ilimitado», recalca.
Pero se producen divergencias. Hablan de una destitución del técnico para comenzar la remontada. «El entrenador está sentenciado –afirma contundente Alberto Santacruz, de OyeRadio–, y su cambio va a tener que ser la solución. Y su sustituto deberá ser alguien a que no le importe nada 'el qué dirán', y que sea capaz de asilares de nombres y solo valore números y capacidades. Y que quiera jugar y dominar».
Y más que en nombres, Iñigo Markinez, de la SER, se detiene en aspectos más concretos, en una variación en los planteamientos. «Jugar al fútbol. No hay otra solución y ayudarlo con más intensidad en las acciones. Este equipo no muerde. Es demasiado blando. Y ya había demostrado carencia por lo que se tenía que haber reforzado», indica. Y eso es asunto de la directiva. A la que Rafa Beato pide responsbilidad. «Corresponde a Elizegui y Alkorta resolver el entuerto», expone. En este punto, Hernández, de Radio Nacional, pide un análisis preciso. «Testar estar de puertas para adentro la sintonía técnico/jugadores es básico para tomar decisiones».
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