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Google maps dice que entre el pub Mississippi (así reza el cartel) de Almuñécar y San Mamés hay 892 kilómetros. Es difícil mantener un vínculo con el equipo que uno lleva en el corazón a tanta distancia. Los veinte integrantes de la peña Athletic ... de Almuñécar lo consiguen de sobra. Es la única agrupación del club rojiblanco en la provincia de Granada, en la que el equipo de Gaizka Garitano se jugará el jueves el pase a la final de Copa. «Llevamos el sentimiento rojiblanco muy dentro», se emocionan.
Varios de ellos subieron hasta Bilbao para ver el duelo de cuartos ante el Barcelona. Sólo ocho podrán presenciar en Los Cármenes el choque de vuelta de semifinales. Son los que han logrado entradas tras hacer cola desde la seis de la mañana ante las taquillas del Granada y pagar entre 50 y 80 euros. «Ahora nos sentimos más arropados por el club. Siempre nos han facilitado entradas. Llamamos al Athletic para pedirlas. Les dijimos 'es que somos la única peña en Granada', pero contestaron que la prioridad son los socios. Lo entendemos. La gran pena es que habíamos hecho una pancarta especial (la que aparece en la foto grande pegada en la pared) y temo que no la dejaran meter en las localidades de tribuna que tenemos entre los hinchas del Granada». Su consuelo es que al menos estarán en el hotel con los rojiblancos. «Han tenido el detalle de llamarnos para que vayamos allí y saludemos a algún jugador. Me telefoneó Goyo Arbizu (directivo) y nos invitó a ir», explica el presidente de esta agrupación fundada en 2013, Jesús Leché.
Falta una hora para el Athletic-Villarreal y los peñistas rojiblancos comienzan a colocar las mesas en las que van a comer en el pub Mississippi, su sede en la ciudad costera. Nadie disimula los nervios. «Hay que ganar antes de jugar en Granada. Es indispensable para la moral» dice Antonio Navas. EL CORREO presencia el choque con los integrantes de la Peña Athletic Club Almuñécar 100% rojiblanca. «Somos los embajadores del club en la provincia», destaca su presidente.
Fue un día de nervios y tensiones. A 900 kilómetros de San Mamés, los hinchas empujaron con gritos de aliento a los suyos, se desesperaron cuando las cosas no salían bien y se llevaron la alegría de un triunfo que creen merecido tras diez partidos sin ganar en Liga. Sus corazones explotaron de emoción cuando Raúl García anotó el único tanto y se tomaron el 1-0 como un augurio de grandes logros. «Ahora estoy más convencido que nunca que ganamos la Copa. Todos queremos ir a La Cartuja», sentencia Francisco González.
Jesús Leché Presidente
«Mi padre es de Sestao. Fue a la boda de su hermano con la hermana de mi madre. Y de allí salió otra boda más, la de mis padres», explica Jesús Leché, presidente de la peña, albañil de 35 años. Antes compartían el local con una agrupación del Granada, pero estos han dejado de ir. «En Almuñécar, del Granada hay tres contados. Ser del Athletic es difícil en una zona en la que todo es Madrid-Barcelona, pero en eso reside la diferencia de la que estamos tan orgullosos», proclama.
«Este pub es un punto de encuentro de los rojiblancos en verano. El día del Nápoles (agosto de 2014) no entraba un alma más», explica mientras muestra con orgullo los cuadros con las camisetas de Yeray (socio de honor de la agrupación), Iago Herrerín y Mikel Rico. Tiene un sueño, conseguir una de Aduriz para Thiago, su hijo de trece meses al que lleva vestido de rojiblanco a la comida. «Con un año ya ve los partidos y celebra los goles del Athletic». Los que están lejos saben la importancia de perpetuar la tradición. «Tenemos que hacer cantera porque, si no, es difícil.Mi padre me hizo crecer del Athletic y es lo mejor que me ha pasado».
Antonio Navas
«Si en Salobreña dices mi nombre, no me conoce nadie, pero si preguntas por Dani todos saben quién soy». A Antonio Navas, fontanero de 58 años, el Athletic le ha puesto el mote que lleva con orgullo. «Jugaba a fútbol en Regional en campos de tierra con el Salobreña. Todos mis amigos eran del Madrid o Barcelona, pero yo me pasaba el día hablando del Athletic a todo el mundo.Me iba muy bien por la banda y empecé a bromear 'estoy mejor que Dani'.Pues con Dani me quedé hasta hoy. Muchos no saben ni mi nombre».
Navas se hizo del Athletic por Iribar. «Le veía de pequeño y era mi gran ídolo». Como sucede en estas pequeñas comunidades de hinchas tan alejadas del epicentro rojiblanco, él también hizo proselitismo con sus hijos. «Los llevaba a los dos de niños a los partidos de Almería, Málaga... Ahora ellos también son del Athletic», se alegra.
El mayor orgullo de Navas es su colección de pins del Athletic que comenzó en 2008. «Tengo 1.592», lanza con la seguridad del que hace un recuento diario. «Solamente es de peñas del Athletic. Hay otras gentes que la hacen, pero enGranada soy el único que tiene esta afición».
Ludi Sierra y Francisco González
Ludi Sierra (Irún, 53 años y peluquera) luce encantada una camiseta del Athletic con solera, la del Centenario. Llega a la peña junto a su esposo Francisco González (Salobreña, 60 años, tiene una empresa de alquiler de apartamentos). Sin embargo, bajo esa zamarra rojiblanca hay una hincha txuri-urdin. «Soy de la Real, pero también simpatizante del Athletic y vengo a animarle a la peña. Me pongo la camiseta del Athletic porque me alegro cuando gana, siempre y cuando no sea a la Real», aclara. «Nadie es perfecto, ni siquiera mi esposa», sale al quite él.
A su esposo el Athletic le llega por el árbol genealógico. «Mi abuelo y mi padre eran rojiblancos. De pequeño me regalaron una camiseta del Athletic y me he quedado con este club para toda la vida.De mis 60 años, 55 son con el sentimiento». En la lucha por la influencia familiar se ha impuesto a su mujer. «Nuestras hijas, Marta y Marina, son como yo del Athletic».
«Ser rojiblanco tan lejos no es sencillo, pero mi mujer me dice que soy tan de Bilbao como muchos de ellos. Al fin y al cabo, los de Bilbao nacen donde quieren. El Athletic es un sentimiento bien hondo de los que llevas toda la vida», explica González.
José Francisco Agüera
«Era madridista hasta hace seis años», confiesa José Francisco Agüera (27 años, San Pedro de Alcántara y trabajador en el sector turístico). Todo cambió hace seis años. «Conocí a mi pareja, me llevó a su casa y era una casa del Athletic. Era el día de la presentación e hicieron una barbacoa. Me colocaron el delantal rojiblanco y de ahí para adelante».
Tiene la fe del converso. «He salido ganando. Se vive mucho mejor siendo del Athletic, que tira mucho». Fue uno de los peñistas de Almuñécar que subió hasta San Mamés para presenciar el Athletic-Barcelona de Copa. No sólo fue su primer partido en La Catedral.También se trató de su bautismo como espectador de un partido de la máxima categoría. No pudo elegir mejor. «Fue una experiencia increíble. El gol en el último minuto, abrazándonos para celebrarlo con gente a la que no conocíamos... Resultó una vivencia muy emocionante, de esas que llevas dentro toda tu vida. Otro motivo para ser del Athletic».
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