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Hace un año, Yuri Berchiche entró al vestuario del PSG tiritando, cohibido, incapaz de imaginar lo que se encontraría en el rico conjunto parisino, plagado de estrellas que con el paso del tiempo se convirtieron en sus compañeros de viaje y amigos. «Llegué con ... miedo, temblando», ha reconocido hoy visiblemente más tranquilo en San Mamés, donde ha sido presentado como el nuevo jugador del Athletic. Vestía polo granate oficial, pantalones de color crema y regalaba sonrisas a los fotógrafos. A la hora de hablar, semblante serio, cuidadoso en la elección de las palabras y extremadamente sensible con la causa rojiblanca. Sabe donde viene, a la misma casa de la que salió en 2007 en busca de otras experiencias y equipos que llenaran su hambre de triunfo. «Ha cambiado mucho mi vida y soy otra persona. Antes era impulsivo y eso era negativo. He aprendido a controlarlo», ha señalado el lateral, quien no ha perdido la ocasión de subrayar que vuelve a un club «particular». ¿Y por qué vuelve? «Porque el corazón me lo pedía. Me guio por mis sentimientos», ha apositillado.
Berchiche no ha tenido ningún problema en reconocer que en el PSG «tenía difícil jugar» a raíz de la llegada de Thomas Tüchel al banquillo del Parque de los Príncipes y que las ofertas se amontonaban en su mesa. Entre ellas figuraba también la del Atlético, pero el defensa aceptó adherirse al nuevo proyecto del Athletic. «Era lo mejor para mí y estaba cerca de casa», ha apuntado el hombre que tras más de una década en exilio ha regresado a Bilbao. «Aportaré mi experiencia. He mejorado mucho en un gran club», ha manifestado en referencia a los parisinos. «He aprendido mucho en defensa porque antes era más ofensivo. Ahora sé hacer las dos cosas», se ha congratulado por su evolución. Una evolución que quiere poner al servicio del Athletic, que ha pagado unos 20 millones por él y le ha firmado un contrato de cuatro temporadas, blindado con una supercláusula de 100 millones, la más alta de la plantilla. ¿Estas cifras le provocan mareos? «Presión, ninguna. Al contrario, me motiva más», ha dicho cuando se le ha recordado que es el segundo fichaje más caro en la historia de la entidad rojiblanca.
El guipuzcoano se ha mostrado muy sensible con la apuesta del Athletic de hacerse con sus servicios. «Sé que han hecho un gran esfuerzo», ha reconocido y dado las gracias al presidente Josu Urrutia y a su directiva, también presente en San Mamés. Entonces ha resaltado que ha tomado la decisión de vestirse de rojiblanco guiado por sus emociones, que le han traído a La Catedral. «Hago lo que el corazón me pide. No podía rechazar la oferta», ha reforzado su mensaje de pertenencia a un club en el que pasó dos años de su vida, como cadete y juvenil. En este sentido, ha asegurado que la adaptación será fácil porque «todo el mundo habla maravillas de este vestuario» y porque conoce a varios de sus integrantes. ¿Y qué queda del chaval que con 15 años aterrizó en Lezama? Su mirada se volvió más impenetrable, dura. «He madurado y conmigo no habrá ningún problema. Soy un chaval centrado», ha asentado su mensaje.
Evidentemente, la competencia no le asusta y sabe que parte con toda la ventaja del mundo en el lateral izquierdo. Eso sí, correcto y amable, ha alabado el «buen trabajo de Mikel Balenziaga» y se ha ofrecido a echar una mano a Cristian Ganea y al chaval Andoni López, quien hará la pretemporada con el primer equipo. «Al final, el míster decidirá», ha manifestado Berchiche, quien solo tiene buenas palabras para Eduardo Berizzo. «Me encanta su idea de juego». Además, ha puesto en valor los fichajes realizados hasta ahora y ha destacado a Capa y a Dani García, «referentes en el Eibar. Hay base para hacer un buen año». Cuando se le ha preguntado por su pasado en la Real y la vinculación sentimental que mantiene con el conjunto donostiarra, ha escenificado su perfil profesional y ha recalcado que «me ha venido esta oportunidad y la he tenido que coger».
En todo momento se ha afanado en derrochar ilusión por estar de nuevo en el Athletic y en reforzar su compromiso con una entidad que ha ido con todo a por él, sin escatimar en gastos. «Gracias por confiar en mí», se ha dirigido directamente a Urrutia, sentado a su derecha. «Quiero recompensar este esfuerzo económico. No tengo presión alguna porque vengo de un club en el que el objetivo era la Champions, y es es difícil. Haré mi trabajo lo mejor posible», ha prometido y se ha referido a los títulos cuando se le ha preguntado por el fichaje de su excompañero Álvaro Odriozola por el Real Madrid. «Eso no se describe con palabras cuando los tienes. Son emociones...». No ha acabado la frase, tal vez se imaginaba lo que sería levantarlos con el Athletic.
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