Siete finales con el Barça en 12 años

Entre enero y abril, el Athletic y el Barça se habrán enfrentado cuatro veces: dos en la Liga, una en la final de la Supercopa y lo harán en la cita pendiente de La Cartuja. Fue allí, en el estadio sevillano, donde hace mes y medio los rojiblancos se proclamaron 'supercampeones' tras imponerse a la tropa de Koeman por 3-2. Y será en ese mismo escenario en el que los hombres de Marcelino buscarán ganar el histórico derbi copero ante la Real Sociedad, aplazado por la covid. Dos semanas después, sin apenas tiempo para digerir el resultado, llegará el turno del rival de siempre, con el que se jugará un nuevo título. Lejos de lo que se podría pensar, el Barça ha dado mucha importancia a la Copa en los años anteriores. Un dato: ha disputado 10 de las últimas 13 finales del campeonato del KO. Tres de ellos, ante el Athletic, que en menos de 12 años ha estado en la friolera de nueve finales: cinco de Copa, tres de Supercopa y uno de Europa League.

El maratón de las citas entre rojiblancos y azulgrana comenzó en 2009. Después de más de dos décadas de espera, el Athletic volvía a una final de Copa. Era en Valencia, en Mestalla, con el inconveniente de encontrarse ante el mejor Barcelona de la historia. La criatura de Pep Guardiola asustaba, hasta cambió la forma de ver y entender el fútbol en Europa y el mundo. Los bilbaínos solo pudieron soñar unos minutos gracias al gol de Gaizka Toquero. La maquinaria culé se puso en marcha y cerró aquella noche con un contundente 4-1, obra de Yaya Toure, Messi, Bojan y Xavi. No hubo nada que hacer, al igual que tres meses más tarde en la Supercopa. Los catalanes se impusieron por 1-2 en San Mamés y por 3-0 en el Camp Nou, dejando de nuevo con la miel en los labios a los vizcaínos.

No hubo que esperar mucho para volver a citarse con el destino, de nuevo en la Copa. El Athletic llegó a la final de 2012 fundido, vacío y tocado por lo ocurrido un par de semanas antes en Bucarest, donde el Atlético hizo añicos su sueño europeo. Demasiado castigo, exceso de peso en la mochila y poca fe en los milagros ante un rival que daba miedo. El Barcelona aguardaba en el Vicente Calderón, escenario de una batalla que duró 25 minutos. Fue el tiempo que tardaron Pedro, con un doblete, y Messi en zarandear y mandar a la lona a la cansada tropa de Marcelo Bielsa. Un inapelable 3-0 que dejó una vez más sin premio a un equipo que había maravillado al mundo entero con su exhibición de fútbol en una temporada inolvidable, solo afeada por las dos finales perdidas.

Tres años más tarde, el Athletic regresaba a una final de Copa, la tercera en seis años. Pero una vez más tocaba medirse al Barcelona, una máquina de matar que no hacía prisioneros y cuyo hambre de títulos solo podía catalogarse de insaciable. Ya no estaba Guardiola, a cargo entonces del Bayern de Múnich, pero el Barça de Luis Enrique también era una apisonadora; diferente, pero apisonadora. Encima hubo que jugar en el Camp Nou, en la guarida del lobo, donde el cordero fue el de siempre. Los azulgrana se impusieron por 3-1 en un partido en el que faltó emoción y sobró la 'lambretta' de Neymar.

Y después de estrellarse cuatro veces contra la pared culé en seis años, el Athletic empezó a encontrar fisuras en el armazón catalán. En agosto de 2015, los rojiblancos pasaron por encima del Barça en San Mamés. Con la Supercopa en juego, programada a ida y vuelta, los entrenados entonces por Ernesto Valverde aplastaron al mejor equipo del mundo. Un 'hat-trick' de Aduriz y un misil de San José desarmaron a los blaugrana. A pesar del 4-0, los bilbaínos seguían recelando de un rival temible. Llenos de pena y de cicatrices, desconfiaban. Pero hicieron un gran trabajo en el Camp Nou, donde empataron a uno y levantaron un título tras 31 años de sequía. Repitieron en enero de 2021 en La Cartuja, de nuevo con la Supercopa. Y ahora toca la Copa, la asignatura pendiente, que los vizcaínos esperan aprobar en la cuarta convocatoria. Tienen 44 días.