Convencidos de que habrá final

Lo tiene claro. «Pasa el Athletic», proclama Karmele Loyola, que viajará a Granada sin entrada. «No me tocó en el sorteo de los socios». Sin embargo, acudirá a la capital nazarí. Y lo hace con una amiga en sus mismas condiciones. «Pero nos da igual. Tenía que ir a vivir el ambiente. Cuando el equipo está bien es fácil viajar y apoyar, hay que hacerlo ahora», comenta esta integrante de la Peña Genuine que espera lograr un tíquet en Granada. Asume que los aficionados rojiblancos se agobiarán. «Por supuesto. Pero será un sufrimiento con final feliz. El 1-0 es un resultado corto, y el Granada cuando quiere aprieta que te mueres». Alrededor de un millar de hinchas rojiblancos -incluidos los que compraron su asiento en Los Cármenes- empujarán a la tropa de Garitano. Loyola tiene la fórmula: «Hay que buscar al menos un gol. Ojalá sea en la primera parte, en el minuto 40».

Antton Lorenzo había pensado ir a Granada en mayo con un amigo, pero el sorteo cambió sus planes. «Nos dijimos: '¿Y si vamos ahora?'», cuenta desde Córdoba, la primera etapa de su desplazamiento hacia la semifinal en el estadio de Los Cármenes. Se plantarán en la ciudad nazarí mañana con un claro objetivo. «Veremos con gente de allí el partido de la Real para disfrutar de cómo gana el Mirandés. Tanto nosotros, como la gente de Granada, vamos juntos en ese partido. Todos queremos que gane el Mirandés», sonríe este aficionado de la Peña Athletic Karajo.

- ¿Cuál será la clave?

- Que no nos metan un gol. Hay que defender a muerte.

Lorenzo considera que la victoria contra el Villarreal supone un fundamental chute de moral para afrontar con garantías la semifinal del jueves. «Era muy importante después de dos meses sin ganar», comenta un hincha que no suele viajar. En esta ocasión, aprovechará: «Volvemos el domingo». Y ojalá que sea con el pase a la final de La Cartuja del 18 de abril.

Lidia Carmen y su esposo son de esos aficionados que viajan de forma habitual con el Athletic. Y no querían perderse el partido del jueves en Granada. No les ha importado adquirir dos paquetes para trasladarse a la ciudad y acceder al campo. Lo cuenta ella, divertida. «Hemos tenido que pagar dos viajes. El Athletic organizó uno para aficionados -con entrada garantizada-, pero me parecía una pasada ir hasta allí en autobús. Entonces, cogí un viaje -en avión vía Sevilla y vuelta por Málaga-, pero no me tocaron las entradas. Así que llamé a todo correr a la agencia del club a ver si les quedaban plazas. Así que vamos en avión, vemos el partido, dormimos y volvemos en autobús», concede. Sus sensaciones resultan contradictorias. «Tengo un palpito muy malo», destaca. Pero... «Mi corazón rojiblanco me dice que sí». Y se agarra a lo sucedido en el último duelo de la Liga. «Y creo que se están reservando para esto. Más motivación no pueden tener. Ya de llegar a la final, me encantaría jugar contra el Mirandés», desea.

Javi Arigita y su esposa han unido el Athletic y su matrimonio. Dos por uno. «Hacemos los 50 años de casados y qué mejor forma de celebrarlo: en Granada y una semifinal», confiesa este activo aficionado de la Peña el Bombín de Santutxu, ése que recorre Bilbao con su biscuter cada vez que el equipo rojiblanco afronta un partido de alta trascendencia. Este hincha viajó ayer y lo hizo en avión no en su tradicional vehículo. «Lo reservamos para la final. Aunque sea lo metemos en el portamaletas del Athletic», bromea Arigita que, por supuesto, vaticina la clasificación para el duelo de Sevilla. «El resultado en San Mamés fue bueno. Y el domingo ganamos al Villarreal, tenemos la moral un poco más elevada», estima. Y aporta un resultado. «0-1. No nos van a marcar», predice. «Hemos cogido el avión hasta Málaga, de allí un autobús. El viernes nos vamos en AVE a Córdoba y estamos tres días, y el domingo volvemos a Bilbao desde Málaga», cuenta. Fútbol y amor unidos en un partido que, en su opinión, colocará a los de Gaizka Garitano en una nueva final.

«Por supuestísimo que vamos a pasar». Sonia Sanabria, de la peña Garras Taldea de Sestao, no lo duda ni un instante. El Athletic se plantará en la final de la Copa del Rey de Sevilla, el 18 de abril. Eso sí, es consciente de que muchos hinchas se quedarán sin uñas. «Tengo claro que nos clasificamos, pero por supuesto que vamos a sufrir, si no, no seríamos el Athletic», ríe esta hincha que acudirá a la capital nazarí con su sobrina. «Estaba dispuesta a ir sola y todo. Vamos en el autobús que organiza el Athletic». Saldrán mañana a las 23 horas, y volverán el viernes a las diez de la mañana. «El sábado trabajo y el domingo voy a Valladolid», lanza esta aficionada que espera que el Athletic no se precipite. «No sé yo si será bueno marcar pronto, porque a veces... Es mejor aguantar un poco, que ellos se pongan nerviosos... Pero sí, marcar vamos a tener que marcar», analiza.

Mikel Goienaga saldrá mañana hacia Granada. En coche. Alrededor de ocho horas. «Es una paliza», concede este integrante de la Peña Athletic Karajo. Sin embargo, se montará en el vehículo con la ilusión intacta. «Soy optimista. El buen partido contra el Villarreal nos da muchas opciones. Ganamos, hicimos ocasiones, el gol... Ellos tampoco nos hicieron tantas aunque Simón hizo una buena parada.... Pero dejamos la portería a cero y destacaron varios futbolistas y eso nos viene bien para coger moral de cara al jueves», considera un aficionado que ya estuvo en Tenerife y que, a las puertas de La Cartuja, repite.

«Éste es el año. Otra veces teníamos un gigante delante. Este creemos que el gigante somos nosotros. Este año es el nuestro, por muy bien que jueguen otros equipos». Jabi Ortiz acude a Granada con otros siete miembros de Iñigo Cabacas Herri Harmaila (ICHH) con la convicción de que la Copa tiene que viajar este año a Bilbao. «Habrá gente con paros cardíacos el jueves, pero vamos a pasar», señala este aficionado que espera a un Athletic con «garra, empuje». «Vamos a sufrir y sudar sangre. Ir a morir», predice un hincha que se montará en el coche -van dos vehículos- el jueves de madrugada y volverá después del partido. «Es que hay gente que tiene que currar», explica para mostrar una pequeña decepción con el ambiente que le rodea. «Veo con un poco de pena que no hay banderas del Athletic en los balcones, como otras veces. Parece que ya está todo hecho. Y este es el partido del año hasta que llegue la final».