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El Athletic no va a dar ningún paso atrás ante los violentos. La junta directiva reaccionó con un contundente comunicado a la exclusiva de EL CORREO de que el presidente, Jon Uriarte, sufrió insultos y amenazas por un ultra y que los denunció ante ... la Ertzaintza. El club advierte de forma inequívoca que estamos ante un nuevo escenario en la relación con grupos que emplean la violencia. «Las amenazas sobrepasan una línea roja que no puede ignorarse», avisan los dirigentes rojiblancos.
La junta no admite amenazas. «La tolerancia y la libertad de expresión son valores que identifican al Athletic Club y que exigen la aceptación de un modelo de convivencia donde no caben ni la violencia ni la extorsión», proclama. El club confirma todos los extremos de la información adelantada por este periódico. «Es cierto que el presidente del Athletic fue amenazado a la salida de San Mamés tras el partido ante el Real Madrid».
La junta señala que «tal y como ha sido desvelado» el máximo dirigente rojiblanco «fue intimidado» y se resalta que recibió una «advertencia explícita de las consecuencias que tendría para su persona 'meterse' con la Herri Harmaila». Tal y como se recoge en la denuncia presentada por el presidente y desvelada por este periódico, el agresor le dijo «Uriarte, hijo de puta, deja de tocarnos los huevos a la Herri Harmaila».
La directiva, en todo caso, es cuidadosa en su comunicado y advierte de que «en ningún caso atribuye la amenaza a la Herri Harmaila, cuya gran mayoría, como el resto de la afición rojiblanca, es un ejemplo de deportividad, convivencia, civismo y respeto».
El club analizó la situación en su «comisión ejecutiva» y este órgano fue quien «requirió al presidente que interpusiera una denuncia en defensa de los valores que vertebran la entidad».
Uriarte y sus directivos dejan bien claro que no se someterán a las intimidaciones. «El Athletic Club elige a sus presidentes de manera democrática por sufragio entre sus socios y socias, y las amenazas sobrepasan una línea roja que no puede ignorarse. Porque, más allá del nombre y la persona, el presidente representa al Athletic Club (...) y las ofensas que reciba en función de su cargo suponen una ofensa a la institución».
El club recuerda en su duro comunicado que «todos los derechos comportan unas obligaciones y exigen la aceptación de un modelo de convivencia donde no caben ni la violencia ni la extorsión. Desde el respeto, cualquier discrepancia es lícita».
Y llegado a este punto avisa de que «su compromiso» es de «tolerancia cero hacia cualquier tipo de violencia» y advierte que mantendrá su colaboración con la Ertzaintza para poner fin a los insultos en el estadio. El club, se insiste, «seguirá trabajando con las autoridades para erradicar cualquier acto de naturaleza racista, xenófoba, homófoba, machista o intolerante».
La tolerancia y la libertad de expresión son valores que identifican al Athletic Club y que exigen la aceptación de un modelo de convivencia donde no caben ni la violencia ni la extorsión
Ante la publicación en diversos medios de comunicación de la noticia de la denuncia por amenazas y coacciones interpuesta por el presidente del Athletic Club, la entidad comunica lo siguiente:
En primer lugar, que es cierto que el presidente del Athletic Club fue amenazado a la salida de San Mamés tras el partido contra el Real Madrid. En concreto, y tal y como ya ha sido desvelado, además de diversos insultos, el presidente fue intimidado mediante una advertencia explícita de las consecuencias que tendría para su persona «meterse» con la Herri Harmaila.
En segundo lugar, que ha sido el propio Club, reunido en comisión ejecutiva, quien requirió al presidente que interpusiera una denuncia en defensa de los valores que vertebran la entidad. El Athletic Club elige a sus presidentes de manera democrática por sufragio entre sus socios y socias, y las amenazas sobrepasan una línea roja que no puede ignorarse. Porque, más allá del nombre y la persona, el presidente representa al Athletic Club, tal y como está recogido en nuestros Estatutos Sociales, y las ofensas que reciba en función de su cargo suponen una ofensa a la institución.
El Athletic Club en ningún caso atribuye la amenaza a la Herri Harmaila, cuya gran mayoría, como el resto de la afición rojiblanca, es un ejemplo de deportividad, convivencia, civismo y respeto.
La tolerancia y la libertad de expresión son valores que identifican al Athletic Club. Todos los derechos comportan unas obligaciones y exigen la aceptación de un modelo de convivencia donde no caben ni la violencia ni la extorsión. Desde el respeto, cualquier discrepancia es lícita.
Dicho esto, el Athletic Club reitera una vez más su compromiso con la tolerancia cero hacia cualquier tipo de violencia, y seguirá trabajando con las autoridades para erradicar cualquier acto de naturaleza racista, xenófoba, homófoba, machista o intolerante.
El Athletic Club es su afición. Y nuestra afición ha dejado claro que rechaza cualquier comportamiento violento contrario a los valores de nuestro Club.
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