Comprometido y ambicioso

El dibujo táctico de Bordalás se rige por el sistema 1-4-4-2. Contra el Madrid, en los 15 últimos minutos y de forma excepcional, el equipo se situó en 1-4-2-3-1. Como en su reciente etapa en el Getafe, el ideario futbolístico del entrenador alicantino concibe un grupo comprometido, trabajado y ambicioso. El conjunto muestra automatismos muy definidos, como adelantar la altura del bloque defensivo para realizar la presión. En la salida de juego rival, la línea defensiva no se descompone, con cuatro elementos en la retaguardia. Además, los jugadores se activan con celeridad tras la pérdida del balón, restando tiempo y espacio al rival que intenta organizar y decidir el ataque.

Cuando el rival supera la línea de presión se organizan rápidamente para formar dos líneas de cuatro, muy juntas, procurando cerrar los espacios interiores. Se encuentran cómodos en el repliegue, ceden terreno al contrario con la pretensión de robar el balón y efectuar dinámicas transiciones para llegar al área con muchos efectivos.

Las estadísticas indican que es uno de los equipos que menos posesión e iniciativa de juego exhibe en la competición. En el aspecto ofensivo propone un estilo de juego directo, sin demasiada elaboración de las acciones. Busca ganar las disputas y generar el juego a partir de las segundas jugadas.

Si por algo están destacando los valencianistas es por su probada eficiencia ante la portería rival. Es el segundo equipo más goleador. Está materializando un porcentaje elevado de las ocasiones que generan en el área rival.

En la portería surgen dudas sobre la respuesta del joven georgiano, Mamardashvili (28). Ha cometido errores de bulto en los dos últimos partidos. Posee una gran envergadura, ha realizado muchas paradas en los primeros partidos. Flojea en el juego con el pie y rechaza muchos balones. La alternativa es Cillessen (1), holandés, que se lesionó en pretemporada y no consigue tener continuidad. Muestra reflejos, es muy rápido de piernas y controla el área en los balones cruzados. Es un poco nervioso y desplaza el balón con precisión y distancia.

El lateral derecho lo ocupa Foulquier (20). Potente, rápido y contundente. Le falta finura con el balón en las incorporaciones al ataque. Paulista (5) actúa como central diestro. El brasileño juega concentrado, es veloz, enérgico y tiene un carácter vehemente que, a veces, le crea problemas disciplinarios. Alderete (15) es el central zurdo, cedido por el Hertha. Gran corpulencia física, va bien en los balones aéreos, es duro y categórico en las disputas. Cuatro tarjetas amarillas. Lato (3) tiene la delicada tarea de suplir al capitán valencianista. Parece una réplica de Gayá, con mucho recorrido, pero menos vigoroso en la defensa y menos decisivo en las incursiones atacantes.

Guillamón (6) es el tapón en el centro del campo y cumple acertadamente en su nueva función. Equilibra la zona central, maneja correctamente el balón y es expeditivo. A su lado aparece Wass (18), con la misión de organizar el juego. Buen toque del balón, gran disparo, trabajador, maneja la estrategia ofensiva. Racic (8) no acaba de convencer a Bordalás. Comprometido, con sentido táctico, ayuda en el juego aéreo. Yunus Musah (4) recorre la banda derecha. Potente, joven, es un extremo agitador que busca los duelos individuales. Le falta un poco de tacto para finalizar las jugadas. Hugo Duro (19) se ha adaptado al costado izquierdo. Intercambia la posición con Guedes, posee calidad, encara con desparpajo y tiene olfato de gol.

Guedes (7). El portugués recupera su mejor versión. Poderoso, individualista, está particularmente motivado. Se mueve libremente por el ataque, escorándose al flanco izquierdo. Maxi Gómez (9) aparece como el delantero referencia. Fornido, buen cabeceador, rematador, no termina de confirmar todas sus posibilidades. Provoca y exagera mucho las faltas. Marcos André (22), atrevido, ingenioso, hábil y rematador, espera su oportunidad.