Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
El coste de ser padres es elevado en horas de sueño. Al menos, en bastantes ocasiones. Es un hándicap al que muchos futbolistas deben enfrentarse, aunque casi nunca han dado testimonio de ello. Ahora, lo ha hecho el centrocampista del Athletic, Mikel Vesga, en una entrevista con Relevo, el medio deportivo digital del Grupo Vocento. Para cualquier profesión es importante el descanso, pero es una necesidad aún mayor cuando se trata de deportistas de alto nivel. En el caso del medio rojiblanco, su rendimiento se vio mermado al poder dormir muy poco porque su bebé lloraba a las noches sin descanso.
El pasado mes de diciembre era titular. A raíz de su paternidad, llegó la falta de descanso. «No tuve una paternidad, o un inicio de paternidad, fácil. No quiero achacarlo solo a eso porque hay muchos factores, pero una parte puede empezar por ahí», reconoce. Vesga explica que el día a día se la hizo «muy duro». «Al final nos dedicamos a esto y el descanso es casi innegociable. La noche antes seguro. O dormía por mi cuenta porque si no ya sí que no, o si no me iba al hotel de concentración la noche antes del partido. Pero claro, saber que tu pareja está... Nosotros, por ejemplo, estuvimos complicados en cuanto al sueño. Y saber que la otra persona está fastidiada, quieras o no, a uno le agobia. Me daba pena y me llevaba la preocupación». «No sé si van a enfadar en casa, pero estaba deseando ir de concentración», dice con cierta vergüenza entre risas.
Vesga explica que esta circunstancia le hacía sentir «un poco mal en muchos momentos». «Incluso más que por el descanso, quizá por falta de concentración y porque me he comido un poco la cabeza», reconoce. Por suerte, no había problemas de salud o grandes preocupaciones, pero la realidad es que la bebé lloraba sin descanso por las noches. Conseguir dormir más de una hora era casi imposible. Nunca habló de ello directamente con Valverde, aunque sí que el entrenador era consciente de la situación. «Sí que saben de tu situación, todos sabían que mi hija no dormía bien, y aquí (en Lezama) hablamos entre todos y los que hemos sido padres lo comentamos en el día a día».
«Yo sentía que venía y estaba bien, o sea, no descansado, pero yo creo que entrenaba bien. Yo lo achaco más a temas de concentración, de que no estaba a lo que tenía que estar muchas veces», admite sobre esa etapa ya superada, en la que no encontró continuidad y firmó algunos partidos, según reconoce, «malos, muy malos». Por aquel entonces, el Athletic se encaminaba hacia la ansiada Copa del Rey. Y Beñat Prados se convertía en pareja de Iñigo Ruiz de Galarreta.
«Ahora ya estamos encantados, ya no es excusa de nada porque ahora tenemos mucha suerte en nuestro caso y dormimos toda la noche», aclara. Sobre los viajes fuera de casa, comenta que «cuesta dejar» a su pareja y la pequeña. «Sé que mi pareja ahora se queda bien porque no da problemas, pero es verdad que estar una semana fuera se hace duro porque sé lo que significa estar sola con una pequeña todo el día. Y se les echa de menos».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.