![No es comparable el caso de Martínez con el de Llorente](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/202208/13/media/cortadas/sanmartin13-kFbG-U170968446158TzD-1248x770@El%20Correo.jpg)
![No es comparable el caso de Martínez con el de Llorente](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/202208/13/media/cortadas/sanmartin13-kFbG-U170968446158TzD-1248x770@El%20Correo.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Vuelve el fútbol en pleno verano. Los veranos no son ya tan largos y promisorios como eran los de la infancia, y el fútbol, una de las expectativas más estimulantes con que sobrellevar aquellos inviernos aún más largos y reglamentados, tampoco conserva ya con la ... edad aquel fulgor mitológico, pero no importa, seguro que nos dejaremos llevar otra vez, sin darnos mucha cuenta, por la bendita entrega inconsciente, en cuanto arranquen los partidos.
La temporada dejó algunos partidos formidables, el Athletic pudo con los mejores, pero perdió también con los colistas, y no supo ganar los partidos decisivos, como si le pesara demasiado el recuerdo de las finales perdidas sucesivamente.
Hay nuevo presidente y nueva directiva, les deseamos suerte y acierto, que serán los del club. Tengo un amigo bielsista para quien Valverde era la novia formal y Bielsa el amor loco, pero estará encantado de casarse con Valverde, quien tiene un estupendo historial y apostará de nuevo por un fútbol alegre. Está dispuesto también a olvidar algunas pequeñas enormidades de la campaña, proferidas por el candidato y destinadas a un sector muy concreto de la afición. Confía en que sea en adelante, una vez proclamado, el presidente de todos, como el Athletic ha sido siempre el equipo de todos.
Me pareció acertada la firmeza del monosílabo, lo mejor de la rueda de prensa en la que el presidente Uriarte respondió que si Íñigo Martínez se negaba a renovar no sería castigado con la grada, sino que cumpliría en el campo su contrato en vigor. Las comparaciones son odiosas, y no es comparable el caso de Íñigo Martínez con el de Llorente, que inauguró la desbandada. Dolió más el caso de Llorente porque se había criado en el club y porque todos, desde sus entrenadores y compañeros hasta la prensa y la afición, pusieron un gran empeño en que se sobrepusiera a su flojera de carácter hasta sentirse un buen jugador. Le predicamos que se estaba equivocando, que no se le había perdido nada en Italia, aquí ganaría lo suficiente, sería el héroe de los muchachos y mantendría la internacionalidad, etc. Su mejor herencia fue un extraordinario Aduriz.
Íñigo Martínez vino para suplir a Laporte. Su fichaje supuso tan solo una parte del dinero recaudado, y su rendimiento en el campo ha sido, me atrevo a decir, superior. Nada que objetar si al término de su contrato decide irse a terminar su carrera en un equipo con mayor proyección. La duda está en si merecería la pena venderlo antes, en el mercado de invierno, por ejemplo, y por cuánto, antes de que se vaya gratis en junio. La decisión corresponde, cómo no, a la directiva, y estará bien si esta actúa con la mayor inteligencia práctica, sin juicios morales, sin exigir adhesiones inquebrantables, sin esencialismos. Y mientras tanto, que el central cumpla su contrato en el campo, claro que sí, con su probada intensidad, su eficacia, su buen toque de balón y contagiando a los demás, como siempre ha hecho, su carácter indomable. Ah, y si al cabo decide quedarse (el fútbol da muchas vueltas), mejor, naturalmente.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.