Poderosos clubes europeos se interesan por Nico y le ofrecen primas millonarias si sale gratis del Athletic

La prima de fichaje es una práctica muy habitual en el fútbol. Los clubes se las ofrecen a jugadores que acaban contrato y que pueden fichar por ellos sin pagar traspaso. Nico llega al final de su contrato el próximo 30 de junio. Su cláusula es de 50 millones. Si se fuera gratis a otro equipo, éste le daría una buena parte de esa cantidad para él, al margen de un contrato por campaña de gran envergadura.

Uno de los clubes que le ha llamado, según ha desvelado Sport y ha podido confirmar este periódico, es el Barcelona. El diario catalán afirma que el club ha contactado con su agente, Félix Tainta. Los azulgranas asumen que ficharlo gratis es su única posibilidad de hacerse con el jugador porque hay dudas de que en su situación económica puedan afrontar un traspaso.

Los números de Nico de esta temporada impresionan y sus exhibiciones con España (un gol y tres asistencias en 90 minutos en los dos últimos partidos) no pasan desapercibidas. Nico acabó la pasada campaña fatigado porque pagó ser indiscutible en el Athletic y participar en el Mundial. Tras descansar en verano y no jugar la Nations League por una pequeña lesión, vuela en su regreso. Ha jugado seis partidos entre su equipo y España. Su balance es de un gol, cinco asistencias y dos penaltis forzados. Ahora se encuentra en una encrucijada. La llegan ofertas muy poderosas económicamente de equipos de primer nivel mundial y es complicado decir no a esas cantidades y a esos proyectos deportivos.

El extremo mantiene abiertas las negociaciones con el club. Este periódico ya reveló que una de las claves de las conversaciones es la petición del jugador de firmar un contrato de corta o media duración, probablemente de dos o tres años, cuatro a lo sumo. El jugador desea dejar abierta la opción de ir en el futuro a uno de los clubes top del mundo si mantiene su excelente evolución.

En este sentido es clave la cláusula de rescisión. Hoy es de 50 millones. El jugador no desea que se firme una que frene la posibilidad de que en un futuro próximo venga un equipo poderoso a fichar por él. Quiere que sea accesible. Una fórmula ya empleada en el pasado podría servir para este caso. Laporte subió su cláusula de 50 a 65 millones para dejar más dinero antes de irse al Manchester City. Si Nico renueva y finalmente se va dejando dinero en la caja de Ibaigane, habría que valorar su gesto como se hizo con el francés.

Las conversaciones continúan y los mensajes de las dos partes apuntan a que habrá un acuerdo. En todo caso, la posición negociadora del club es débil. A nueve meses y medio de acabar contrato y quedar libre y con mareantes ofertas de otros clubes, es evidente que el jugador tiene la sartén por el mango.

El atacante compareció ante los medios a finales de agosto para confirmar que las conversaciones con el Athletic avanzan. «Todo tiene un proceso, pero quiero mandar un mensaje de tranquilidad. Que estén tranquilos, que va todo muy bien», dijo en San Mamés. Pero tres semanas después, el acuerdo no se ha sustanciado aún, aunque los contactos se mantienen abiertos y en breve habrá más reuniones en busca de avances.

Una de las bazas que maneja el club es que el jugador recibe desde su entorno mensajes en el sentido de que lo mejor para su crecimiento personal y profesional sería continuar unos años más en el Athletic. Es un equipo en el que es reconocido como hombre clave, titular indiscutible y además está protegido por su hermano Iñaki, ocho años mayor y quien siempre ha tenido un gran ascendente sobre él.