Iker de la Sota vivirá la final en un bar de Grand Rapids que abre las 24 horas para que los aficionados al fútbol de su zona puedan ver los partidos de todas las competiciones del mundo
Las promesas realizadas por los aficionados rojiblancos si el Athletic finalmente levanta la Copa en el estadio de La Cartuja el próximo 6 de abril son de los más variopinto. Los hay que han jurado y perjurado que dejarán de fumar, otros se harán un ... tatuaje con la fecha del partido, visitarán a la Virgen de Begoña o pondrán el nombre de alguno de los jugadores a su hijo... Y después está Iker de la Sota, bilbaíno de 40 años y athleticzale hasta la médula, que ha prometido darse un chombo en las gélidas aguas del Grand River, el río que atraviesa la ciudad estadounidense en la que reside desde hace quince años, si los leones se imponen al Mallorca. «Y aquí hace mucho frío», advierte.
Iker, que preside una empresa de colchones en Grand River (Michigan), conocida como la capital del mueble, está «emocionado y con unas ganas terribles de ver el partido y, por supuesto, de celebrar la victoria. Siendo de Bilbao uno solo puede sentir admiración por el equipo y orgullo por tener la suerte de ser del Athletic», confiesa este aficionado «muy, muy, muy rojioblanco», que ya ha convertido en athleticzales a todos sus conocidos de allí. «Tengo muchos amigos europeos con los que me suelo juntar para ver y jugar al fútbol y ya están cansandos de escucharme hablar de todas las historias grandiosas del Athletic», bromea.
Iker es «muy futbolero» y no se pierde un partido. Da igual la hora, siempre tiene una aplicación en el móvil a la que recurrir para ver los encuentros. El partido de vuelta de la semifinal contra el Atlético de Madrid la vio con un amigo y con su aita por videollamada para comentar en directo todas las jugadas. «Fue muy bonito».
Para la final irá a un bar de su ciudad, «que es como el núcleo de todos los aficionados al fútbol de la zona. Abre hasta de madrugada para que podamos ver los partidos de todas la competiciones mundiales», explica. Aunque «desafortunadamente» no es socio del Athletic siempre que vuelve a Bilbao procura ir a San Mamés. La última vez fue con su padre a ver el partido que enfrentó a los leones con La Palmas el pasado mes de diciembre. «Unai Gómez metió un gol de cabeza precioso en el minuto 94», rememora.
Ya queda menos para ver ese chombo en el Grand River. «Ojalá».
Límite de sesiones alcanzadas
El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a las vez.
Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Sesión cerrada
Al iniciar sesión desde un dispositivo distinto, por seguridad, se cerró la última sesión en este.
Para continuar disfrutando de su suscripción digital, inicie sesión en este dispositivo.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.