La Cerámica más dura de modelar

A falta de nueve jornadas para el final de Liga, ha querido el destino que el equipo bilbaíno se juegue este domingo (21.00 horas) en el estadio amarillo más de medio curso en un solo partido. Y aunque los números son fríos y analizables desde diferentes ángulos, también son tenaces. Se ha comprobado durante años en los encuentros frente al Espanyol en Barcelona, un sumidero de puntos para el Athletic, y en el último choque en San Mamés ante Osasuna, una escuadra que casi siempre bloquea a los rojiblancos en su campo.

El puerto del submarino está por tanto bien protegido y son esporádicas las ocasiones en las que los vizcaínos han sido capaces de derribar sus defensas hasta hundirlo. Lo consiguió por primera vez (0-1) en la temporada 1998-99 con gol de Urzaiz y repitió cuatro años después, también por la mínima, con una diana de Jonan García. Desde aquel encuentro dio comienzo una inexplicable travesía en el desierto en la que el Athletic recibía una descarga que fundía sus plomos en cuanto rozaba la alambrada de la casa del conjunto 'groguet'.

Nada menos que doce viajes a tierras castellonenses en las que lo máximo que logró fue dos igualadas. En los otros diez choques los locales se hicieron fuertes en su terreno y superaron a los rojiblancos con holgura. Les hicieron tres goles en cinco oportunidades y cuatro en otra. La maldición de La Cerámica había empezado a tomar cuerpo y las estadísticas arrojaban ya unos guarismos que auguraban malos presagios en ese escenario, como así han demostrado los malos resultados obtenidos allí.

En aquel viacrucis también figura la cruz del curso 2009-10, cuando Ernesto Valverde cogió las riendas del Villarreal. Sin embargo, la aventura del técnico de Viandar de la Vera duró poco, hasta enero, y no se enfrentó a los rojiblancos en el santuario amarillo. El partido se disputó un mes después de su marcha, ya con Juan Carlos Garrido en el banquillo, y el submarino volvió a torpedear a los visitantes (2-1). El Athletic encontró por fin un oasis en abril de 2018, cuando dio lo mejor de sí en el césped embrujado del rival con el que esta campaña se juega la cuarta plaza que da acceso a la Champions –especular con que la quinta también lo haga no garantiza nada– y firmó un triunfo inapelable (1-3) gracias a las dianas de Córdoba, Iñaki Williams e Iker Muniain.

Recuperar el pulso

El agua, no obstante, duró poco en las cantimploras de los vizcaínos, que tuvieron sed durante un lustro con cuatro empates y la mencionada derrota el 13 de mayo de 2023, cuando el vendaval amarillo envió de vuelta a Bilbao a los rojiblancos con cinco goles de Álex Baena (dos), Jackson (otros dos) y Paredes en propia puerta. El tanto visitante lo hizo Sancet de penalti. Por fortuna, esta vez no hubo que esperar mucho para que el Athletic recuperase el pulso en La Cerámica. Y es que el curso pasado completó un partido extraordinario y pasó por encima de los castellonenses. El 2-3 es en realidad engañosa porque los locales marcaron en los minutos finales. Decidieron el encuentro Ruiz de Galarrera, con el único tanto que ha conseguido hasta ahora en Primera, y los hermanos Williams.

Es el momento ideal para que los hombres de Valverde reviertan la situación y mañana encadenen otra victoria en Villarreal, algo que no han conseguido hasta la fecha. Serían los tres puntos más valiosos de la campaña porque el submarino quedaría ya a nueve con, eso sí, un partido menos, el aplazado ante el Espanyol. Aun en el caso de ganarlo y de que la distancia se redujera a seis, el average sería favorable al Athletic, que se impuso en San Mamés (2-0) el pasado diciembre. La Cerámica es muy dura de modelar, pero ha llegado la hora de hacerlo.

LOS DATOS

24

veces ha visitado el Athleticel estadio del Villarreal desde la temporada 1998-99

12

derrotas de los rojiblancosen La Cerámica, la más dura hace dos años con un 5-1

( empates en el campo delsubmarino, cuatro de ellosen el último lustro

4

victorias en tierras castellonenses, la últimala pasada temporada (2-3)