![«¡Concentración, concentración, más complicidad!»](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/202107/08/media/cortadas/marce-buena-ky0C-U140967264951aoF-1248x770@El%20Correo.jpg)
![«¡Concentración, concentración, más complicidad!»](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/202107/08/media/cortadas/marce-buena-ky0C-U140967264951aoF-1248x770@El%20Correo.jpg)
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. Son las 10.30 de un plomizo jueves de julio. Mientras varios grupos de chavales del campus del Athletic pasan el verano en torno a una pelota, este jueves con la visita sorpresa de Raúl y De Marcos, un grupo de 23 jugadores se ... dirige al campo 5 de Lezama para realizar su segundo entrenamiento de la pretemporada. Es la primera plantilla rojiblanca, mermada de efectivos por los ocho futbolistas lesionados, la estancia de Unai Simón con las selecciones, y el positivo de Mikel Vesga. Los profesionales de campo visten de azul, los dos porteros, Julen Agirrezabala y Jokin Ezkieta, de rojo. Comienza la práctica, con Marcelino García Toral de mero espectador, conversando en la banda con Andoni Ayarza, adjunto a la dirección deportiva bilbaína. Observa, a lo lejos, mientras sus jugadores estiran, hacen una serie de grupos, juegan unos rondos... Parece ligero, suave, pero...
Pasado un tiempo, el cuerpo técnico divide a los futbolistas en tres grupos. Por un lado, con peto blanco, Villalibre, Sancet, Vencedor, Muniain, De Marcos, Balenziaga, Núñez, Morcillo, Nico Serrano y Petxarroman. Sin esa prenda distintiva, Ibai Gómez, Iñigo, Lekue, Artola, Dani García, Raúl, Berenguer, Nico Williams y Vivian. En el centro, con peto rojo, Unai López y Beñat Prados. Ahí surge el técnico de Careñes. Entra en el campo y ofrece una serie de instrucciones.
En la presentación del miércoles, ya dijo que sus pretemporadas son «durillas» y que el balón iba a tener un protagonismo especial, que no todo iba a ser correr como antaño. Y ahí comienza el preparador a exprimir a su tropa. Fueron una especie de partidillos, en espacios reducidos, con miniporterías para marcar. Marcelino y su grupo de colaboradores no pararon de apretar las tuercas y lanzar mensajes. «Objetivo, no perder un balón. Hay que meter gol». De repente, pide a todos que paren. Y, de nuevo, realiza una serie de puntualizaciones. De inmediato, la pelota vuelve a fluir. «¡Más complicidad!». «¡De un lado a otro!». «¡Concentración, concentración!». «Fácil, fácil». «Muy bien». Todo el rato encima de los suyos en la primera sesión de las tres organizadas este jueves y este viernes.
Y mientras sus compañeros entrenaban, daban ritmo y velocidad a la pelota, del interior del nuevo edificio del primer equipo surgieron Ander Capa, Oier Zarraga e Iñigo Córdoba. Los tres ultiman su puesta a punto después de las lesiones que les impidieron finalizar el pasado curso. Hicieron ejercicios con la pelota, acompañados de Imanol Martín, readaptador. También corrieron distancias cortas y, cuando el grupo principal terminó la sesión, de una hora, se les unió Balenziaga. El resto de tocados, Yeray, Kodro, Yuri, Williams y Peru Nolaskoian, no se dejó ver en el exterior de las instalaciones de la factoría vizcaína.
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