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Julen Agirrezabala encaja el primer gol del Celta.
Un cambio deseado e inesperado

Un cambio deseado e inesperado

Valverde sustituyó a Unai Simón por Agirrezabala en el minuto 61 con 0-0 para contribuir a que el meta internacional gane el Trofeo Zamora al portero menos goleado

Jueves, 16 de mayo 2024, 00:46

Si había alguna duda sobre la implicación de Ernesto Valverde en la consecución del trofeo Zamora por Unai Simón, se diluyó en el minuto 62, dos después de que el portero rojiblanco cumpliera el minutaje establecido por los responsables de adjudicar el premio, y cuando por fin, la pelota salió del campo y el árbitro decidió que se podían hacer los cambios.

Fueron unos minutos de nervios, porque el reglamento establece que para que a un guardameta le cuente el partido que está jugando, debe cumplir al menos 60 minutos sobre el césped. Julen Agirrezabala ya estaba preparado desde tiempo antes, y fue entonces cuando el Celta redobló sus esfuerzos por acosar la meta de Unai. Por supuesto, a lo vigueses les importaba poco la lucha del alavés por ese trofeo individual, acuciados por la necesidad, se lanzaron al abordaje en la segunda parte, sin piedad para Unai Simón, que vio como un balón se estrellaba en el larguero, aunque luego García Verdura señaló falta por un leve empujón de Larsen, y después sufrió un golpe del mismo delantero, demasiado fogoso a la hora de entrar al remate.

Por cierto, que, por esa vara de medir del árbitro, también salió perjudicado Raúl García, que marcó en el descuento, pero también había tocado al defensa para hacerse un hueco en el área. Es paradójico que el mismo colegiado que dejó sin señalar al menos una docena de faltas, a medias para losa dos bandos, se mostrara tan puntilloso en las áreas.

Al final, casi con suspense, se produjo el cambio de Unai Simón, que gracias a dejar la portería a cero en esos 62 minutos que jugó, ha rebajado el porcentaje de goles encajados a 0,94 desde el 0,96 que tenía antes de comenzar la jornada, por lo que se lo pone más complicado a quienes pugnan con él por llevarse el trofeo, tantos años después de que lo consiguiera Iribar. Zubizarreta, que lo obtuvo con el FC Barcelona, también estuvo a un paso, pero fue Ablanedo, el portero del Sporting, quien lo ganó, precisamente mediante una treta parecida a la que utilizó Valverde con Unai Simón. Se quedó en el banquillo en los dos últimos partidos de Liga.

El cambio de Unai Simón repercutió en el partido, y no, desde luego, por la actuación de Julen Agirrezabala, sino porque el Celta se dio cuenta un poco más de que, con esa actitud, el Athletic estaba a otras cosas, y no tanto a llevarse los tres puntos. Encajar dos goles en apenas dos minutos es una muestra de ello. Un chaval de la cantera, Hugo Álvarez, se echó el equipo a la espalda y pone a su equipo en una posición algo más cómoda a falta de dos jornadas.

Antes, cuando las cosas iban medianamente normales, había sido Alex Berenguer el protagonista del partido. El jugador navarro fue el que más interés le puso en el bando rojiblanco. La culminación fue el gol olímpico que consiguió mediada la primera parte, en el segundo córner consecutivo que lanzaba, pero no se volvió loco con la celebración. Recibió los abrazos de sus compañeros y poco más, tal vez por respeto al rival, que se jugaba mucho, tal vez por los rumores que circulan sobre su posible salida.

Trabajo baldío

Lo cierto es que esto último no se le notó sobre el césped, porque jugó como si fuera su primer día de rojiblanco. Después del gol le puso un balón interesante a Unai Gómez, que el bermeano remató en plancha y despejó un defensa, y luego consiguió provocar una falta al borde del área, que él mismo se encargó de lanzar, porque su marcador, Manquillo, tuvo que pararle como pudo. Pero no fue todo en la producción de Alex Berenguer, ya que, además, con sus constantes movimientos hacia dentro, en los que siempre le seguía su marcador, dejaba grandes espacios por la banda que sus compañeros no supieron aprovechar.

El trabajo del navarro fue, al final, baldío. Al menos, queda el consuelo de que el trofeo Zamora está cada vez más cerca de las vitrinas de Unai Simón, y no parece descabellado creer que Valverde repetirá la jugada en San Mamés frente al Sevilla. Sería un buen momento para que la afición jalee a Unai después de una temporada espléndida.

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