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La escena es desgarradora. Ander Herrera (Bilbao, 35 años) está sentado en el banquillo de Boca Juniors en el campo de Newell's de Rosario y se echa las manos a la cara mientras comienza a llorar de forma desconsolada.
El centrocampista había entrado al campo en el arranque de la segunda parte. Cinco minutos después tuvo que pedir el cambio. Padeció su tercera lesión muscular. Un golpe muy duro para un jugador que apenas lleva dos meses en Boca y que sufrió un calvario parecido en el Athletic.
Herrera abandonó el Athletic en enero. Boca no quería pagar por él y el trato que se alcanzó es que el centrocampista renunciaba a la ficha de la mitad de la campaña que había estado en el club y que debía cobrar.
El exjugador del Zaragoza, Athletic, Manchester United y PSG cumplió su sueño de debutar con Boca el 23 de enero ante Argentino Monte Maíz en Copa. Tres días después fue titular en Argentinos Juniors. Fue titular y agradó, pero a los 65 minutos abandonó el campo por molestias.
Esta primera lesión le tuvo tres semanas de baja. Reapareció ante el Aldovisi y jugó cuatro encuentros seguidos, pero padeció un nuevo percance muscular en un entrenamiento y se perdió el duelo ante Defensa y Justicia. Reapareció ante Newell's, pero aquello acabó en drama. Ahora asume que tiene por delante varias semanas de baja.
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