Una Roma en crisis vence en el estreno de Ivan Juric en el banquillo

Una vez cosechada la tercera victoria consecutiva en liga y situarse en la parte privilegiada de la clasificación, todas las miradas en torno al Athletic apuntan a su estreno europeo del próximo jueves en el Olímpico de Roma. En el conjunto de la capital italiana, las aguas estaban revueltas, tras no vencer ninguno de sus primeros cuatro compromisos ligueros -tres empates y una derrota-. Tanto es así que, el pasado miércoles, el club decidió destituir del banquillo a Daniele de Rossi, leyenda absoluta de 'La Loba' por sus 18 temporadas como jugador.

De Rossi es una figura tan querida por la Roma que su salida ha desatado duras críticas por parte de la afición. No sólo eso, sino que la problemática ha ido a más, hasta el punto de que Lina Souloukou, directora ejecutiva de la entidad, ha presentado su dimisión este mismo domingo a raíz de las amenazas e insultos que ha recibido. De hecho, desde Italia se informa de que la ex CEO ha sido puesta bajo 'medidas de protección'. En mitad de este clima bélico, los romanos, rozando los puestos de descenso, recibían al Udinese, líder de la Serie A.

La tensión se podía palpar desde las gradas. Incluso los ultras no entraron al estadio hasta pasada la media hora de choque en señal de protesta. Ese era el cóctel explosivo con el que se estrenaba Ivan Juric como nuevo técnico, tras anteriores experiencias en el Crotone, Génova, Hellas Verona o Torino, entre otros. El croata no fue muy intervencionista en cuanto a su propuesta inicial, respecto a su antecesor. Siguió apostando por el 3-5-1-1 que componía también De Rossi y sólo introdujo a Çelik y Pellegrini por el lesionado Saelemaekers y Koné.

La propuesta de la Roma fue muy valiente. Llevó la iniciativa en todo momento, dominando la posesión, pero también siendo vertical y muy profundo. Sin pelota ejercía una posesión asfixiante para hacerse cuanto antes con ella. Contra todo pronóstico, el encuentro fue un monólogo de los locales, con sus atacantes mostrando un gran brío: el Shaarawy, Dovbyk y Dybala. Tres nombres que Ernesto Valverde tendrá que tener muy en cuenta a la hora de preparar el envite. Es esencial contenerlos.

El primero de ellos asistió al delantero ucraniano, 'pichichi' de la liga la temporada pasada con 24 en el Girona, en el primer tanto e irrumpía constantemente con peligro por banda izquierda. De la labor defensiva de ese costado se encargaba Angeliño. Dovbyk estrenó el marcador a los 19 minutos de juego con un gran disparo cruzado, encadenando dos partidos viendo puerta. Fue el mejor del partido, protagonizando varias acciones destacadas cerca del área contraria. Le anularon el que hubiera sido el 4-0 por fuera de juego. Dybala hizo que constase su talento forzando el penalti que transformó él mismo con maestría al inicio de la segunda mitad.

La Roma fue un rodillo desde el principio hasta el final y ganó mucha confianza para recibir a los rojiblancos. La única mala noticia para los italianos fue la lesión de su capitán, Lorenzo Pellegrini, a quién la afición silbó al ser sustituido. También lo hicieron cuando fue presentado en la previa del partido, al igual que ocurrió con Bryan Cristante. El joven Baldanzi, de 21 años, entró por el capitán y tardó poco más de un minuto en firmar el 3-0 definitivo, tras una buena pared con Artem Dovbyk. Un contundente triunfo que puede rebajar mucho la tensión que existe en torno a La Loba, cuatro días antes de recibir al Athletic.

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