![Bilbao y la Eurocopa, un mar de dudas](https://s2.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/202104/09/media/cortadas/bilbao09-kbqF-U1301082809692nLG-1248x770@El%20Correo.jpg)
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La Eurocopa de Bilbao, cada vez más en duda. Es lo que se barrunta tras los últimos movimientos institucionales en torno a la candidatura vizcaína. La UEFA debe decidir la próxima semana qué ciudades albergan el campeonato y no está nada claro que ... en la lista definitiva de estadios vaya a figurar el de San Mamés -también están en la cuerda floja Dublín, que ya ha dicho que no permitirá espectadores, Glasgow y Roma-. Los requisitos sanitarios que ha establecido el Gobierno vasco hacen prácticamente imposible que pueda haber público en los partidos que se deben disputar en el campo del Athletic -los tres de España y un cruce de octavos de final en el que no estaría la selección de Luis Enrique- y la UEFA ya ha dejado claro que el torneo de naciones se celebrará con espectadores en las gradas, aunque sea un número restringido. El organismo no quiere que se vuelvan a repetir imágenes como las de la Champions con todas las butacas vacías. Desea que, al menos, una parte de las gradas estén ocupadas por aficionados.
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El pasado miércoles el Ejecutivo autónomo y el Ayuntamiento de Bilbao hicieron público un documento en el que enumeran cuáles son, en su opinión, los criterios sanitarios que deben cumplirse para que haya público en La Catedral rojiblanca. Para empezar, establecen como aforo máximo el 25% de la capacidad de San Mamés -lo que viene a ser 13.000 espectadores-, aunque, como publicó este periódico el mes pasado, en los primeros borradores sopesaba que se pudiera alcanzar hasta el 50% -más de 25.000 aficionados-. El Gobierno vasco, eso sí, condiciona el acceso de los seguidores a que se consiga frenar la pandemia de forma increíble en los dos próximos meses, que es cuando arranca el campeonato -del 11 de junio al 11 de julio-.
Así, por ejemplo, la incidencia acumulada a 14 días debería quedar por debajo de 40 casos por 100.000 habitantes en Euskadi y España (ahora está en torno a 167); el número de vacunados y de inmunidad en todo el país tendría que estar por encima del 60% (las previsiones más optimistas del Gobierno central creen que se llegará en septiembre al 70% aunque ahora no ha recibido la dosis ni el 5% de la población); la ocupación hospitalaria por Covid debería situarse en el 8% (ahora está en el 20%); la ocupación de las UCI tendría que estar por debajo del 2% y la trazabilidad de casos Covid debería ser superior al 90% en Euskadi.
lo pide la uefa
Un planteamiento el de la Administración autonómica que hizo que el mismo miércoles por la noche la Federación emitiera un comunicado en el que criticaba con dureza al Gobierno vasco y al Ayuntamiento de Bilbao. Porque considera que esos requisitos hacen «inviable» que la UEFA vaya a mantener a San Mamés como sede de la Eurocopa. La RFEF que dirige Luis Rubiales entiende que con esa maniobra las instituciones vascas pretenden enviar un mensaje muy claro: no desean la Eurocopa, en la que España jugaría en Euskadi como anfitrión, pero tampoco quieren ser ellas las que se descabalguen del proyecto. Según el análisis de la Federación, prefieren que sea la UEFA la que deje fuera a la capital vizcaína, aunque en público aseguren estar volcadas con la candidatura bilbaína.
promoción turística
Un extremo que niegan fuentes del Ayuntamiento, que insisten en que albergar la Eurocopa es una «prioridad» porque, aunque no tenga público, supondría vender la imagen de Bilbao a millones de espectadores en un momento en el que la ciudad debe comenzar a pensar en su reactivación como foco de atracción turística. El propio alcalde, Juan Mari Aburto, y el concejal de Desarrollo Económico, Xabier Ochandiano, han reiterado en las últimas semanas su apuesta decidida por albergar la Euro'2020. Entienden, no obstante, que la situación sanitaria no permite demasiadas alegrías con el acceso de público y que son los expertos médicos los que han guiado el documento enviado a la UEFA.
La reacción de la Federación evidencia, no obstante, la tensa relación entre ambas organizaciones al airear sus discrepancias en público. Un clima que, según distintas fuentes, se acabó de agriar con la pandemia y el confinamiento. Tal y como publicó este periódico en octubre pasado, entre los responsables del fútbol español y el europeo no han gustado algunas actitudes y retrasos a la hora de cumplir con trámites de la organización de la Eurocopa. Entre ellos se apunta a la cesión del estadio para algunas gestiones cerca de la fecha de inicio del torneo y a la promesa incumplida de tener abierto las 24 horas el aeropuerto de Loiu -muchos vuelos se tendrían que desviar a Foronda-. Al hacer públicas las discrepancias ahora, según otras fuentes, la Federación trataría de trasladar el mensaje de que la retirada de la sede sería culpa de Bilbao y no de la RFEF.
elección en 2014
También hay que tener en cuenta otro aspecto clave en la celebración de eventos deportivos de este tipo: la sintonía personal. Resulta significativo, en este sentido, que al frente de las tres instituciones implicadas en que Bilbao sea sede de la Eurocopa no está ninguno de los protagonistas que hicieron posible la designación. Las negociaciones para albergar la Eurocopa culminaron en septiembre de 2014. Fue entonces cuando se anunciaron las doce sedes del torneo. Al frente de la UEFA estaba Michel Platini; la Federación estaba presidida por Ángel María Villar; y el Ayuntamiento de Bilbao lo dirigía Ibon Areso tras el fallecimiento en marzo de Iñaki Azkuna, el impulsor de la candidatura para la Euro'2020.
Ahora, es Aleksander Ceferin el que lidera el fútbol europeo; Luis Rubiales es el que preside la Federación. Ceferin ha dicho en público, incluso cuando estaba en la directiva de Platini, que no le gusta el modelo de 12 sedes para la Eurocopa. Y Rubiales tampoco ve con buenos ojos, según varias fuentes, un proyecto como el bilbaíno que apadrinó Villar.
La presidenta del PP de Bizkaia, Raquel González, acusó ayer al lehendakari, Iñigo Urkullu, de querer «quitarse de en medio» la Eurocopa con condiciones «leoninas» porque tiene «alergia a la marca España». Por ello, emplazó al jefe del Ejecutivo autónomo a «sentarse con expertos de verdad y no inventados, para ver cómo se puede celebrar una Eurocopa segura con público». González exigió que se «defienda hasta el final» que Bilbao sea sede del campeonato. «Y que se celebre con público y todas las garantías».
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