Mattheus decanta el derbi de filiales para el Bilbao Athletic

El choque tuvo intensidad, detalles de calidad que partieron principalmente de las botas de un Mikel Jauregizar que volvía al filial bilbaino casi tres meses después –está en dinámica de primer equipo– y fue el faro que guió a su equipo hacia la victoria, así como goles de bella factura como el materializado por el artillero visitante Unai Ropero. Todo ello aderezado con la expulsión del visitante Tomás Mendes en el arranque de la segunda mitad por pasarse de frenada cuando ya tenía una amarilla y que puso en choque de cara para los de Carlos Gurpegui.

La propuesta de unos y otros quedó muy cara desde el pitido inicial. El Bilbao Athletic quería la pelota e intentaba elaborar desde atrás, mientras que el Alavés B, con jugadores de gran poderío físico en todas sus líneas, apostó por una presión muy adelantada y un juego mucho más directo. Además, no tuvo reparos en parar constantemente el juego con faltas, algunas de ellas al límite de lo permitido como la que le costó la primera amarilla a Mendes. Ninguno de los dos conjuntos consiguió imponer su estilo en una primera media hora en la que lo más destacado fue un caño de Jauregizar que levantó los aplausos de la grada y un par de centros de Adama Boiro desde la izquierda.

Sin embargo, a partir del minuto 35, el Bilbao Athletic entró en ebullición. Un error del centrocampista babazorro Diallo abrió la espita. Dejó el esférico a los pies de Izeta en el borde del área pero el delantero de Aia cruzó demasiado el disparo. Fue el preludio del gol porque el máximo artillero del filial -13 dianas con la de hoy- no perdonó a la segunda. Esta vez fue un robo de balón de Jauregizar el que propició el centro de Adama Boiro que cabeceó a la red el guipuzcoano adelantándose a los defensores.

Hugo Ríncón, muy activo durante todo el encuentro, tuvo la sentencia poco después pero su remate se marchó fuera junto a la cepa del poste derecho alavesista. Y cuando parecía que el primer periodo acabaría con ventaja local llegó el precioso tanto de Ropero. El goleador albiazul se adueño del balón en la la línea de tres cuartos y, viendo que Padilla estaba adelantado, no se lo pensó. Chutó a puerta y el cancerbero del Bilbao Athletic no pudo evitar el empate, aunque llegó a tocar el balón.

A la vuelta de vestuarios se produjo la jugada que probablemente marcó el encuentro. No se había cumplido el primer minuto cuando Mendes vio la segundo amarilla y dejo al Alavés B con uno menos. A partir de entonces, los dirigidos por José Manuel Aira se replegaron para intentar defender el resultado, mientras el Bilbao Athletic no encontraba la forma llegar a las inmediaciones de Gaizka García. La entrada de Aingeru Olabarrieta fue fundamental en ese sentido.

El delantero rojiblanco se convirtió en un puñal por la derecha desde que saltó la verde, aunque sus centros no encontraban rematador. Hasta que, a falta de diez minutos para el final, Carlos Mattheus, también de cabeza, lograba el segundo tanto para los de Gurpegui y tres puntos de oro de cara a mantener la distancia respecto a los perseguidores. Justo dos minutos antes del gol anfitrión llegó el debut de Julen Jon Guerrero en Lezama con la zamarra albiazul. El hijo del mito rojiblanco dejó algunos detalles de su calidad, sobre todo en las jugadas a balón parado, después de mucho tiempo sin jugar debido a una lesión en el tobillo.