Demasiado inestable

Se repite la historia del curso pasado. Entonces, Patxi Salinas saltó del Basconia al Bilbao Athletic para sustituir a Imanol de la Sota tras una derrota en el campo del Dux Internacional en la jornada 16. El desenlace se ha adelantado este año a la doce. La inestabilidad predomina allí donde deberían reinar la tranquilidad y la paciencia.

Los ceses a mitad de temporada en el banquillo del Bilbao Athletic han sido algo tan excepcional que para encontrar el anterior nos tenemos que remontar al siglo pasado, cuando en la temporada 1996-97 Carlos Terrazas sustituyó a Manolo Sarabia en la jornada 22. Desde entonces, la continuidad ha sido la tónica general, rota tan solo por alguna urgencia, como la que protagonizó Gaizka Garitano dejando el banquillo en la jornada 15 de la temporada 2018-19 para hacerse cargo del primer equipo.

Poner el acento en las dificultades de la categoría conduce inevitablemente a minimizar la trascendencia de un posible descenso. Y alguien podría incluso caer en la tentación de recordar que la mayoría de los filiales de los equipos de Primera están por debajo del Bilbao Athletic. De hecho, el único club que mantiene a su segundo equipo en la categoría de plata es el Villarreal. En Primera Federación militan la Real Sociedad B, que actualmente ocupa la tercera plaza, el Real Madrid Castilla, cuarto; Osasuna Promesas, sexto; Barça Atlètic, octavo; y Celta B, decimoquinto.

En Segunda Federación juegan los filiales del Atlético de Madrid, Betis, Valencia, Valladolid, Mallorca, Espanyol, Sevilla y Cádiz, además del tercer equipo de la Real Sociedad. En Tercera están los segundos equipos del Rayo, Girona, Almería, Getafe y Elche.

Desde el comienzo del siglo hasta el año pasado, nueve técnicos habían dirigido al Bilbao Athletic. Murua, Terrazas, Valverde, Sarriugarte, Liñero, De la Fuente, Ziganda, Garitano y Etxeberria. Ya van cuatro en estos dos últimos años: De la Sota, Salinas, Arostegi y Pallarés. Todos ellos tienen en común haber sido lo que se entiende como gente de la casa. El nombramiento de Alex Pallarés rompe esta norma no escrita que ha estado en vigor a lo largo de toda la historia del filial que, no lo olvidemos, también ha sido y debe seguir siendo, cantera de entrenadores.

Se trata de plantearse cuál es el sitio del Bilbao Athletic y si el segundo equipo debe regirse por los mismos códigos que los demás. Es imprescindible un análisis exhaustivo del potencial de la plantilla en cada momento, y de la calidad y cantidad del relevo, que solo puede llegar desde Lezama. En definitiva, de sopesar, más allá del puesto en la tabla, qué puede aportar al primer equipo, que es su único objetivo.

Por encima de las clasificaciones, lo importante es que en lo que llevamos de siglo en el primer equipo del Athletic han debutado 84 futbolistas procedentes del Bilbao Athletic. Es cierto que la lista se desfigura un tanto porque algunos prácticamente no pasaron del debut en un partido de Copa o de Intertoto, pero muchos otros ya forman parte importante de la historia del Athletic o la están escribiendo ahora mismo.

La tabla clasificatoria no es el único baremo ni, probablemente, el más importante para medir el rendimiento de este equipo.