El Bilbao Athletic vuelve a empatar

Al final, y pese al empeño de ambos, el marcador no se movió. Este es el segundo empate consecutivo para el Bilbao Athletic, el tercero en cuatro jornadas. Los de Lezama mantienen viva su racha de partidos sin perder y siguen comandando la clasificación, pero con el Barakaldo ya situado a cuatro puntos.

Los de Carlos Gurpegui arrancaron el encuentro con mucho dinamismo, dominando con autoridad y buscando zonas de peligro con mucha asiduidad, sobre todo por su banda izquierda, por donde percutían una y otra vez. Sin balón, los cachorros presionaban con sentido e intensidad. Pero a esa buena puesta en escena le faltó definición en los últimos metros para poder llegar a generar peligro claro.

El Utebo, superado el arreón inicial, fue poco a poco inclinando la balanza a su favor. Padilla se convirtió de repente en el mejor jugador del filial rojiblanco. Apenas sobrepasado el cuarto de hora, metió una gran mano abajo para sacar el potente disparo de Marín, que le sacó los colores a De Luis dentro del área. Poco después, atrapó el remate algo forzado de Forcén. Y a la media hora de partido, intervino de nuevo para salvar a los de Lezama ante el latigazo de Barrero desde la frontal.

El Bilbao Athletic, inusualmente desdibujado, sufría ante la acometidas de los de Juan Carlos Beltrán. Sin balón, mostró dudas. Y con el cuero en las botas, faltó fluidez. Así, el balón parado fue un recurso más que válido para tratar de desatascar la situación. En una falta lateral, Izeta colgó el balón con mucho peligro al punto de penalti, pero Matheus apenas pudo peinar. Antes del descanso, el delantero de Aia también protagonizó la mejor ocasión de los rojiblancos de toda la primera mitad. Fue en un libre directo muy centrado. Su remate con toda la intención al palo del portero se fue rozando el palo.

Tras el paso por vestuarios, y después de unos minutos de armisticio, Utebo y Bilbao Athletic protagonizaron un cara a cara eléctrico en el que cada acción de peligro encontró una réplica casi inmediata. Para el espectador, una delicia. Para los técnicos, un martirio.

El loco carrusel de llegadas y oportunidades lo arrancó el conjunto barbo, en una acción de cierta fortuna en el área que los rojiblancos sacaron sobre la misma línea de gol. A renglón seguido, Olabarrieta sirvió una falta al punto de penalti, donde apareció Izeta para meter el pie con habilidad, pero el meta Chanza voló para meter una mano salvadora junto a la cepa del poste.

Unos instantes después, Forcén acarició el gol para el Utebo en un remate de cabeza muy peligroso que otra vez salvó un zaguero rojiblanco sobre la línea. En la siguiente jugada, Varela se inventó un remate con la zurda dentro del área, pero no le pudo meter toda la rosca y el esférico se le fue ligeramente desviado.

El paso de los minutos no hizo más que acentuar la situación. El partido estaba totalmente roto, con los dos equipos volcados en buscar un gol que les hiciera acreedores a la victoria. Pero las intentonas de ambos resultaron baldías y el duelo se resolvió con justo un reparto de puntos.