El Bilbao Athletic pierde fuelle

Al Bilbao Athletic, definitivamente, se le atascan los equipos de la zona baja de la tabla. Hace dos semanas, se dejó sorprender por la Gimnástica Segoviana, la pasada jornada salvó un empate in extremis en Tajonar y este viernes tampoco pudo pasar del empate ante el Barça Atlétic, que llegaba a Lezama como colista, en un duelo que quedó notablemente condicionado por la expulsión de Duñabeitia en el ecuador del primer periodo. Tres jornadas sin conocer la victoria para los de Jokin Aranbarri, que ceden terreno en la lucha por el play-off.

Arrancó con las ideas muy claras el Bilbao Athletic, decidido a encarrilar pronto el partido. Presión alta y mucha movilidad de los rojiblancos para meter en su parcela a los culés, que ya en el primer minuto de juego vieron rondar el tanto de los de Lezama. El segundo intento para los cachorros no tardó mucho más en llegar. Tras un error forzado en la salida desde atrás del Barça Atlétic, la pelota le quedó a Olabarrieta, que buscó con toda la intención un zurdazo ajustado al segundo palo, pero la pelota se le acabó marchando ligeramente desviada cuando un abarrotado Lezama festejaba ya lo que parecía un golazo.

Los rojiblancos no solo creaban peligro con el balón en movimiento, también en la estrategia se mostraron muy incisivos en un gran arranque de partido. La pizarra estuvo a punto de funcionar en el 12', cuando Canales sirvió un balón raso a la frontal para que Varela empalase desde ahí, aunque el cuero acabó estrellándose en el cuerpo de un defensor. A la siguiente, no perdonaron. Apenas sobrepasado el cuarto de hora, nuevo servicio desde la esquina para que Duñabeitia devolviese de cabeza hacia el centro, donde apareció Ibai Sanz para remachar libre de marca. Un tanto que hacía justicia al empuje y dominio total que venían ejerciendo los rojiblancos.

Todo cambió en el ecuador de la primera mitad. El colegiado mostró la roja directa a Duñabeitia al entender que cometió falta en el forcejeo cuerpo a cuerpo con Cedric en la media luna. Una acción tan protestada como dudosa, pero el trencilla navarro lo tenía claro. Era el último jugador y cortaba una acción manifiesta de gol. A la calle.

Desde ese momento, el dominio pasó a ser de los de Sergi Milá. Aranbarri no movió ficha, pero colocó a Gerenabarrena en el carril para reordenar su defensa. El filial culé movía el balón con rapidez buscando los espacios, y su insistencia tuvo premio con demasiada prontitud. Rubén López recibió el esférico en la frontal y desde ahí le pegó al segundo palo. Incluso pudo llegar el segundo tanto culé antes del descanso, pero lo evitó Mikel Santos con una magnífica parada al zapatazo de Mbacke.

Rearmados tras el paso por vestuarios, los rojiblancos equilibraron el juego y se acercaron más a posiciones ofensivas. Una actitud que sirvió para que el Bilbao Athletic lograra tomar de nuevo la delantera tras una buena acción combinativa entre Varela, Rego y Peio Canales, que acabó empujando el balón al fondo de las mallas.

Pese a la inferioridad, los rojiblancos parecían tener la situación controlada. Al menos hasta que en el 65', un error de Jon de Luis en un exceso de confianza permitió que Cedric pusiera de nuevo las tablas en el marcador. En el tramo final, la diferencia física se dejó notar en el verde. Los culés acabaron mejor y Mikel Santos acabó siendo protagonista con tres paradas de enorme mérito que sirvieron para salvar un premio menor.