El Bilbao Athletic sale del descenso

El filial dio un recital en los primeros 45 minutos. Cayó un gol pero pudo haberse ido a vestuarios con una goleada a favor que hubiese resuelto el partido antes de tiempo. Avisó Diarra a los cuatro minutos, pero su disparo cruzado salió ligeramente desviado. El centrocampista de Bamoko llegó una y otra vez a la portería rival –mandó después arriba un cabezazo solo dentro del área pequeña a centro de Kortazar–, pero le faltó acierto en la definición. Sí la tuvo, aunque con mucha fortuna, Aitor Paredes. El central desvió un centrochut de Gerenabarrena para subir el primer gol al luminoso de Lezama en el minuto 11.

Pudo ampliar la renta en el minuto 18 Kortazar con un gran remate de cabeza, pero su testarazo se estrelló en el larguero y botó sobre la línea de gol, no llegándola a rebasar. Instantes después, Gerenabarrena falló un gol cantado. Solo dentro del área, el de Lekeitio fusiló a placer, pero un Acebes espectacular le negó el gol. Tras una primera media hora con claro dominio rojiblanco llegaron los mejores minutos del Promesas. Arroyo, de lo poco salvable del filial vallisoletano, tuvo dos oportunidades para empatar el partido. En la primera no supo definir ante un Agirrezabala que achicó perfecto. Si la hubiese tenido su entrenador Julio Baptista... El joven portero rojiblanco demostró todo su potencial con un paradón al mismo Arroyo en el minuto 36 tras un remate ajustado al poste.

La segunda parte empezó con el mismo guion que acabó la primera. Un Bilbao Athletic eléctrico anotaba el segundo gol y de nuevo un defensa iba a ser el encargado. Núñez enganchó una preciosa volea desde la frontal del área que tocó en el poste antes de besar la red. Gran córner botado por Luis Bilbao, que volvía al equipo tras superar su lesión en los isquios. El joven extremo rojiblanco fue el jugador más destacadado de los de Patxi Salinas.

El tercero y definitivo salió de las botas de Mikel Goti, uno de los revulsivos. El de Gorliz se fabricó una gran jugada por la banda izquierda y, tras recortar ante un rival, disparó ajustado al palo con una rosca imposible para Acebes.