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Markel Susaeta celebra uno de sus goles marcados en la pasada temporada, cuando estrenó el brazalete de capitán del equipo de su vida.
Markel Susaeta: las 500 batallas del capitán discreto

Las 500 batallas del capitán discreto

Susaeta entra en un club selecto y de solo cinco miembros, los que han cruzado la frontera de medio millar de partidos con el Athletic: «Mi compromiso por seguir es claro»

Miércoles, 16 de enero 2019

Todo empezó con una llamada de teléfono mientras el chaval, entonces de 19 años, estaba con unos amigos en la playa. La felicidad fue inmediata, plena y genuina, y en aquel momento solo podía dejar que su imaginación volara libre como el viento y pensar en que debía hacer la maleta y viajar. ¿Dónde? A Holanda. ¿Por qué? Porque acababan de decirle que haría la pretemporada con el primer equipo. Era el verano de 2007 y Markel Susaeta comenzó a escribir el primer capítulo de un relato que poco a poco ha ido convirtiéndose en historia, la de un hombre discreto y trabajador que acaba de cruzar la mágica frontera de los 500 partidos con la camiseta del club de su vida.

Cruzó la barrera ante el Sevilla, un club que quiso tener un bonito gesto con el campeón. Se fue a casa con el balón del partido y una camiseta. «Estoy con ganas y mi compromiso con el Athletic es claro», apuntó el capitán al término de los 90 minutos. En referencia a su posible renovación, el futbolista aseguró que «cuando haya alguna novedad» la harán pública. En su partido 500 vestido de rojiblanco, Susaeta se acordó de quienes le «aguantan en los momentos bajos». Más satisfecho con la última racha del equipo tras vivir «momentos muy difíciles», espera que los buenos resultados que están acumulando sirvan ahora para «salir de los puestos de abajo y respirar un poco».

El de Eibar ha entrado en un territorio desconocido y a la vez sagrado en el que solo habitan otros cuatro seres fantásticos de una entidad singular y centenaria: dos mitos como José Ángel Iribar (614) y Txetxu Rojo (541), y dos grandes como Joseba Etxeberria (514) y Andoni Iraola (510). Sin hacer apenas ruido, el eibarrés ha cruzado al otro lado del espejo.

Leyenda. Iribar es el gran icono del Athletic y el hombre que aglutina todos los valores de un club centenario. Un mito que solo despierta admiración.

A Markel Susaeta nunca le ha gustado llamar la atención, al menos no bajo los focos, con las cámaras encendidas. Siempre ha preferido que iluminaran a otros y que le dejaran en paz con su trabajo, al servicio del equipo en cualquiera de sus variantes. Hace años, durante una charla informal en Lezama, una persona le dijo mirándole fijamente a los ojos: «No sabes venderte». Él, sin inmutarse lo más mínimo y encogiéndose de hombros, replicó en voz baja pero firme: «No quiero venderme». Y así ha construido su carrera, sobre los cimientos de la discreción y una entrega incuestionable que han sabido valorar y premiar todos los entrenadores que ha tenido. La regularidad es la estrella que ilumina su camino en la élite desde hace más de una década, y su fútbol y su ética laboral son las bases sobre las que descansan sus 500 partidos con el Athletic. Una auténtica barbaridad que muchos parroquianos de La Catedral solo empezarán a apreciar cuando él ya no esté allí abajo.

DATOS PERSONALES

  • Markel Susaeta es de Eibar y el pasado 14 de diciembre cumplió 31 años.

  • Carrera. Llegó a Lezama con apenas nueve años, en verano de 1997. Pasó por alevines, infantiles, cadetes, juveniles, Basconia y Bilbao Athletic, hasta que dio el salto al primer equipo en 2007. Debutó el 2 de septiembre ante el Barcelona y desde entonces no ha dejado de jugar. Con Bielsa llegó a disputar los 63 duelos del curso 2011-12.

  • 500 partidos entre Liga (373), Europa League (67), Copa (49), Champions (8) y Supercopa (3)

  • 12 temporadas acumula con el primer equipo, y otras 11 con las categorías inferiores.

  • 56 goles lleva marcados entre Liga (38), Europa Legue (11), Copa (6) y Champions (1).

  • 5 meses y medio le quedan de contrato al extremo eibarrés, quien aún no ha recibido propuesta de renovación.

El eibarrés llegó a Lezama con apenas nueve años -Kike Liñero fue el verdadero detector de este talento y el técnico que vio en aquel niño al jugador que es hoy- y allí sigue, convencido de la corrección de su camino. No le importa lo que hagan los demás y tampoco la atención que reciben del público, muchas veces excesiva e injusta por los méritos acreditados por unos y otros, aunque en lo más profundo de su alma sabe que le hubiera gustado escuchar alguna vez a San Mamés -o más de una vez- corear su nombre. Esta herida cicatrizó hace tiempo y el capitán jamás ha tenido ningún reproche hacia la afición rojiblanca, al revés, siempre la ha consagrado como la mejor que se puede tener y la ha alojado en los altares de las hinchadas elegidas. Con el ruido y las luces se apaga, con el silencio se abre y se enciende. Nada tiene que ver Markel con Susaeta; este último es de dominio público, reservado y desconfiado, y el primero es bromista, divertido y animador cuando le toca actuar en su círculo de confianza.

Leyenda. Txetxu Rojo es historia viva del Athletic y uno de sus grandes mitos. Además, ha desarrollado toda su carrera en el club de su vida. 17 temporadas.

Es lo que sostienen los que le conocen y diferencian entre el personaje público y su perfil privado. «No tienen nada que ver», constatan. «Bromea, hace vestuario y lo llena de risas», añaden. Cuando está expuesto se pone una coraza y no se la quita hasta que vuelva a acomodarse en su ambiente. Jamás se ha dado importancia y ni siquiera lo hacía cuando se le hablaba de sus números y de que alcanzaría la cifra que alcanzó ayer. «Pensaré en ello cuando todo esto acabe», solía despejar lacónico, consciente de que todo pasa muy rápido y que aún recuerda con todo lujo de detalles su primer día en el vestuario de los 'mayores' y el momento de su debut.

Estreno con gol

El hombre que le hizo estrenarse en la élite fue Joaquín Caparrós, quien le tiene mucho cariño. Aún hoy le llama 'Susa', apodo con el que se ha quedado. «Le veo con unas ganas de jugar, de competir, de querer hacerlo bien como el primer día. Recuerdo perfectamente el día que debutó contra el Barcelona -2 de septiembre de 2007-. Me alegro mucho por él porque se lo merece todo y porque nadie le ha regalado nada», aseguró el utrerano en una conversación con este periódico. «Es un magnífico compañero, muy profesional, un chico que no se quería perder ni un entrenamiento». Ayer le vio cumplir 500 partidos con la camiseta que se la dio él aquel día en el Camp Nou, donde por cierto marcó. «Espectacular», definió así su carrera.

Memorable. Joseba Etxeberria ha sido uno de los grandes del Athletic, uno de sus símbolos. 15 temporadas, 104 goles y toda una vida en rojo y blanco.

Una carrera en la que siempre ha contado para sus entrenadores. En total, han sido siete en las categorías inferiores -Liñero, Iglesias, De la Fuente, Urkiaga, Mitxelo, Romillo y De Andrés- y seis en la élite -Caparrós, Bielsa, Valverde, Ziganda, Berizzo y Garitano-; pues bien, estos últimos han contado todos con el extremo. «Es como un martillo pilón», le definen sus compañeros. «No para de intentarlo y jamás se esconde». Es la misma idea que defiende el propio Susaeta, la de que puede estar mejor o peor, muy bien o muy mal, pero que su obligación es volver a probarlo una y otra vez.

Así ha librado sus 500 batallas el capitán discreto. Si todo va bien podría incluso superar este año a Iraola y a Etxeberria y colocarse tercero en la clasificación de los futbolistas con más partidos en la historia del Athletic; y hasta ir más arriba si el club le ofrece renovar porque acaba contrato. Aún no ha firmado. Otros sí. Él sigue su camino. En silencio.

Ejemplar. Iraola ha hecho historia en el Athletic y es uno de sus jugadores más respetados. Eligió irse cuando creyó oportuno y ahora es entrenador. J. A.

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