Bailén, parada obligatoria
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Una visita a la histórica peña del Athletic en tierras de Jaén, toda una referencia en el mundo rojiblanco desde su fundación en 1966Clásicos ·
Una visita a la histórica peña del Athletic en tierras de Jaén, toda una referencia en el mundo rojiblanco desde su fundación en 1966Jon Agiriano e Ignacio Pérez
Miércoles, 3 de abril 2024, 00:57
En su octava acepción, la que define solera como «carácter tradicional de las cosas, usos, costumbres, etc.», los sinónimos que le atribuye la RAE son «raigambre, arraigo, enraizamiento, tradición, antigüedad, vejez y carácter». Pues bien, cuando los visitantes entran en la sede de la peña ... de Bailén, estratégicamente situada en un bajo de la calle del Consuelo, al cronista la palabra solera es la primera que le viene a la cabeza. Aquello es un museo del Athletic. Si sus propietarios tuvieran el afán recaudatorio del sheriff de Nottingham o de Jon Uriarte podrían cobrar entrada. En lugar de eso, los 117 peñistas bailenenses han querido que su sede social sea un bar de entrada libre, abierto a todo el mundo. En primer lugar, para darle la mayor vida posible durante la semana y en segundo por la propia ilusión que les produce que la gente la vea y la admire. Es como enseñar una casa de la que uno se siente muy orgulloso.
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Cualquier aficionado del Athletic podría pasarse horas viendo las paredes y examinando las estanterías y vitrinas rebosantes. La colección es espectacular y resume la historia del club desde 1966, año fundacional de la peña. La cantidad de objetos y documentos gráficos reunidos -es imperdible la imagen de Josu Urrutia disparando un cañón en una representación de la batalla de Bailén-, provocan una impresión curiosa: la de que uno no es nadie en el Athletic si no está allí registrado de algún modo, en una fotografía, en una dedicatoria, en un autógrafo, representado en una bandera, bufanda, camiseta, póster, banderín... Y si es alguien, la verdad es que se ha despistado mucho y tiene que venir de inmediato a Bailén para reparar su ausencia.
«Zarra solía parar mucho por aquí. Cada vez que bajaba a Málaga a casa de su hija nos hacía una visita. A veces llegaba y se encontraba la peña cerrada, así que pasaba ahí al lado, a la panadería de Andrés Rusillo. Charlaban y se tomaban un vinito», explica Manolo de Haro, peñista desde que tiene memoria. No en vano, es hijo del fundador.
Casualmente, el citado Andrés Rusillo sale en ese mismo momento del que era su antiguo negocio. Manolo le ve, anda hacia la calle y, como deferencia a los periodistas, le recuerda sus charlas con Telmo Zarra. El viejo panadero sonríe. ¡Qué tiempos!, parece pensar.
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«Aquí pasábamos un rato. Era un hombre excepcional. Siendo quien era, yo no he visto a una persona más humilde y sencilla», asegura Rusillo.
De vuelta a la peña, Manolo de Haro y Juan Aguilar, otro peñista histórico, muestran una foto antigua. Fue tomada el 2 de marzo de 1969, la primera vez que 'subieron' a Bilbao. «Llega la expedición a la puerta de 'El Correo Español-El Pueblo Vasco'», se lee en la parte inferior de la imagen. En este periódico, los bailenenses tenían entonces un gran amigo y anfitrión, José Ramón Orio, Claudio hijo, cuya fotografía de Piru Gainza a hombros de Eneko Arieta celebrando la Copa de 1956, quizá la imagen más icónica de la historia del Athletic, tiene un amplio espacio reservado en la peña.
- «José Ramón era aquí como de la familia», comenta Manolo, antes de entrar en la oficina y abrir el libro oficial de socios en busca de un dato interesante. Hay 851 inscritos, desde Matías de Haro, el número 1, hasta el último, Miguel Serrano.
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- «Aquí está», señala.
En el número 261, inscrito en 1972, con solo dos años, figura el nombre del hijo de José Ramón, nuestro compañero Iván Orio.
Un grupo de alfareros de Bailén, grandes hinchas del Athletic, fueron los promotores de la peña
En 1969, los miembros de la peña -ahora son 117- viajaron a San Mamés por primera vez
No comparten las medidas que la directiva de Jon Uriarte quiere adoptar con las peñas
Es inevitable preguntarse cómo surgió un yacimiento rojiblanco tan rico como el de Bailén. Pues bien, surgió del barro. Y es que todo fue cosa de unos alfareros. Desde mediados de los cincuenta solían reunirse en talleres de cerámica del pueblo a escuchar los partidos del Athletic por la radio. Lo hacían de incógnito porque no existía el derecho de reunión, de manera que, cuando la Guardia Civil aparecía por allí, se excusaban diciendo que estaban trabajando, haciendo tinajas, platos y botijos. En los años sesenta comenzaron a sentirse signos de apertura en el régimen franquista, pero lo cierto es que cada vez que los de Bailén pedían permiso para registrar una peña, el Gobierno Civil de Jaén se lo denegaba. Hasta que ocurrió algo inesperado. Unos vecinos de la cercana Linares, también forofos rojiblancos, consiguieron que les aceptaran una peña. Los bailenenses reaccionaron de inmediato. Hicieron unos estatutos iguales, con el único cambio del nombre del pueblo, y las autoridades no tuvieron otro remedio que darles su bendición. Fue el 10 de octubre de 1966.
A partir de ahí, todo fue rodado: el primer desplazamiento a Bilbao en 1969, el primer viaje en avión a un partido del Athletic a Las Palmas en 1971, la organización del primer congreso internacional de peñas en 1973...
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- «Desde entonces no hemos parado», dice Paco Mañas, presidente de la peña desde 2004, que se incorpora a la tertulia con sus amigos Manolo de Haro y Juan Aguilar.
Jardinero municipal y actor de teatro aficionado, Paco asegura que él no se hizo del Athletic sino que nació así, como nació siendo un hombre moreno, narigón, honesto y sentimental. Escuchándoles sus vivencias rojiblancas y las actividades que desarrollan en la peña es inevitable admirar la capacidad de movilización de estos andaluces. Estando en Bailén, y recordando la famosa batalla de 1808, un acontecimiento que celebran cada año por todo lo alto, el cronista se pregunta si la determinación de estos peñistas tendrá algo que ver con la de aquellos soldados. O si estarán contagiados del valor de María Bellido, la heroína local, una cantinera cuyo cántaro quedó agujereado por un disparo de las tropas francesas cuando le llevaba agua al general Reding.
Quién lo sabe. Lo que está claro es que han aceptado una misión: todo lo que tenga que ver con el Athletic por debajo de Despeñaperros es algo que les incumbe y les provoca una gran responsabilidad, ya sea agasajar a presidentes, directivos, exjugadores o incluso periodistas, animar, invitar a comer y hacer regalos a los alevines de Lezama cuando juegan el torneo de Linares, desplazarse a Sevilla para apoyar a las jugadoras del segundo equipo femenino... No es extraño que se hayan convertido en una referencia del mundo rojiblanco.
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Los tiempos, sin embargo, están cambiando para las peñas de fuera de Euskadi, que vivieron años felices con Aitor Elizegi. La decisión de la directiva de Uriarte de exigir que las peñas tengan un 20% de socios del club o sean propietarios del carnet Athleticzale previo pago de 50 euros, unido a los problemas que tienen ahora para que les reserven entradas para sus familiares, de manera que puedan acompañarles a Bilbao y amortizar el autobús, tuerce el gesto de Paco Mañas.
- «Mira, nosotros en la peña pagamos una cuota de 70 euros. Aparte de eso, trabajamos sacando rifas y haciendo sorteos, y con ello financiamos muchas actividades, como el torneo de ajedrez, organizamos homenajes a jugadores, invitamos a los niños del alevín cuando vienen a Linares, ponemos la pantalla gigante en la calle para la final... Es mucho trabajo. Y claro, si a la gente le obligas encima a pagar 50 euros más y no le reservas ni siquiera una entrada de pago a su mujer, pues se acabará dando de baja. La verdad es que nos duele mucho lo que está pasando», dice, emocionado, dolido por una ingratitud.
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La perspectiva de un título de Copa cuarenta años después alegra el ambiente. Juan Aguilar no viajará a Sevilla. Se quedará con Manolo de Haro para montar la barra y la pantalla gigante. Es optimista, pero nota una cierta inquietud.
- «Tengo un poquito de miedo por dentro, la verdad. Pero el equipo nos ha dado mucha confianza esta temporada. Hay que confiar en estos jugadores», proclama.
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