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Rubén Diez (Portugalete, 26 años) es un entusiasta seguidor del Athletic, le encanta la escuadra vizcaína. No obstante, tiene otra pasión que compite con el escudo rojiblanco: los viajes de aventura y un punto de supervivencia. De ahí que este miércoles protagonizara una curiosa estampa en la base antártica Gabriel de Castilla, en la isla Decepción, cerca del Cabo de Hornos. «Estuve de los nervios. Había más gente antibarcelona que del Barcelona. Así que me apoyaban. Pegué un par de gritos buenos», cuenta a este periódico desde este lugar a 12.800 kilómetros de San Mamés, donde el equipo de Ernesto Valverde tumbó al Barcelona.
Han pasado las horas, pero su cabeza todavía da vueltas a lo que sucedió el pasado miércoles. Se puede observar en el mensaje subido a las redes sociales. «Mi tarde de ayer fue surrealista. Base antártica Gabriel de Castilla, Antártida. Habitada por militares y científicos. Y en el salón, yo, viendo y apoyando a mi Athletic Club en la gran tv a grito pelao. Creo que media base se hizo del Athletic», cuenta sonriente.
En realidad, no pudo ver el partido completo. Cuestión de trabajo en la base científica en la que se instaló hace tres semanas. «Estaba haciendo una entrevista a unos virólogos que están estudiando una gripe aviar supermortal, que está matando a miles de pingüinos, con un 50% de mortalidad. Y terminé la entrevista al descanso. E íbamos 1-2. Yo este año tenía puestas todas las esperanzas porque la nueva camada que sale se como el mundo...». Y al final se produjo la remontada.
Siguió el encuentro por la señal de La 1. Sin embargo, de vez en cuando se detenía la emisión. Por tanto, tiró el móvil, ya que allí disponen de un potente wifi para mandar los resultados y los papers de los diversos estudios que se realizan. «Refrescaba una aplicación de Deportes. Con el 2-2 ya empecé a dar gritos. En la prórroga estuve de los nervios. Pegué un par de gritos buenos», cuenta con una sonrisa una persona que siempre ha respirado en rojo y blanco.
Es de Bilbao, vive en Castro y nació en Portugalete. «El amor por el Athletic me viene de familia. No hay otra opción. Es religión en la familia. El Athletic es el Athletic. Y no hay más», reivindica este joven nacido en 1997. «Estuve en un partido del Atlético en el que estaba Forlán. En el nuevo San Mamés he estado cinco o seis veces. Pero siempre sigo al equipo. He llorado de alegría con los partidos de Europa de Bielsa y de tristeza en las finales. Pero siempre el Athletic. Mil veces en los viajes me pongo resúmenes de partidos como los de aquella UEFA contra el Manchester United o el Schalke y todavía me emociono. Es como volver a casa o a mi infancia. Desde pequeño por mi cumpleaños tocaba camiseta del Athletic. E ídolos tengo muchos«, confiesa este aventurero que ha estado »en mil sitios«.
Conoce Congo, Chad, Malí, Etiopía, Siria, Irán Afganistán, Colombia, México, Argentina... Todo empezó en 2012, en Youtube, en su casa de Castro. Comenzó con experimentos caseros, pasó a realizar viajes «más o menos comunes»... «Y luego me metí en reportajes de guerra, de antropología llegando a zonas que casi nadie llega. Es mi vocación. He nacido para esto».
Y para escribir un libro que justo ha salido a la venta este jueves 25 de enero. Se titula 'Un mundo de historias'. «Tengo una empresa de viajes, Ojo de Nómada. Y el libro son 20 capítulos, divididos en dos, mis memorias de los lugares y las personas que conocí. Es muy fresca y muy entretenida».
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