El autobús inglés de los 70 reconvertido en santuario del Athletic que viajará a Sevilla a por la Copa

Quieren la Copa a toda costa y les mueve un bonito propósito, hacer inolvidable este viaje para 'Mutato', uno de sus amigos que es acérrimo del Athletic. Él es el más athleticzale de la cuadrilla, es socio y aunque no tiene entrada para La Cartuja, vivirá con sus amigos la final «sea donde sea».

Porque ni siquiera tienen claro si llegarán a Sevilla. «Es una locura... es de esos viajes que haces después de un 'a qué no hay huevos'». José desprende ilusión en sus palabras, aunque él mismo transmite la complejidad del viaje. «El autobús estaba malito, entraba agua... Había que arreglarlo», desvela José, que es propietario del autocar desde hace cuatro años. Él y sus amigos se han 'matado' para reparar este clásico autobús inglés y reconvertirlo en un santuario rojiblanco, lleno de símbolos como Mr Pentland y frases motivadoras del Athletic. Para ellos es 'El Txoko' y así lo llaman.

Cada uno de la cuadrilla ha aportado su granito de arena, en forma de conocimiento y dinero, porque con «los patrocinadores no hemos tenido suerte», asegura el protagonista.

El plan de José y sus amigos es recoger el autobús en Praves (Cantabria), donde su amigo Luis, que lo ha puesto a punto. «Se ha volcado. Es una pasada cómo ha entendido el mensaje. Él se ha implicado y su conexión con el autobús es total», reconoce, agradecido, José. En esta localidad cántabra es donde el autocar ha sufrido su gran transformación, tuneado con los colores del Athletic. Allí descansa el motor los días previos al que será su gran viaje, desde San Mamés hasta Sevilla.

El viaje comenzará desde el estadio rojiblanco el martes y a partir de ahí, «sobre la marcha». El vehículo no supera los 70km/h por lo que ni siquiera saben el itinerario que recorrerán. No hay prisa. Utilizarán el autobús como hotel, tirarán unos colchones y descansarán entre rutas. En su particular txoko viajan José y tres amigos -'Mutato', 'Txutxi' y David- de los doce que conforman la cuadrilla. Los ocho miembros restantes esperan en la capital andaluza.

Recién superada la última revisión en el taller de Manolo, que se ha ofrecido a «brindar asistencia mecánica durante el viaje», José ya respira tranquilo y se toma con humor la odisea del papeleo que le ha llevado planificar este viaje. Pero este cántabro, bilbaíno de corazón, tiene la mentalidad del campeón Carlos Sainz. «Esto es como en el Dakar. Hay que ir día a día».

José nació y creció con la pasión del motor en sus venas. Su padre, que falleció hace unos meses, se dedicó al transporte de mercancías con camiones. Para José, este viaje también es un «guiño» hacia él. Y podrán seguirlo en @joseabascal75, en Tik Tok.