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Bilbao acoge con máxima ilusión el partido de ida de la semifinal más atractiva, un enfrentamiento que bien podría haber sido una interesante final, ya que volverán a verse las caras Marcelino y su némesis José Bordalás en un duelo de entrenadores que siempre ... es un espectáculo en sí mismo tras la puesta en escena del armisticio de Valencia en Liga, que sonó más falso que un dólar de madera. Siempre que se van a enfrentar recuerdo la escena de Groucho Marx como presidente de Freedonia esperando al embajador de Sylvania para hacer las paces. Empieza a imaginar el genial humorista que a lo mejor cuando le ofrezca la mano se la rechazará dejándole en ridículo. Finalmente, enfurecido por el posible desplante, le recibe con una bofetada y le declara la guerra.
Y es que mas allá del tratado de paz, hay una beligerancia implícita en cada partido que disputan, más aún cuando hablamos de un Valencia donde el de Careñes alcanzó la gloria metiéndose dos años en Liga de Campeones y ganando precisamente la final de Copa de 2019 al Barça. Pero el destino del murciélago valenciano le deparaba una sorpresa a Marcelino. Ríanse de las siniestras calles de Gothan City y del famoso Joker, porque estando su divisa en el cielo de Valencia, fue enviado al infierno por el singapurense Peter Lim. El partido despierta tantas curiosidades que a Pandora le saldría urticaria.
Bordalás solo cuenta con 7 de los 20 jugadores que ganaron la copa a Messi, ha intentado esta temporada darle la vuelta a su equipo de arriba a abajo, pero la plantilla ha perdido nivel y hace que la semifinal contra el Athletic signifique jugarse la temporada. Sabe nuestro míster que si es capaz de conseguir con los leones lo que logró con el Valencia pasará a la historia. En Copa tenemos sobradas opciones de plantarnos en una nueva final del torneo del k.o., la tercera consecutiva. No se si estarán invitados Alaska y Vaquerizo, los sacabolas, pero si es así deben cantarle al representante valenciano esa que se titula 'Ni tú ni nadie', que esta Copa es del Athletic. Comenzaba haciendo referencia a la película de los hermanos Marx 'Duck Soup', que significa pan comido. Ojalá que esta noche podamos sacar una buena renta y disfrutar de otro nuevo espectáculo en la Catedral de los sueños.
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