Berenguer aprovecha el rechace de Courtois para abrir el marcador.

El Athletic vuelve a ganar al Real Madrid en Liga casi una década después

El conjunto rojiblanco plantea un encuentro para atropellar al Madrid a través de un derroche físico y un enorme ejercicio de solidaridad

Jueves, 5 de diciembre 2024, 00:04

Ver al Athletic defender su tesoro en el tramo final del encuentro con una presión alta para tener al Real Madrid lo más alejado posible de su área fue el reflejo del descomunal derroche físico de los rojiblancos en los 96 minutos de encuentro. El ... éxito de anoche, el volver a ganar al club blanco en Liga despues de casi una década de espera, vino después de una lección de entrega, superioridad física, intensidad, fe en cada una de las disputas y deseo de ganar. No lo lograban desde la temporada 2014-15, cuando un testarazo de Aduriz fue imparable para Casillas. Es decir, todo lo que le faltó a un Real Madrid completamente superado. «Tenemos que ir siempre al cien por cien para sacar adelante todos los partidos y encima contra el Madrid hay un extra de motivación», resumió Valverde.

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Y desde luego que ese plus quedó demostrado desde el primer segundo de partido. Llegaba el Madrid con viento a favor en los últimos encuentros de Liga en los que había reducido distancias en la pelea con el Barcelona, pero pronto se dio cuenta que el duelo de San Mamés iba a ser muy duro, muy árido. El Athletic marcó territorio y puso precio al encuentro. Si los de Ancelotti querían mantener su exitosa trayectoria reciente en San Mamés deberían tener que hacer frente a la intensidad y el ritmo frenético que impuso el Athletic desde que Sánchez Martínez dio inicio al duelo. Y quedó claro que los blancos no estaban capacitados para algo así. En los dos primeros minutos prácticamente no tocaron el balón y en la primera parte apenas hicieron dos faltas, más que nada porque el Athletic minimizó al campeón de Europa a base de ese ímpetu que le ha llevado a esta trayectoria donde es cuarto en la Liga y segundo en Europa League.

¿Pero cómo plasmó ese Athletic desbocado su superioridad física en el ansiado triunfo sobre el Real Madrid? Como es habitual, la presión empezó arriba, muy arriba. Valverde dejó en el banquillo a Guruzeta y apostó por Iñaki Williams, Nico y Berenguer, que tenían una misión muy clara. Correr, presionar y cerrar todos los espacios posibles aprovechando que a los blancos se les notó claramente su incomodidad ante ese planteamiento de partido.

Sin respuesta

La respuesta de los de Ancelotti no fue entrar al cuerpo a cuerpo. Ahí se sabían perdedores ante un Athletic espoleado por más de 51.000 voces de aliento. Prefieron esperar, capear el temporal como un equipo de segunda mitad de la tabla y confiar en que sus estrellas de vanguardia cazaran algún balón. Casí sucede cuando Mbappé marcó y el colegiado revisó un posible penalti, pero por fortuna el Athletic salió indemne de esa acción y cada vez se le vio más convencido de cual era el camino. Delante, a correr, y en acciones defensivas, solidaridad máxima. Ayudas y más ayudas, como las de los centrales a Gorosabel y Adama, o las de Iñaki, Berenguer y Nico cuando bajaban a su campo.

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Cómo es lógico, el Athletic tuvo sus momentos de bajón. Pero el gol de Guruzeta fue una inyección anímica tal que unida a los cambios de Valverde, reactivaron a un Athletic lanzado a por la victoria, convencido de que era 'la noche'. Y así fue para felicidad de un San Mamés entusiasmado con ese grupo de juegadores que se deja el alma en cada partido.

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