El Athletic no saca provecho con el balón

El planteamiento de Bordalás no dejó ni respirar a los hombres de Garitano, que quedaron totalmente desactivados por las bandas. El carril izquierdo fue para Yuri, que apenas tuvo opciones de lanzarse hasta la esquina del área como le gusta al de Zarautz, y en la otra un Lekue con menos profundidad que Capa, ayer ausente hasta la hora de encuentro. Así que el balón pasó más que otras veces por el centro del campo y lo que fue mucho peor para los intereses del Athletic, con la necesidad de jugar en estático ante un Getafe con dos líneas de cuatro que a los rojiblancos les suponía dos murallas insalvables.

El resultado fue una montonera de pases intrascendentes porque Dani García y Unai López eran incapaces de superar a Maksimovic y Arambarri, que apoyados por Cucurella y Nyom, fueron mucho más directos a la hora de recuperar y lanzar balones hacia Mata, Deyverson y Molina. Exactamente el juego que le gusta hacer al Athletic y que ayer le fue imposible: presión, recuperación y balones rápidos hacia posiciones de ataque.

Si las sensaciones durante buena parte fueron de incapacidad por parte del Athletic para crear juego, las estadísticas vinieron a confirmarlo. Los rojiblancos dieron 571 pases por 225 del Getafe, mientras que en precisión, el Athletic acertó en 459 de ellos, por solamente 122 de los madrileños. Como consecuencia, la posesión del Athletic alcanzó el 71%, mientras el Getafe se quedó en un 29%, en un nuevo ejemplo de que tener el balón no tiene demasiadas consecuencias en el marcador cuando no se sabe qué hacer con él.

Porque a efectos de peligro, las cosas estuvieron ya mucho más igualadas. De hecho, los de Garitano dispararon en ocho ocasiones, mientras los de Bordalás lo hicieron en nueve. Y a puerta el Athletic envió dos balones, mientras el Getafe lo hizo en tres, así que tuvo casi un pleno de acierto de cara a la portería de Unai Simón.

Y así, y con sus armas tradicionales -mantuvo su media de 19 faltas que le hacen ser el equipo de Primera que más comete y la de fueras de juego del rival con los 8 en los que incurrió ayer el Athletic-, el Getafe hizo camino para llevarse los tres puntos en San Mamés.

A ello ayudó también la ausencia de ideas en los futbolistas de ataque del Athletic. Con las bandas neutralizadas y el centro del campo asfixiado por la presión azulona, Muniain, Williams, Raúl García y Villalibre quedaron despegados del resto del equipo. Muniain, situado en la zona izquierda del ataque, apenas tuvo opciones ni para desequilibrar ni para desdoblarse con Yuri, porque el de Zarautz no corrió la banda como en otros partidos. Raúl García estuvo en todas las batallas del otro fútbol, el que se disputó en las trincheras y donde el Getafe salió también ganador. Y en el caso de Williams y Villalibre, fueron probablemente los que más sufrieron la desconexión con el resto de compañeros. Estuvieron aislados, sin espacios para correr y sin opciones para crear ocasiones, salvo una del delantero de Gernika en la primera parte que no encontró portería.

En la segunda mitad, con Aduriz, Capa e Ibai en el campo, el Athletic conectó algo más y tuvo algo más de presencia en el tramo final, pero era tarde, demasiado tarde, para hacer daño a la tropa de Bordalás.