El Athletic no puede con los 'villanos'

Después de cinco amistosos de diferente grado de dificultad en los que el Athletic dibujó picos y valles, más o menos alejado de su verdadero potencial pero siempre enfocado en la búsqueda de la mejora y el ensamblaje de sus piezas, llegaba la prueba reina del verano. A los rojiblancos les tocaba comprobar su punto de cocción y firmeza ante un equipo de la Champions como el Aston Villa de Unai Emery, cuarto en la pasada Premier, una buena piedra de toque con la que había que medir la solidez de un bloque aún huérfano de figuras clave. Resulta complicado verificar el potencial del colectivo sin gente como Simón, Vivian, De Marcos, Ruiz de Galarreta y Nico Williams, entre otros, pero en el Bescot Stadium de Walsall Valverde volvió a componer un once de garantías de nuevo con Djaló como falso '9', una variante muy real.

El partido empezó a mil por hora, con un intercambio de golpes del que saltaban chispas. El Aston Villa salió mejor y no tardó nada en abrir una grieta en la defensa rojiblanca. No habían pasado ni cuatro minutos cuando Ramsey recibió un pase filtrado de Tielemans –cogió la espalda de un Yeray mal colocado– para plantarse solo ante Padilla. Coló el balón entre las piernas del portero y adelantó a los ingleses. El Athletic respondió de inmediato con un disparo de Berenguer despejado por Gauci. El encuentro había tomado forma de un correcalles en el que los dos equipos llegaban con facilidad al área rival. Fue allí donde perdonó McGinn, quien recibió una asistencia magnífica de Bailey pero controló mal y se echó a perder.

Ocasiones de Sancet

Bailey le daba mala vida a Yuri. El lateral sufría con el eléctrico extremo jamaicano por lo que tocaba ayudar y hacer coberturas. El Aston Villa golpeó de nuevo por medio de Rogers, aunque el gol que fue anulado por un ajustado fuera de juego. Los bilbaínos dieron un paso adelante con una inmejorable ocasión de Sancet, quien perdonó en el corazón del área. Segundos después volvió a probar a Gauci tras una buena asistencia de Iñaki Williams, acomodado en el costado derecho, pero el portero local detuvo su lanzamiento. Los bilbaínos y los de Birmingham intercambiaban golpes como el que intercambia cromos en el patio de colegio, perdonando más que un cura en el confesionario. Y si no que se lo digan a Rogers, quien recibió un pase envuelto en papel de regalo de Bailey, que se fue de Yuri, pero mandó el balón a las nubes cuando lo más sencillo hubiese sido fusilar a Padilla. Entonces replicó el Athletic para empatar. Un despeje lamentable de Cash en el área lo pelearon y ganaron por arriba Prados y Paredes, la pelota llegó al segundo palo donde Yeray, libre de marca, no falló.

Valverde dejó en el vestuario a Djaló y activó a Guruzeta al comienzo de la segunda parte. Movimiento perfecto, que no tardaría en dar sus frutos. El Aston Villa avisó por medio de Bailey y McGinn, pero fue Jaden Philogene quien adelantó a los ingleses tras una bonita acción colectiva. El extremo de Hammersmith entró en el área como un cuchillo y batió a Padilla. Los rojiblancos se descosieron en las labores defensivas y de presión, al principio muy alta y efectiva pero luego de menor intensidad, incapaces de reaccionar a la jugada al primer toque de los de Birmingham. Los de Txingurri encajaron el golpe y volvieron a mordier. Pegaron una dentellada a la yugular de los de Emery. Iñaki Williams cabalgó por la derecha y localizó a Guruzeta, que remató al primer toque y estrenó su casillero estival. Un gancho al hígado inglés.

Se incorporaron los de Emery. Padilla hizo un paradón a Iling Jr. y luego un nuevo fuera de juego dejó sin efecto el gol de Archer. Un jugador que poco después dio la victoria al Aston Villa a la contra. No pudo frenarle Lekue y de nada sirvió la salida del portero de Zarautz. El Athletic acabó cayendo en el intercambio de golpes con los 'villanos' y encima perdió a Duñabeitia por lesión.