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Los aficionados abandonaron San Mamés con caras largas. El Correo

Athletic-Osasuna | Copa del Rey

La afición del Athletic, decepcionada: «Estamos para quedar décimos. Esto no puede seguir así»

La comunión entre el Athletic y su hinchada fue total pero el intento de remontada murió en el minuto 116 de la prórroga

A. Mateos

Martes, 4 de abril 2023

La comunión entre el Athletic y su afición fue total durante toda la jornada, pero fue insuficiente. Ibáñez mató la fe rojiblanca en el minuto 116 de la prórroga tras un gol inicial de Williams que encendió a la grada. Las ocasiones desperdiciadas terminaron de agotar la paciencia y en la prórroga, todo se vino abajo.

Los aficionados abandonaron San Mamés con caras largas, decepcionados al caer por segundo año consecutivo en la última ronda copera antes de la final. «Nos vamos muy disgustados», decía uno que, a pesar del resultado, ensalzaba el juego del equipo. «Estamos para quedar décimos. Esto no puede seguir así, seguimos sin meterla. Falta Aduriz», se quejaba uno de los aficionados.

Que equipo y afición iban a luchar juntos hasta el final, era de esperar porque siempre ocurre. Aunque el final no siempre es el deseado. Desde primera hora de la tarde, miles de aficionados colapsaron el centro de Bilbao. En Pozas y en la explanada de San Mamés, apenas cabía un alfiler dos horas antes del partido. Y cuando el autobús del Athletic salió del hotel Meliá dirección San Mamés, aquello ya era una olla a presión.

El cielo se tiño de rojo por culpa de las bengalas, los aficionados escoltaban el paso del autobús de los jugadores mientras gritaban en lo que era el penúltimo empujón. Después, llegaría el espectacular recibimiento en San Mamés ya con mosaico incluido. 'Made in Euskal Herria', 'Unique in the world (únicos en el mundo)', y 'Beste baten bila (en busca de otra)', fueron los mensajes escogidos por la afición. El resto del colorido lo pusieron las cartulinas rojiblancas y la procesión de bufandas.

El Athletic, empujado por su afición, salió a por todas. Suyas fueron las primeras ocasiones más claras. Primero Guruzeta, después Nico... Hasta que pasada la media hora llegó el tanto de Iñaki Williams. La afición estalló de alegría. Los rojiblancos ya habían empatado la eliminatoria. Pero a medida que transcurría el encuentro, las ocasiones falladas por el Athletic desesperaban a los presentes.

El gol estaba cerca pero no llegaba. Y todo se decidiría en la prórroga. Pero, por segundo año consecutivo, la jornada terminó con tristeza. Ibáñez en el 116 mató la eliminatoria y la fe de la afición del Athletic.

Athletic Club

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