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A Gaizka Garitano le gusta el nuevo sistema de la Copa, pero desde el salón de su casa y en papel de espectador. Como entrenador, la perspectiva cambia porque comanda a un vestuario con aspiraciones y cada eliminatoria es una trampa de la que cuesta ... salir entero, sin cicatrices. «Diez equipos de Primera están eliminados», recordó el técnico ayer en Lezama, donde el Athletic preparó como pudo el cruce de hoy contra un Tenerife imprevisible, capaz de lo mejor y de lo peor. Llega apenas tres días después del choque en Cornellà y apenas ha dado tiempo para bajarse del avión, estirar las piernas y subir a otra aeronave rumbo a las islas. «El formato no nos beneficia, pero estamos preparados y con ganas», comentó el deriotarra, consciente del peligro que encierra jugarse el pase como visitante en hora y media de fútbol.
Reconoció que con el paso de las rondas la «incertidumbre» aumenta y que el equipo siente el cosquilleo por la proximidad de los cuartos de final. «Estamos motivados», dijo el deriotarra, quien pese al cansancio acumulado afirmó que la plantilla «está bien» y con hambre de seguir avanzando en el torneo. «No va a ser fácil. Jugar en casa de un Segunda tiene la misma dificultad que hacerlo como local ante un Primera, salvo que se trate de un Barça, Real Madrid o Atlético. Pero hemos puesto mucho interés en la Copa y nuestra intención es seguir». Buscar el pase a partido único en campo ajeno le hace estar en tensión porque sabe que el actual sistema no admite fallos. «No es un buen formato para nosotros. Viajas siempre fuera -si toca un rival de inferior categoría- y no tienes la posibilidad de revertir la situación en San Mamés».
El Tenerife lucha por sobrevivir en Segunda, a un punto de descenso, pero en la Copa anda perfecto y ha dejado fuera a Mensajero, Rayo Majadahonda y Valladolid, uno de los diez Primeras eliminados. «Otros han pasado en la prórroga y en los últimos minutos», remarcó Garitano, con la mente puesta en el Barça. No se fía del conjunto chicharrero ni de sus apuros clasificatorios, todavía con el susto en el cuerpo que se llevó en el Martínez Valero. «Son de las islas, juegan bien a la pelota y cuentan con futbolistas técnicos. Son parecidos al Elche», advirtió.
Será la primera vez que el Athletic se cruce con el Tenerife en la Copa. La última vez que jugó en el Heliodoro fue hace una década y ahora regresa dispuesto a sacarse el billete a cuartos. Palabras mayores que ilusionan a la plantilla, decidida a llegar lejos. Vuelve a la ruleta rusa copera, peligrosa, emocionante.
Gaizka Garitano metió ayer en el avión a 18 jugadores con rumbo a Tenerife. Entre los expedicionarios destacaba la presencia de Unai López, quien cumplió un partido de sanción en Cornellà, y llamaban la atención las ausencia de Iñigo Córdoba y Kenan Kodro, dos futbolistas con poco protagonismo en la Liga y que veían en la Copa la posibilidad de hacer kilómetros y minutos. Es especialmente curiosa la desaparición del extremo, quien no ha estado en seis de las últimas siete listas. Regresó en el duelo ante el Elche, fue titular, dispuso de 45 minutos y se quedó en el vestuario. Por su parte, el delantero tampoco acaba de encontrar acomodo en los planes del deriotarra, quien también dejó en casa por decisión técnica a San José y Balenziaga. Aduriz, Simón y De Marcos son bajas médicas.
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