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Iñaki Williams celebra uno de sus dos goles. Ignacio Pérez

Athletic 4-1 Espanyol

Un Athletic que disfruta y hace disfrutar

El equipo de Valverde, con Iñaki Williams y Berenguer como protagonistas, pasa por encima del Espanyol y vuelve a mostrar que atraviesa un momento dulce

Sábado, 19 de octubre 2024, 17:15

A la media hora de juego, después de que el Athletic marcara el 3-0, la grada de animación rescató un viejo cántico muy popular en otros tiempos, cuando los rojiblancos disfrutaban de momentos arrolladores en San Mamés y los rivales sacaban como podían la ... bandera blanca: «Que te ha pillado el Athletic de Bilbao». Es muy probable que los dos centenares de hinchas del Espanyol presentes en Bilbao se dijeran a sí mismos que sí, que así era, efectivamente, que el Athletic les acababa de pasar por encima, que les había pillado como el carrito del helado. Y que les tocaba, por tanto, resignarse a la gran superioridad del equipo de Valverde, que acabaría ganando por 4-1 y demostrando que, de la misma manera que tiene la mala costumbre de perder el último partido anterior a un parón, también la tiene buena de ganar el primero cuando la Liga se reanuda.

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Athletic

Julen, De Marcos, Vivián, Nuñez, Yuri (Adama, m.62), Galarreta (Prados, m.62), Jauregizar, Berenguer (Unai, m.77), Williams (Serrano, m.72), Nico (Djaló, m.72) y Guruzeta.

4

-

1

Espanyol

García, Gómez, Oliván, El Hilali, Kumbulla (Tejero, m.72), Romero (Pere Milla, m.45), Gragera (Cabrera, m.45), Lozano, Král, Jofre, (Cardona, m.62), Véliz (Cheddira, m.45).

  • Goles: 1-0, m.6: Vivian. 2-0, m.28: Iñaki Williams. 3-0, m.30: Iñaki Williams. 4-0, m.55: Berenguer. 4-1, m.92: Tejero.

  • Árbitro: Busquets Ferrer. Amonestó Nuñez, Yuri, El Hilali, Cabrera y Milla.

  • Incidencias: 46.713 espectadores en San Mamés.

Decir que el Athletic atraviesa un momento dulce es una obviedad, pero no pasa nada por insistir en ella. Ya se sabe que hay obviedades que nos gusta acariciar una y otra vez, como ositos de peluche. Esta es una de ellas. El equipo de Valverde juega con mucha personalidad y su jerarquía en el campo es indudable, como lo es su potencia de fuego, ayer representada en Iñaki Williams, autor de dos goles, y en Álex Berenguer, asistente en el 2-0 y en el 3-0 y firmante del cuarto, un golazo. El navarro se estrenó como titular en la media punta, dada la baja de Sancet y el bajo rendimiento que venía dando Unai Gómez en ese puesto, y su actuación fue tan espectacular que más de uno se preguntó cómo había tardado tanto Txingurri en probar esa variante. Que tampoco era ninguna cosa rara o demasiado heterodoxa, la verdad.

Lo cierto es que el Espanyol no fue rival. A lo largo del partido, Agirrezabala apenas se vio inquietado por Jofre en un par de centros en la primera parte y en un remate cruzado en la segunda, en el minuto 60, ya con el 4-0. Eso sí, en el descuento encajó el gol que hizo el 4-1, pero mucho no pudo inquietarse el donostiarra en esa acción porque ni llegó a ver el balón que Tejero le mandó a la escuadra. El equipo de Manolo González, insistimos, decepcionó en su visita a La Catedral. Seguro que el técnico gallego esperaba más de sus pupilos, incluso de sí mismo en un escenario tan imponente y con tanta historia. La realidad, sin embargo, es que el partido se le torció muy pronto con un gol tempranero y que el rival se le hizo muy grande, gigante, a partir de ese momento. Bien es verdad que jugando al nivel que lo hizo este sábado, con tanto dinamismo y profundidad, sobre todo en la primera parte, este Athletic se le hace muy grande a buena parte de los equipos de Primera.

Gol tempranero

El partido no pudo empezar mejor para los rojiblancos, que se adelantaron a los cinco minutos en un córner bien puesto por Nico Williams y bien rematado de volea por Vivian. La grada coreó con fuerza el nombre del alavés cuando la megafonía le señaló como autor del gol. Y no es de extrañar. Empieza a ser espectacular la forma en que este futbolista va adquiriendo galones. De hecho, aunque venía de jugar dos partidos con la selección, Valverde no dudó en incluirlo en el once y mantenerlo los noventa minutos. Fue Paredes en el que se quedó en el banquillo y Unai Nuñez el que se benefició de la rotación.

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Estrategia

Valverde decidió probar con Berenguer en la media punta desde el inicio y el navarro se coronó

El gol terminó de asentar a los rojiblancos, desde el principio muy punzantes y con las ideas claras. La defensa estaba muy seria, Ruiz de Galarreta y Jauregizar manejaban con inteligencia los mandos y sus cuatro compañeros del frente de ataque se desplegaban con peligro. Los Williams por las bandas y Guruzeta y Berenguer por el centro eran un dolor de cabeza constante por su velocidad, su chispa y su capacidad de desborde. La defensa del Espanyol no tardó nada en sufrir. O al menos en comprender que la suya iba a ser, básicamente, una tarde de penitencia.

Oportuno

El gol de Vivian en el minuto 5 allanó el camino de los rojiblancos, de nuevo firmes tras el parón

Pese a todo, los periquitos tuvieron arrestos para venirse arriba unos pocos minutos a partir del cuarto de hora, activando la banda derecha con Kral y, sobre todo, con Jofre. Sus buenas intenciones, sin embargo, se quedaron en nada cuando el Athletic volvió a apretarles los tornillos. Fue visto y no visto. En el minuto 28, Berenguer filtró un pase magnífico a Iñaki Williams, que controló, se perfiló y remató de maravilla. El Espanyol no se había recuperado del golpe cuando, dos minutos después, Nico Williams hizo un jugadón por la izquierda, abrió a Berenguer y el navarro encontró de nuevo a Iñaki Williams, listo con su cañón.

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Pocas cosas impresionan en el fútbol más que la contundencia, esa aparente facilidad con la que algunos equipos son capaces de tumbar a un rival. Y que contrasta tantas veces con las dificultades agónicas que tienen otros para hacer un gol. El Athletic tiene ahora un puño de hierro y el Espanyol lo sufrió en sus carnes. Manolo González intentó reactivar a su tropa tras el descanso cambiando a sus delanteros y dando entrada a Cheddira y Pere Milla. Y en un primer momento de arranque rabioso, el Espanyol se fue hacia arriba con malas pulgas. Sus efluvios ofensivos, sin embargo, se difuminaron pronto. Lo que tardó Berenguer en coronar su gran actuación con una golazo magnífico. Era el minuto 53 y el resto del partido fue un divertimento agradable, tranquilo y con momentos emotivos como el regreso de Nico Serrano, que era el único jugador de campo que todavía no había tenido ningún minuto. El chaval, por cierto, demostró que sigue teniendo una zurda brillante.

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