«La gente que me quiere me ayuda a centrarme y a no olvidar quién soy»

- Llegó a Lezama hace siete años, cuando tenía 15, y esta es su cuarta temporada en el primer equipo. ¿Tiene la sensación de que vive muy de prisa?

- Al principio tenía la sensación de que era muy joven y que todo iba de prisa. Luego te vas haciendo, te vas acostumbrando y de repente estás aquí. Estoy a gusto.

- ¿Cuándo se enamoró del fútbol? ¿Cómo es su historia?

- Empecé a jugar con cinco años en un equipo de Pamplona que se llama San Juan. Lo hice un año antes de lo previsto. Jugaba con ellos, subía de categorías y con 10 años me fichó Osasuna. Cinco temporadas más tarde me fui al Athletic. El fútbol siempre estaba en mi vida, desde el principio, aunque llegué a practicar otros deportes, como la pelota. Llegó un momento en el que tuve que decantarme por uno de los dos y escogí el fútbol. Es lo que realmente me gustaba.

- ¿Quién fue el primero en decirle que tenía talento?

- Había técnicos que me decían que tenía cualidades, que podía llegar lejos y que debía trabajar. Nunca sabes. Hay mucha gente buena que se queda por el camino y no llega. Por eso trabajaba e intentaba ser mejor cada día.

- ¿A quién quería parecerse?

- Mi ídolo desde pequeño ha sido Ronaldinho. Siempre me ha gustado su manera de jugar, el espectáculo que daba. Y en cuanto a la gente que se movía en mi posición, me encantaba Iniesta.

- Tiene paladar fino.

- ¡Sí! Exactamente. Iniesta ha sido uno de los futbolistas en los que más me he fijado.

- ¿Cómo es su relación con el fútbol? ¿Le apasiona, le obsesiona, ve todos los partidos o desconecta cuando sale de Lezama y San Mamés?

- El fútbol me gusta. Siempre me ha gustado, desde pequeño. Me gusta verlo y disfruto jugando al fútbol. Intento no obsesionarme una vez que salgo de Lezama, sino hacer otro tipo de vida. Pero hay veces que es imposible y sigo pensando en el fútbol.

- Hay muchas esperanzas puestas en usted. ¿Cómo lidia con las expectativas?

- No me como la cabeza. Trabajo para mejorar cada día, dar lo máximo al equipo. No me obsesiono con lo que pueda decir la gente ni con lo que piensan.

- ¿Qué tal lleva las críticas?

- Ya sabemos cómo son las críticas: cuando estás bien eres muy bueno y cuando estás mal eres muy malo. Igual no hay que hacerles caso ni cuando estás bien ni cuando estás mal. Debo estar al margen, trabajar y pensar en hacerlo lo mejor posible. Luego depende de la persona, de cómo lo encaja, pero yo estoy a lo mío y no me centro en las críticas.

- Es joven, famoso y gana mucho dinero. ¿Hay peligro de perderse por el camino? ¿Es fácil confundirse?

- El peligro siempre está ahí. Hay gente que se pierde y se descentra del tema del fútbol. Va con la personalidad de cada uno. Personalmente, soy un chico que siempre se va a acordar de dónde viene. Tengo a la gente que me quiere ahí, de toda la vida, y son los que me ayudan a centrarme. Me ayudan a no olvidarme de quién soy y a no salirme del tema (camino).

- El año pasado terminó con problemas de pubalgia. El doctor Lekue dijo la semana pasada que ya está bien. ¿Las molestias han desaparecido?

- He estado todo el verano trabajando duro en Pamplona y Lezama para tratar de quitar las molestias. Estoy contento. Están casi olvidadas. Ahora debo seguir trabajando para que no me vuelva la pubalgia.

- ¿Nada de quirófano?

- Exactamente. De momento, cero.

- Garitano le hizo debutar, Marcelino le dio confianza y más protagonismo ofensivo y ahora está con Valverde. ¿Qué papel le va a dar dentro del equipo?

- Todavía no lo sé. Ya veremos lo que viene. Solo hemos jugado un partido de pretemporada -el triangular de Duisburgo-. Cuando acabe el período de preparación veremos qué quiere el míster y en qué posición me pone. De momento, tranquilidad. Más adelante veremos cuál es mi rol.

- ¿Donde más cómodo se siente es en la media punta?

- Sí, en la media punta, de interior. Es la posición en la que he jugado siempre y donde más cómodo me siento. Es donde puedo dar mi mejor rendimiento.

- ¿Con el nuevo sistema es compatible con Muniain?

- Sí, por supuesto. Muniain puede jugar en banda, de mediapunta e incluso un poco más atrás, en muchas posiciones. Y yo también. Podemos jugar los dos por dentro, o él fuera y yo dentro...

- ¿Qué significan los goles?

- El gol es lo más importante del fútbol. Es lo que más se valora y es lo más difícil de hacer. Este año quiero meter los máximos goles posibles para ayudar al equipo. Estoy con ganas y espero que podamos marcar muchos.

- ¿Le gusta más dar goles o marcarlos?

- ¡Marcarlos! Siempre es un plus de alegría.

- El año pasado marcó seis en la Liga, algunos de bella factura. ¿Cuánto gol tiene en las botas?

- El gol son rachas. Se tiene o no se tiene, sí, pero también es un poco de suerte. Meter justo las que tienes... Es complicado. No sabría decirle (cuánto gol tiene).

- Una curiosidad. Tiene una forma peculiar de celebrar los goles, emulando unos cuernos con los dedos índice y meñique, como si fuera un diablillo. ¿Qué es?

- Es una marca que tenemos mis amigos y yo. Cuando lo celebro así es para ellos. Es un ciervo. Me acuerdo de ellos y se lo dedico.

- Era un habitual en la sub'21, pero Luis Enrique ya habla maravillas de usted e incluso ya figura en sus prelistas. ¿Está en las puertas de la absoluta?

- Es algo que está ahí. Estoy con ganas de hacerlo bien e ir. Tampoco me como la cabeza. Quiero hacerlo bien en el Athletic y todo lo bueno que tenga que venir después bienvenido sea.

- ¿Se ve en el Mundial de Catar?

- Ojalá. Pero ahora mismo no pienso en ello, solo en el equipo y en hacerlo bien.

- Los errores, los malos partidos, las derrotas... ¿Les da muchas vueltas o es capaz de olvidar rápido?

- La tristeza me dura un día o dos. Luego tienes que levantarte porque espera otro partido y no sirve de nada estar lamentándote. Hay que pensar en lo que viene e intentar cambiar las cosas.

- Tiene contrato hasta 2024. ¿El Athletic puede estar tranquilo?

- Claro, claro. Estoy muy contento y a gusto aquí. Es donde quiero estar.